Benito se ha puesto Benitesco. A las mujeres le gusta esos hombres y los abrazan como osos de peluche, y Benito se dejó ir aún mas. Todo iba bien, hasta que la rubia conoció a un corasonlatino como thorni el foya yayas yankis, solo que con labia y conversación, un granuja encantador, un bonvivant bronceado y cuidado en casas de musculación.
Le llamó la atención, no es que hubiera nada, pero ella sonreía con las cosas del granujeta, y las cosas de Benito empezaron a hacer menos gracia, de pronto empezó a pensar cosas en las que nunca había pensado, que futuro le esperaba con Benito, iba a ser así todo la vida? Benito entonces dejo de tener ninguna gracia.
Solo bastó que el granuja mostrara interés en la persona de la rubia, que le riera las gracias con esos dientes impolutos, para que la presencia de Benito se le hiciera insoportable, Benito el zotroco, le quería, pero sobre todo le quería lejos.
Observar pues, como cambió el chic, ella era feliz con su Benito y de pronto... Eh, Benito? No la culpes, ella no eligió eso.