Cagada en la nieve

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Hamijos, me gustaría compartir con vosotros una experiencia bonita que tuve la suerte de documentar en imágenes.

Me pilló cerca de Valdelinares.

Dos días antes cene kebab, supongo que influiría en el proceso.

La noche anterior me tiraba pedos de muerte, con holor a muerte y fuertes de sonido. Dejé a la novia apestada. Creando un microclima fétido que perdudaria toda la noche. Y me siento orgulloso.

Antes de dejar la habitación del hotel rural quise ser precavido y cague porque me imaginaba que no acabaría bien el día con esos pedos tan extraños y entrañables a la vez. Cague normal y ya me fui tranquilo para pasar un día de nieve. Confianza ciega.

Después de comer, nos vamos en busca de nieve. Ya casi llegando me tiré unos cuantos pedos bastante sospechosos, con buen holor, de los que te dejan claro que algo no va bien pero como había cagado antes sin incidencias estaba tranquilo.

En el último pedo ya me salió un poco de caldo, lo que ya sospechaba que podría acabar mal la cosa.

Sigo conduciendo con la esperanza de que el retortijon desapareciera, pero cada vez era más intenso. Cada vez me encontraba peor, pálido, con dificultad para moverme. Me costaba hasta hablar.

Ya tenía claro que tenía que echar fuera al demonio que llevaba dentro. Aclaro que soy un culo fino y no soy de los que cagan por ahí como si nada.

Me aparqué en la cuneta y justo había una cuesta abajo que allí decidí que sería el nido para poner el huevo.

Os juro que no podía ni andar, andaba como un pingüino, aparentando el culo, no podía aguantar más.

Mi novia, que la he enseñado el noble arte de las cerderias, cacas y pedos, se vino detrás mío para ver lo que soltaba, ya que presenció todo el proceso, y coño,también era algo romántico.

Me baje los pantalones y a los dos segundos me tire un pedazo de pedo acompañado de un buen chorro de mierda que se estampó con violencia en la nieve. Olia a muerte, a cáncer de colón, a gloria.

Mire al frente y vi a lo lejos gente haciendo el gilipollas arriba de una montaña. Ojalá me hayan visto, porque una hazaña así no se ve todos los días.

Y a mí por qué se me pasó esta maravilla de hilo.

Enhorabuena.
 
Por fin un hilo con sentido.

Me gustaría saber por qué el cuerpo central de la deposición está separado del resto.
 
Que yo no tengo la culpa de que la ucraniana pase de tu culo cagado, déjame en paz.
 
a riesgo de reforzar la trallada de tarro que voçe goza, si, el puto pimiento rojo si le da un olor dulzon a los truños.
Pues igual tenemos una patología común, porque nadie más dice nada al respecto en ningún sitio, o sea que debe de ser raro.
Por lo menos no tiene pinta de ser muy grave.
 
A mí me gusta el pimiento rojo. Mucho. Se lo echo a todo lo que puedo, me gusta crudo en ensalada, guisado, al horno... Pero la caca huele especial cuando lo como, como dulzona. He buscado en google y nadie dice nada como sin embargo sí lo hacen de los espárragos y el pis, así que me imagino que es algo solo mío con los pimientos rojos. No me sientan mal ni nada, sólo es eso del olor de la caca. Igual es veneno para mí, es raro. Quiza muera pronto por los pimientos rojos.
Cosas veredes...

Para algunas personas es muy indigesto y se echa tal cual se ingiere, de ahí esa especial sinfonía de sabores. Combínalo con maíz crudo y alcachofas y montamos una ensalada en el pecho de Alduin vestidos de porteros del Osasuna.
 
Para algunas personas es muy indigesto y se echa tal cual se ingiere, de ahí esa especial sinfonía de sabores. Combínalo con maíz crudo y alcachofas y montamos una ensalada en el pecho de Alduin vestidos de porteros del Osasuna.

Tienes que hablar de mierda para responder a dakilla sin llamarla puta loca.
 
Mi cagada más urgente fue en Asturias. Recuerdo los pedos previos en el coche, de olor nauseabundo, de esos que empañan los cristales, de los que se quedan adheridos a la tapicería.
Llagaba ya un momento en el que o bien me cargaba encima o perdía el conocimiento, paré el coche como pude, me arrimé a unos setos y según me iba bajando el pantalón aquello ya iba saliendo disparado. Del placer del vientre aliviado, del gozo de la tripa vaciada, se me saltaban las lágrimas. Las comidas previas… me imagino que fabada y algún menú de esos asturianos de tres platos, postre y café.
 
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