Yo que soy de pueblo, nunca he sentido esa necesidad irrefrenable que tienen muchos de ir a la ciudad. De hecho, solo voy por trabajo, asique no se como me comportaría en un bar petado de gente, en el que te cobren 10 o 12 euros por una copa de garrafa infernal, mientras te asas al calor del sobaco y olor a culo de 200 parroquianos.
Pero todo me dice que si hago esa gilipollez, posiblemente me comporte como un gilipollas, asique puede que tengais razón.
Peeero, lo que si se a ciencia cierta es como se comporta uno de ciudad cuando llega al pueblo.
Hay un pequeño porcentaje que se adapta, no van de listos, no pretenden descubrirte la gaseosa, y no suelen tener problemas mas allá de cogerse una borrachera de epic win que recordarán como algo memorable toda su vida. Las famosas borracheras en la verbena de nosedonde que todos los urbanitas con cerebro teneis.
Y luego, los que mas por desgracia, son los que llegan en plan Hernán Cortés, criticando todo por cutre, que si esto tal, que si lo otro cual...
Normalmente acabarán llevándose una ostia a la primera de cambios, por pretender ligarse a cualquier moza descubríendole lo que se pierde, ya que él es de Madrí, y oye paqui, que aquí no saben de nada.
La paqui se lo dice al novio, y ya la hemos liado.
Recuerdo con cariño como hace ya 10 o 12 años, a un pájaro de estos lo aislamos de los amigos en las fiestas del pueblo, lo desnudamos, lo metimos en el maletero de mi alfa 33, y lo dejamos a 3 km´s del pueblo.
Claro que la Guardia Civil se acuerda mas. Todavía se oyen de noche las risas que se echaron si dices 3 veces delante de un espejo: "vengo a denunciar a unos garrulos" :pringui
Le dieron unos pantalones cortos, una camisa de algodón, y 300 pesetas para el autobús.