Es que es así, y ya. Una cosa es el trabajo en sí y otra, las circunstancias que puedan o no rodear al trabajo. En ninguna rpt o descripción de un puesto te va a venir "Jefe hijo de la gran puta", "horas extras por la cara", "compañera bruja y metomentodo", etc. Un trabajo de oficina sólo puede ser más duro que cavar zanjas si las circunstancias que lo rodean son insufribles y tienes que aguantarlas por cojones; pero en este caso no estamos hablando de la tarea en sí, sino de las condiciones en que puedes ejercerla. Ahora, llevemos esas mismas condiciones pésimas al ámbito de unos obreros cavando zanjas, a ver qué sería más insufrible: al contexto de ese mal ambiente habría que sumarle el puto trabajo físico, el acabar hecho unos zorros y volver a casa deseando agarrar la cama o ponerte hasta arriba de cazalla para no sentir las "piennas".
En igualdad de condiciones, un trabajo de oficina nunca será más duro que una polla.