CENTROS COMERCIALES (Con Franco, el sábado te podías quedar en casa)

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Épicos caballitos con la variant en el aparcamiento del baricentro cuando el continente aún era continente.
 
Y estando abiertos entre semana hasta las 22 horas ¿Cómo coño vais un sábado?




Hace unos días recordé cómo hace años, cuando un hombre acompañaba a su mujer a comprar al súper, la mujer hacia la compra y el hombre se quedaba mirando la sección de electrónica o eligiendo los nuevos tapacubos o fundas de asiento que iba a ponerle al R12.
Esto mientras fumaba, sí jóvenes, en los centros comerciales se podía fumar mientras hacías la compra.
Cuando ella terminaba la compra, pasaba por el pasillo de accesorios de coche y avisaba que ya estaba todo hecho.

Ahora con este rollo de la igualdad, los hombres hacen cola en la pescadería, mientras la zona de accesorios de automóvil se va haciendo cada vez más pequeña proporcionalmente a nuestra hombría.

Luego ya no se podía fumar dentro y entonces la mujer descargaba el carro y el hombre esperaba al final de la caja, en el pasillo ya, con el cigarro en la boca, para volver a cargar el carro. Luego, sin quitarse el Winston de la boca, sacaba la cartera y pagaba en efectivo.
Ahora ellas tienen tarjeta.

Más tarde prohibieron fumar. En ese momento terminó todo aquello y comenzó la era de los centros comerciales que conocemos ahora llenos de gentuza y de tiendas de mierda.



Al poco de morir Franco en el Pryca se podía fumar.
cuando molaba españa era con los reyes catolicos coño, aun me acuerdo cuando le podias meter una mojada a un moro y no pasaba ni media.
 
cuando molaba españa era con los reyes catolicos coño, aun me acuerdo cuando le podias meter una mojada a un moro y no pasaba ni media.



Coño Benito, que de esto no hace tanto tiempo.

¿Nunca compraste fundas para tu Súpermirafiori en el Carrefour?
 
Pues ir a un Centro Comercial entre semana y más cuando hace calor es de lo más relajante que hay: mirar tiendas, decir hola a las dependientas recién salidas de la universidad ( a las que están buenas, a las feas les digo que vengo a mirar), echar un buen zurullo en los aseos, sentarse en los bancos de los pasillos a comerse un bocata de tortilla y abrir la botella de vino traida de casa.

Manjares de la vida.
 
pero sí tocando la batería o dibujando, pues son dos cosas que siempre se le han dado bien y que debido a las obligaciones laborales y familiares le han sido arrebatadas cruelmente para sustituirlas por la labor de chofer mudo y castrado.


Por favor, mi estimado Semete, dígale a su hermano de mi parte que ni se le ocurra dejar de tocar más de una semana seguida. Por favor, dígaselo, es importante que toque su batería, es muy importante. Si no lo hace tarde o temprano se arrepentirá.


Y sí, HODIO los centros comerciales y su puta madre, no lo aguanto, no tengo paciencia y me pongo demasiado palote. Ya hace años que no voy.
 
Yo solo voy a los centros comerciales a ligar y a ponerme perfume gratis.
Algo así hacía un crack que conocí en Londinium: cada vez que quedaba con alguna furcia del Tinder lo hacía al lado de un Boots, que viene a ser como un Juteco de los de aquí, llegaba quince minutos antes y se echaba el perfume más caro que tuvieran para probar, y luego salía al encuentro de la fulana en cuestión, que siempre le decía lo primero "Qué bien hueles", con lo que sus posibilidades de éxito subían como la espuma desde el primer minuto. Es un truco muy a tener en cuenta, la verdad.
 
Algo así hacía un crack que conocí en Londinium: cada vez que quedaba con alguna furcia del Tinder lo hacía al lado de un Boots, que viene a ser como un Juteco de los de aquí, llegaba quince minutos antes y se echaba el perfume más caro que tuvieran para probar, y luego salía al encuentro de la fulana en cuestión, que siempre le decía lo primero "Qué bien hueles", con lo que sus posibilidades de éxito subían como la espuma desde el primer minuto. Es un truco muy a tener en cuenta, la verdad.
:jew::jew::jew: El Sanedrín approves.
 
Estas señoritas sí van a centros comerciales:
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Espero que su sarta de sandeces sea moderada tras el visionado.
 
Horror en el hipermercado,!
El pana @tileno a nombrado al Satán de nuestro time.

La peor época de mi tristec vida ( hace unos 3 años) me tocó de currar en la Vaguarra, el lugar más pestilente y asqueroso de Madrid, ¡ y y as es decir!
Tras esa época infame no he vuelto a pisar un CC. La parienta lo sabe, cuando toca coge el coche a la nena y una imaginaria + nena, se abajan a un CC y yo me quedo solo en casa con la trilogía foreo + furgol + birra = la saluc.

Os lo juro panas, conforero que tenga que pasar por esos malos tragos de la vida tiene mis más sinceras condolencias.

Ka®ma i Apumong

Remitido desde selular
 
Coño Benito, que de esto no hace tanto tiempo.

¿Nunca compraste fundas para tu Súpermirafiori en el Carrefour?

a mi el supermirafiori me lo dio mi tio con un tapizado de cebra, que clase de persona le pone una funda a tan magistral acabado.

y de todas formas, te estoy hablando de 1999 que fue cuando me saque el carnet, que ahi ya no existia el pryca y no se podia fumar en estos sitios.


de todas formas, no recuerdo a mi padre fumando en el pryca de turno, o en el alcampo o el jumbo, en el mercado del barrio si, a veces se metia donde el carnicero y se echaban un cigarro los dos alli arreglando el mundo. Al carnicero aquel fue al que le vendio el puto ford capri que tendria que haber heredado yo, por un paston ademas.
 
Benito, pásate por el hilo de "El cocho no" que tienes allí un asunto pendiente.
 
Estas señoritas sí van a centros comerciales:
Gyaru Interview - Japanese Kuro Gyaru Unit Black Diamond in Shibuya - YouTube
Espero que su sarta de sandeces sea moderada tras el visionado.

La lucidez absoluta hace nada menos que cuarenta y seis años. Si hubiera visto esto no me cabe duda de que hubiera optado por un Nagasaki total en lugar de por un hara-kiri.

Yukio-Mishima-libros.jpg


Evito pasar por el centro en la medida de lo posible a ciertas horas y ciertos días; y ni les cuento por estas fechas. Deambular se vuelve complicado y moral y estéticamente insoportable al tener que sortear bandadas de gallinas cluecas por el estilo. Brujulean de un escaparate a otro, maravilladas como una urraca ante un objeto brillante cuando ven algún bolso, par de zapatos o tontería por el estilo que les atraiga. "Hiiii, lo quiero, lo quiero, lo quiero","jo, tía, lo necesito, o sea", "es diviiiiino". Su deslubramiento inicial por otra parte es inversamente proporcional al repudio que les causará la baratija tan sólo dos o tres meses después.

De todos modos he acabado por acostumbrarme hasta cierto punto a las demostraciones de consumismo compulsivo de estas necias, forma parte de su herencia genética y cultural dedicar la mayor parte de su existencia a asuntos de tan nula enjundia. Eso sí, lo que me pone en el disparadero es saber que detrás de esas competiciones por determinar quién es más zorra, más ridícula o ambas cosas al tiempo en muchos casos estará el esfuerzo de un padre, un esposo o un novio por llevar cuatro chavos a casa a fin de mes.
 
Última edición:
Llevo años sin pisar uno, retrasando lo inevitable, esperando el maravilloso momento de poner las noticias y ver la marranada que han hecho cuatro barbudos a cinco kilómetros de casa. Años infructuosos de esperar en vano.

Bastará conque un día necesite cualquier puta mierda que no pueda obtener en comercio de proximidad, por ridícula que sea, que me fuerce a emprender una incursión rápida, para que ese día pongan un petardo gordo.
 
Y estando abiertos entre semana hasta las 22 horas ¿Cómo coño vais un sábado?




Hace unos días recordé cómo hace años, cuando un hombre acompañaba a su mujer a comprar al súper, la mujer hacia la compra y el hombre se quedaba mirando la sección de electrónica o eligiendo los nuevos tapacubos o fundas de asiento que iba a ponerle al R12.
Esto mientras fumaba, sí jóvenes, en los centros comerciales se podía fumar mientras hacías la compra.
Cuando ella terminaba la compra, pasaba por el pasillo de accesorios de coche y avisaba que ya estaba todo hecho.

Ahora con este rollo de la igualdad, los hombres hacen cola en la pescadería, mientras la zona de accesorios de automóvil se va haciendo cada vez más pequeña proporcionalmente a nuestra hombría.

Luego ya no se podía fumar dentro y entonces la mujer descargaba el carro y el hombre esperaba al final de la caja, en el pasillo ya, con el cigarro en la boca, para volver a cargar el carro. Luego, sin quitarse el Winston de la boca, sacaba la cartera y pagaba en efectivo.
Ahora ellas tienen tarjeta.

Más tarde prohibieron fumar. En ese momento terminó todo aquello y comenzó la era de los centros comerciales que conocemos ahora llenos de gentuza y de tiendas de mierda.



Al poco de morir Franco en el Pryca se podía fumar.

Ah, que Franco murió en un Pryca.

La importancia de las comas, HIJO DE PUTA, la importancia de las comas:

el-diario-montanes-alboran.jpg
 
¿Quieren que les traiga algo? Esta tarde me toca ir al CC con Ikea incluido a hacer como si me interesa algo para mi pasado cumpleaños, cosa que no es cierto. Volveré con una estantería Abba o una camiseta de mierda, probablemente. Eso sí, que no me esperen en el Borriquín, que eso es de jitaner.
 
a mi el supermirafiori me lo dio mi tio con un tapizado de cebra, que clase de persona le pone una funda a tan magistral acabado.

y de todas formas, te estoy hablando de 1999 que fue cuando me saque el carnet, que ahi ya no existia el pryca y no se podia fumar en estos sitios.


de todas formas, no recuerdo a mi padre fumando en el pryca de turno, o en el alcampo o el jumbo, en el mercado del barrio si, a veces se metia donde el carnicero y se echaban un cigarro los dos alli arreglando el mundo. Al carnicero aquel fue al que le vendio el puto ford capri que tendria que haber heredado yo, por un paston ademas.



Gusto exquisito el de tu tio.

El tuyo también por no mancillar esa cebra con unas fundas de skay.

Espero que el Capri estuviese retapizado. No recuerdo tapicería más fea que esos cuadros escoceses de los asientos.
Un coche tan molón por fuera y tan feo por dentro.


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Ah, que Franco murió en un Pryca.

La importancia de las comas, HIJO DE PUTA, la importancia de las comas:

el-diario-montanes-alboran.jpg


Nada que objetar, tienes razón en lo de la coma.

Y sí, Franco murió en un Carrefour que luego fué un Pryca. Es uno de los episodios ocultos del Franquismo.

Lo pone aquí:

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HIJO, DE, PUTA.


¿Quieren que les traiga algo? Esta tarde me toca ir al CC con Ikea incluido a hacer como si me interesa algo para mi pasado cumpleaños, cosa que no es cierto. Volveré con una estantería Abba o una camiseta de mierda, probablemente. Eso sí, que no me esperen en el Borriquín, que eso es de jitaner.


Un lápiz y un metro por favor.

Y una foto con la corona del Bk puesta.
 
Soy un triste. Nunca he robado ni lápiz ni metro en el Ikea. Alguna salchicha sí.
 
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