Hoy salí a dar un paseo por mi nuevo barrio, que me encanta y me sentí útil. Llegando a un cruce había una viejecilla como de unos 90 toda arregladita, con su pelito de peluquería, su chaquetita, sus zapatitos de tacón bajo... Y se me ha quedado mirando y me dice algo, yo me he acercado un poco a rlla, que no oía su murmyllo, y era que si le ayudaba a cruzar la calle. Le he puesto el brazo, se ha agarrado y hemos cruzado Cea Bermudez las dos, como si fuera mi abuela.
A mí esas cosas me valen.
Igual eres demasiado ambicioso.