Desmond Humes
EmbajaLOL musical PL
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Ni la bandera, ni el himno. Ni siquiera nuestra historia.
Pocas cosas nos unen a todos los españoles de bien de forma tan unánime como lo hacen la admiración y el respeto por este excelso humorista. Único en su estilo, pionero, innovador, figura mediática.
Ese es don Gregorio Sánchez Fernández.
En este tiempo de fugaces estrellatos gracias a Youtube o a la prensa del corazón, no está de más reconocer el mérito del polifacético Chiquito. Cantaor, humorista, actor de prestigio...
Este genio, que fue capaz de poner patas arriba al país entero con su estelar aparición a mediados de los años noventa, cumplirá el próximo mes de mayo los 82 años de edad. Le deseamos por supuesto muchos años más de vida, pero no podía demorarse mucho más la apertura de un hilo homenaje a su obra y su trayectoria. Es casi una obligación moral el tener un recuerdo para su figura mientras aún se encuentra entre nosotros.
Siempre olvidado injustamente a la hora de recitar la lista de andaluces universales, conviene recordar que la magia de Chiquito ha conquistado por igual a gente de toda clase social, raza, sexo o religión.
Nacido en el malagueño barrio de "Calzada de la Trinidad", se subió a los escenarios por primera vez a la edad de 8 años. Debido a su corta edad, se le adjudicó el apelativo de "Chiquito", lo que unido a su lugar de nacimiento, dio lugar a su nombre artístico dentro del mundo del flamenco y por el que hoy día millones de personas le conocemos.
Sobra decir que pese a su actual estado de retiro, sobre todo tras el fallecimiento de su esposa, su vigencia sigue siendo total y a menudo se le recuerda y asocia con noticias de la actualidad, siendo el caso más reciente el del presidente Blatter.
Un artículo del año 94 describe con acierto la fulgurante aparición de este coloso del humor dentro del panorama televisivo de la época:
(...)Se trata de un hombre de mediana edad, gaditano probablemente, que «acciona» los chistes más que contarlos, y es de tal calibre su vis cómica, el magnetismo que ejerce sobre la risa del prójimo, que no bien se levanta de su asiento, la gente, desde el propio Pepe Carrol hasta los técnicos del estudio, pasando por el público de plató, los telespectadores y los compañeros cuentachistes se descojonan de risa.
Y lo curioso es que el humor de Chiquito de la Calzada no es escatológico, ni genital, ni de anciana que resbala sobre una piel de plátano, esto es, no es un humor «español» al uso, sino que nace de las travesuras de la inteligencia y de los guiños surrealistas de la razón. Chiquito de la Calzada ha sido el personaje del verano en televisión, y aunque a partir de ahora invadirá el medio una turba de sujetos grotescos y risibles (los contertulios, las estrellas, los políticos del Régimen), espero que consolide su cetro en el otoño. Los chistes que cuenta son malísimos, pero nadie sería capaz de contarlos tan bien como él.
Su grandeza no se reduce a ser el creador de palabras como "jaaarl" o"gromenauer", ni a dar un giro al surrealismo con expresiones como: "Tengo un amatoma en el fistro diodenal..." No. Es mucho más que eso.
Su presencia y su arte tuvieron la suficiente magnitud como para haber hecho posible la creación de todo un "universo Chiquito". Un universo tan grande como para que otros humoristas habitasen en él e incluso lo expandiesen, creando lugares imaginarios como "Chiquitistán", con su propia bandera, idioma y costumbres.
Este es el caso de Lucas Grijander, que subiéndose en la ola propiciada por Chiquito, llegó incluso a publicar un diccionario de chiquitistaní. También se recuerdan sus doblajes de películas y de canciones, todas ellas pasadas por el filtro "chiquitesco".
Su incursión en el cine nos deja una trilogía de obras maestras del género cómico que sin duda el tiempo colocará en el lugar que se merece.
-Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera.
-Brácula: Condemor II
-Papa Piquillo.
Algo importante a reseñar además de su genialidad, es su generosidad y la ausencia de ego personal. Mientras que otros solo quieren la cámara para sí mismos, ser el centro de atención y acaparar toda la atención, Chiquito siempre destacó también por su falta de egoísmo y de ambición malsana. Este ser de luz no solo brilla por sí mismo sino que es feliz de que compañeros suyos también obtengan éxito y reconocimiento.
¿Quien no ha repetido alguna vez los mágicos movimientos del maestro? Es lenguaje universal entre españoles de bien, un simple amago de replicar sus pasos y todo el mundo entenderá lo que estamos haciendo sin decir una sola palabra.
Chiquito une, y nos deja un gran legado que permanecerá para siempre.
Pocas cosas nos unen a todos los españoles de bien de forma tan unánime como lo hacen la admiración y el respeto por este excelso humorista. Único en su estilo, pionero, innovador, figura mediática.
Ese es don Gregorio Sánchez Fernández.
En este tiempo de fugaces estrellatos gracias a Youtube o a la prensa del corazón, no está de más reconocer el mérito del polifacético Chiquito. Cantaor, humorista, actor de prestigio...
Este genio, que fue capaz de poner patas arriba al país entero con su estelar aparición a mediados de los años noventa, cumplirá el próximo mes de mayo los 82 años de edad. Le deseamos por supuesto muchos años más de vida, pero no podía demorarse mucho más la apertura de un hilo homenaje a su obra y su trayectoria. Es casi una obligación moral el tener un recuerdo para su figura mientras aún se encuentra entre nosotros.
Siempre olvidado injustamente a la hora de recitar la lista de andaluces universales, conviene recordar que la magia de Chiquito ha conquistado por igual a gente de toda clase social, raza, sexo o religión.
Nacido en el malagueño barrio de "Calzada de la Trinidad", se subió a los escenarios por primera vez a la edad de 8 años. Debido a su corta edad, se le adjudicó el apelativo de "Chiquito", lo que unido a su lugar de nacimiento, dio lugar a su nombre artístico dentro del mundo del flamenco y por el que hoy día millones de personas le conocemos.
Sobra decir que pese a su actual estado de retiro, sobre todo tras el fallecimiento de su esposa, su vigencia sigue siendo total y a menudo se le recuerda y asocia con noticias de la actualidad, siendo el caso más reciente el del presidente Blatter.
Un artículo del año 94 describe con acierto la fulgurante aparición de este coloso del humor dentro del panorama televisivo de la época:
(...)Se trata de un hombre de mediana edad, gaditano probablemente, que «acciona» los chistes más que contarlos, y es de tal calibre su vis cómica, el magnetismo que ejerce sobre la risa del prójimo, que no bien se levanta de su asiento, la gente, desde el propio Pepe Carrol hasta los técnicos del estudio, pasando por el público de plató, los telespectadores y los compañeros cuentachistes se descojonan de risa.
Y lo curioso es que el humor de Chiquito de la Calzada no es escatológico, ni genital, ni de anciana que resbala sobre una piel de plátano, esto es, no es un humor «español» al uso, sino que nace de las travesuras de la inteligencia y de los guiños surrealistas de la razón. Chiquito de la Calzada ha sido el personaje del verano en televisión, y aunque a partir de ahora invadirá el medio una turba de sujetos grotescos y risibles (los contertulios, las estrellas, los políticos del Régimen), espero que consolide su cetro en el otoño. Los chistes que cuenta son malísimos, pero nadie sería capaz de contarlos tan bien como él.
Su grandeza no se reduce a ser el creador de palabras como "jaaarl" o"gromenauer", ni a dar un giro al surrealismo con expresiones como: "Tengo un amatoma en el fistro diodenal..." No. Es mucho más que eso.
Su presencia y su arte tuvieron la suficiente magnitud como para haber hecho posible la creación de todo un "universo Chiquito". Un universo tan grande como para que otros humoristas habitasen en él e incluso lo expandiesen, creando lugares imaginarios como "Chiquitistán", con su propia bandera, idioma y costumbres.
Este es el caso de Lucas Grijander, que subiéndose en la ola propiciada por Chiquito, llegó incluso a publicar un diccionario de chiquitistaní. También se recuerdan sus doblajes de películas y de canciones, todas ellas pasadas por el filtro "chiquitesco".
Su incursión en el cine nos deja una trilogía de obras maestras del género cómico que sin duda el tiempo colocará en el lugar que se merece.
-Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera.
-Brácula: Condemor II
-Papa Piquillo.
Algo importante a reseñar además de su genialidad, es su generosidad y la ausencia de ego personal. Mientras que otros solo quieren la cámara para sí mismos, ser el centro de atención y acaparar toda la atención, Chiquito siempre destacó también por su falta de egoísmo y de ambición malsana. Este ser de luz no solo brilla por sí mismo sino que es feliz de que compañeros suyos también obtengan éxito y reconocimiento.
¿Quien no ha repetido alguna vez los mágicos movimientos del maestro? Es lenguaje universal entre españoles de bien, un simple amago de replicar sus pasos y todo el mundo entenderá lo que estamos haciendo sin decir una sola palabra.
Chiquito une, y nos deja un gran legado que permanecerá para siempre.
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