Hola todos,
Necesito contaros lo que me pasó ayer en el Rivera de Castelldefels (BCN) y que me deis vuestra más sincera opinión. No os aburriré con detalles.
Estuve hablando con una chica, una tal Carolina, de Hungría, 20 años edad. Simpática, algo tímida, pero me dice que se va dentro de una semana y que le gustaría ir a la suite conmigo. Le digo que si quiere le pago más de lo que vale la suite y me la llevo a mi casa o a un hotel. Me dice que no me conoce todavía (tiene su razón), etc. Le digo que si quiere subo con ella a la habitación media hora y que allí verá que no soy un mal tío, etc. Insiste con lo de la suite y al final me dice que si voy con ella (y nos conocemos un poco mejor) luego se viene conmigo a casa o al hotel. Le pregunto si nos contarán el tiempo en la suite y me dice que no. La verdad es que la chica era un bombón, así que tras hacerme un poco el duro suelto los ¡¡¡360!! euros del ala, aunque ella en un principio me dijo que eran 300.
Bueno, vamos hacia la suite: una señora la prepara, pone el yacuzzi en marcha, deja las toallas, trae champán… Todo un lujo (también lo había pagado, no?). La chica se quita la ropa y, ¡atención!, m sorprende con unos pechos perfectos, no me los imaginaba así para nada. Una talla 85. Se quita el pantalón y me sorprendo de nuevo al ver su pubis depilado y con una rayita encima, vamos,, como a mi me gusta. Desnuda aún era más bonita. Nos metemos en el jacuzzi, me pregunta si puede fumarse un cigarro, tomamos champán y me dice que vayamos a la cama. Me hace un masaje y observo que es una ternura. Le hago un masaje a ella y de paso disfruto con sus curvas. Pero, la verdad, lo que me apetecía era comerle sus partes bajas. No algo que haga habitualmente, pero viendo lo limpia (y lo buena) que estaba no lo dudé. Bocatto di Cardinale. Una gozada. Me acuerdo ahora y me pongo malo. Pero, ¡atención! Cuando llevo un rato con la faena me dice: “Sólo has pagado por una hora y ya se ha cumplido, ¿qué hacemos?” Por supuesto, intentaba sacarme más pasta. Le digo: Aún faltan 10 minutos, vamos a acabar rapidito. Bueno, con los nervios me cuesta que se me ponga dura. El caso es que la chica me empieza a hacer una paja (muy bien, por cierto) y me empieza a morrear. Ahí me a dao, eso es lo que más me gusta. Me corrí en tres minutos.
Y ahora viene lo mejor. Le digo: “Ahora te vendrás conmigo a casa, ¿verdad?, ¿No me habrás engañado y me dirás que no?” Me dice: “Sí, si que voy a ir contigo, claro. Eso sí, déjame que esté por aquí trabajando un rato más vale?” “OK”, le digo. Al bajar me dice “Espérame que ahora salgo”. En eso que en el local me encuentro con una chica con la que he estado en varias ocasiones, me dice que suba con ella y le explico lo sucedido. Me suelta: “no te fíes de las chicas. Muchas veces decimos cosas que luego no cumplimos. Seguro que no baja”. Le digo “Claro que va a bajar, cómo me va a engañar”. Pasan 15 minutos, 30, 1 h… Y entonces decido ver si está por la zona donde se espera tras pagar, ya sabéis lo que habéis estado por allí. ¡La veo! Pero ella a mi no. Se pone a hablar con un marroquí y me salgo hacia el local para esperarla. Siguen pasando los minutos. A todo eso mi amiga: “Lo que te he dicho, esa chica no viene, lo sabré yo”. Pues tenía razón, porque no apareció. Estuve hasta las cinco menos diez (llegué a la 01:30 y acabe a las 2 y cuarto). Casi dos horas y media esperando. Seré gilipollas!!!!
En el tiempo que estuve pude darme cuenta de que el marroquí era un securata de paisano. Me dirigí a un securata con uniforme y le expliqué lo sucedido. Este me remitió a los de la entrada. Cuando les dije que quería hablar con ellos se hacían los locos y el que parecía ser el jefe (el sudamericano que está siempre en la puerta) dijo que se iba un momento (a escaquearse, desde luego) y que ahora volvería. Vuelve y no me dice nada, pasa un minuto y le digo. “Perdona, ¿puedes atenderme?. Me dice “Si es una reclamación tiene que ser después de la cinco” Le digo que no es una reclamación, sino tan sólo un comentario”. Le explico lo que pasa y me dice que las chicas a veces mienten o que a lo mejor le ha pasado algo, etc. Y que ellos no pueden hacer nada. Que busque al marroquí. No lo encontré y me largué.
Bueno, concluyendo. La niña seguro que pensó: “Hoy ya he hecho el día, paso de currar más”. Me siento estafado y desanimado. ¿Me han tomado el pelo por ser un buen tío? ¿A estas chicas hay que tratarlas mal para que te respeten? ¿Cómo puede una niña de 20 años tomarle el pelo a un tío de casi 40 como yo?
No sé, decidme algo. Si alguien sabe el número de teléfono del Riviera le ruego que me lo pase, pues me gustaría llamar hoy y con la excusa de que se dejó algo en mi bolsillo o en mi cartera intentar que se ponga. Otra opción es ir la semana que viene por la tarde (me dijo que ella empezaba a currar a las 18:00) y que me explique lo sucedido. Ya me imagino la excusa: Me puse mala..., subí con otro cliente…
Por cierto, que nadie piense que soy un tío con mala apariencia, mal educado, dejado, etc. Creo que soy un tío majete, ni feo ni guapo, con buena conversación, no me emborracho nunca y que no le resulta desagradable de ver. Lo digo por si alguien piensa que la chica no quiso ir conmigo por lo contrario.
Insisto: dadme vuestra opinión y echadme un cable, lo necesito.
Gracias