Es buena filosofía de vida, a fé mía, pero yo no he llegado a eso. Seré la persona con menos autoestima que conozco, menos incluso que algunos hermanos foriles sobradamente mencionados, y para colmo suelo arrejuntarme a especímenes peores que yo.
No soporto que me llamen buena persona, y es algo que me sucede con frecuencia. Es más, muchas veces me preguntan por qué me comporto así con la gente, y yo contesto que por qué no debería de hacerlo, que me parece lo natural. Bien es verdad que lo que recibo como correspondencia es una patada al rincón de los trastos que no me gusta ver pero que sé que me volverán a hacer falta, y así una y otra vez. Lo he contado en otras ocasiones, pero lo peor que me han llamado en mi vida, y que me hace llorar, es "inofensivo".