Puede que la clave esté en adaptarse a lo que la vida te va ofreciendo en cada etapa. Porque desde luego ella no se va a adaptar a nuestras demandas.
Hace algunos años viví una situación parecida a la de Zaratrusta. Creo que yo estaba más desesperada todavía, plena eferverscencia del romanticismo y tal. Quería y creía enamorarme de cada mirada, de cada gañán que me tiraba, de cada eyaculación sobre mi estómago. Quería cariño y amor, pero no lo encontraba. Sólo tenía sexo, y visto lo visto, no estaba tan mal. Si eso era lo que tenía, lo iba a aprovechar. Ni siquiera tenía derecho a quejarme, porque otras personas ni siquiera tenían eso. Pero algo más, algo más. Yo necesitaba algo más.
Durante un par de año me estuve tirando a todo aquel que me gustase y se dejara. Ninguno de mis colegas me creía cuando decía que yo no quería eso en realidad, se reían de mi y me decían “Totoparranda” Y sí que sufría, y mucho, porque a veces me enamoraba. Ni podía ni quería evitarlo, yo quería sentir. Ninguno se colgaba de mí en aquella época. Y yo intuía, sospechaba… que laculpa era mía por no ser lo suficientemente divertida, atractiva, difícil o borde para ellos. Por ser demasiado cercana. Pero ahora, en la distancia, lo veo diferente: era simplemente una cuestión de incompatibilidad total, porque joder, yo no sé que tenía en común con los individuos con los que me encamaba.
Un día, no voy a decir que sin buscarlo, conocí a alguien . Que de entrada, no quería sexo.
Quería a alguien a quien querer. Y me preguntaba cómo me sentía, me ponía el pelo detrás de la oreja y me subía la camisa cuando se me bajaba y enseñaba demasiado.
A veces me recrimina, un poco en broma y un mucho en serio, mi promiscuidad anterior. Pero que cojones, que me quiten lo bailao. Aunque no se que habría sido de mí si no hubiese encontrado a esta persona. No se si podría haber soportado otro “yo no quiero nada serio”.
Con esta apasionante perorata sobre mi vida y milagros, el mensaje que te quiero transmitir es que no dejes de buscar, pero que no vivas para hacerlo. Que disfrutes de lo que tienes, y si de momento es sexo lo que te toca, felicidades y aprovéchalo. Siempre nos va a faltar algo, siempre vamos a echar algo en falta.
Es curioso ver lo rápido que olvidamos las malas rachas. Durante mucho tiempo sufrí muchísimo. Y al recordarlo, apenas siento un hormigueo, en comparación con el dolor y el vacío que me atenazaba. Algunos colegas de esa época me recuerdan lo mal que estuve, y me describen cosas que dije y que hice. Y yo apenas las recuerdo en una nube borrosa. Leo escritos de esa época y no me reconozco en ellos. He tenido que leer un post como este, y oir esa canción por la radio (todo a la vez, estos dos factores aislados no han sido capaces de hacerme recordarlo) para evocar aquella época gris.
Espero que tú también olvides esa sensación pronto, y releas tu post con la sensación de que fue otra quien lo escribió.
https://www.goear.com/listen/c5d7d56