el mas glande rebuznó:
Mira si tú decías que eres científico no puedes negar la evidencia. Y mucho menos deci barbaridades como la de la inversa de la probabilidad. ¿Eso por qué?
Te remito a la estadística básica que habrías estudiado en primero de carrera si fuera cierto que eres licenciado en física. El valor esperado del número de experimentos necesario para obtener una probabilidad experimentalmente aceptable de que se manifieste un suceso aleatorio de probabilidad
p es 1/p
Menudo as te has sacado de la manga macho.
Si, qué tramposo soy, usar estadística en medio de una discusión sobre probabilidades. A ver si miramos un poquito las cosas antes de hablar
Jajaj. Lo que yo quiero decir es que las teorías de la ciencia son mucho más concluyentes que las de ningún pensador, religioso o no, que apueste por la existencia de Dios.
Ergo según tu, creyente = tonto.
No está mal. Al menos deja entrever lo enormemente parcial que eres, y por otro lado que, a pesar de tus proclamas por el objetivismo científico, eres un prejuicioso de la hostia, lo cual es una de las peores cualidades para un científico.
Hoy en día, tras muchos siglos de avances, podemos decir que no hay más dios que cada uno en nuestro interior. No hay un ser supremo ni nada por el estilo. Yo creo que lo único que se puede semejar a la idea de Dios es un cúmulo energético capaz de provocar la vida. Como fue el Big Bang y como sucederá de nuevo inevitablemente. La teoría del ciclo es la más coherente, sin ninguna duda. Y mirando a lo pequeño también se puede ver, como dice El Inevitable Retorno GHZ. Para mi todas las moléculas se pueden considerar como galaxias, y como tales, en muchas habrá vida inteligente igual que la nuestra, más o menos. Y nosotros simplemente formamos parte de este entramado cíclico. Somos factores determinantes para las moléculas, pero seres despreciables a nivel cósmico. Para mi lo único parecido a Dios, es la energía. Y la energía no es Dios.
Vale, Paul Davies. A mi me parece genial que creas semejante amalgama cienciológica que tan de moda estuvo hace 10 años. No me sorprende que no seas capaz de creer en nada, si consideras que semejante parida es el único compromiso viable entre ciencia y creencia.
El problema, como te expliqué en otro post y no me hiciste ni caso, es que te empeñas en aplicar conceptos cientifistas en un ámbito que no admite semejantes definiciones. Cometes el mismo error que los primeros frenólogos, que creían que podían explicar cualquier fenómeno psíquico, y por extensión todo el arte, mediante simplemente una descripción funcional del cerebro. Así les fué como les fué.
Uno tiene que tener claro de qué tema está hablando, y cuales son las aproximaciones modélicas apropiadas. La ciencia no es una "herramienta mágica" que resuelve cualquier misterio. La ciencia es un método inductivo que extrae comportamientos sistemáticos de cualidades físicamente medibles y repetibles, de modo que luego establece predicciones futuras en condiciones afines. En campos como el arte o la religión, esos preceptos básicos no son aplicables, y usar argumentos científicos de dudosa validez sólo manifiesta una actitud dogmática, comparable a la de los filósofos griegos que trataban de explicar la dinámica de los cuerpos mediante argumentos teleológicos o esencialistas (la roca cae porque su esencia es caer).
Yo prefiero adoptar una postura racional con lo que respecta a ese tema, y dicha postura nos lleva a concluir que el único método válido en el análisis teológico es el silogismo y, en muchos casos, la fé pura y dura. Se trata de un campo no experimental y en que las hipótesis no son contrastables. Si empezamos a hablar de fotones y de plegamientos riemannianos en ese ámbito, algo está funcionando horriblemente mal.
Aunque claro, queda tan contundente hablar de cuántica que hay gente que prefiere pervertir su validez argumental con tal de conseguir el golpe de efecto emocional.