Juvenal
Clásico
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- 23 Ago 2004
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COMO SIEMPRE O EL AMANECER EN LA DORDOÑA
No es agradable contemplar los amaneceres de marzo en la Dordoña, una neblina pegajosa y húmeda cala hasta el tuétano; las primeras horas del alba son gélidas, y más si alguien sabe que va a morir.
A mi izquierda se hallaba, atusándose impaciente los bigotes, el coronel Jean-Yves Dussolier, barón de Beynac, y a mi derecha se encontraba, algo bebido, el abogado Christophe Gagnan, que se había atrevido a cuestionar públicamente la fidelidad de Marie-Louise Dussolier.
Me coloqué al lado de los padrinos y vi que ambos se alejaban hasta colocarse en la distancia convenida. Luego, dos disparos y la llamada habitual...
—Docteur, docteur! Vite, vite!
Corrí lo más rápido que pude, pero, como siempre, lo único que pude hacer fue certificar la muerte. Una certera bala había atravesado el corazón de Gagnan. Desde luego, nadie se preocuparía mucho por aquel asunto, todos los periódicos se hallaban dedicados a Dreyfus, aquel oficial judío.
Aquella misma noche volví a reunirme con la baronesa.
No es agradable contemplar los amaneceres de marzo en la Dordoña, una neblina pegajosa y húmeda cala hasta el tuétano; las primeras horas del alba son gélidas, y más si alguien sabe que va a morir.
A mi izquierda se hallaba, atusándose impaciente los bigotes, el coronel Jean-Yves Dussolier, barón de Beynac, y a mi derecha se encontraba, algo bebido, el abogado Christophe Gagnan, que se había atrevido a cuestionar públicamente la fidelidad de Marie-Louise Dussolier.
Me coloqué al lado de los padrinos y vi que ambos se alejaban hasta colocarse en la distancia convenida. Luego, dos disparos y la llamada habitual...
—Docteur, docteur! Vite, vite!
Corrí lo más rápido que pude, pero, como siempre, lo único que pude hacer fue certificar la muerte. Una certera bala había atravesado el corazón de Gagnan. Desde luego, nadie se preocuparía mucho por aquel asunto, todos los periódicos se hallaban dedicados a Dreyfus, aquel oficial judío.
Aquella misma noche volví a reunirme con la baronesa.