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Guest
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Este es el primer hilo que comienzo. Y lo comienzo después de haber presenciado varias situaciones, no ya en este foro, sino también en otros lugares. Una duda ha llegado a mi cabeza:
¿Por qué existe hoy, entre la juventud, un complejo de inferioridad tan grande, manifestado en un exhibicionismo sin escrúpulos y en una falta de confianza descomunal?
... Un exhibicionismo y una desconfianza en sí mismos y en los demás que no les permite progresar, ni intelectual ni socialmente, ya que parecen haber centrado su vida en unos objetivos ilusorios y/o ficticios (como el que lleva toda la vida soñando con un Mercedes y, cuando se lo compra, - porque ha tenido suerte con la Lotería o porque se ha hipotecado hasta el pubis - hace el capullo delante de todo el vecindario mostrando el coche, lo bien que pita y lo mucho que corre.) Bien, si esto lo haces con un objeto material, allá tú y tu vergüenza. El problema es cuando metes en ese saco a otro ser, generalmente humano y del sexo contrario, y pretendes que te valoren por la apariencia física de esa otra persona. Es ahí cuando realmente hay que ir con cuidado, porque es síntoma de que algo no funciona bien en tu cabeza.
Una persona que sea consciente de sus actos se comportará de una forma comedida, facilitando al máximo el acercamiento a su "objeto de deseo". Y lo hará analizando los "pros" y los "contras". Y verá si esa persona a la que se quiere acercar le corresponde. Y comprobará si encajan. Todo este proceso, según las intenciones, puede ser increíblemente rápido o más ralentizado (no me gusta hablar de tiempo: si algo ha de llegar, llega, pero siguiendo los cauces normales de tu vida, no arriesgando como un inconsciente...) Lo importante, por encima de las intenciones, son las formas: puede ser que sólo quieras echar un casquete, pero el hecho de que el(la) acepte ya merece un respeto, porque cuando se va a pegar un polvazo, se tienen que divertir los dos. El hecho mismo se convierte en algo más lúdico cuando el otro te demuestra que se lo está pasando tan bien como tú (o más), lo que ya sirve para alimentar tu ego, con el típico pensamiento ese de que ya "sirves para algo"...
Me he encontrado con casos en los que, tanto él como ella, querían impresionar a sus respectivas familias y amigos con su pareja, y acabaron dándose cuenta de que, al único que querían, era a su propio ombligo, pero se sentían tan bajos de moral que tenían que demostrarse a sí mismos (y - equivocadamente - a los demás) que eran capaces de ligar, el uno, con una chica increíble, y la otra, con un supuesto intelectual. Vamos, que no pegaban ni con cola y ni se entendían, pero allí estaba la morena macizorra y el "gayolo cuatro-ojos", representando un papel que era dificil de asumir por las respectivas familias, pero que rellenaba su maltrecho "yo".
Esa relación duró lo que tardó un "cachitas" en hacerle mimitos a la morena, porque ésta respondía a sus hormonas y caprichos. Y ya podeis haceros una idea del bajón que le vino al empollón. Todo por no pararse a ver lo que hacía.
Realmente, hoy en día veo muchos casos así. Gente que no se tiene la más mínima autoestima, quizás porque dependen mucho de "papá" y "mamá". He llegado a leer aquí incluso a uno que se enorgullecía de haber puesto su primera lavadora... Joder, no hay que ser tan patético, que seguro que somos muchos los solteros que sabemos llevar nuestra casa y NO HACE FALTA DECIRLO. Tu orgullo es para tí, para que te llene y te ayude a afrontar cada día con un poco más de conocimiento. No tiene sentido pavonearse ante desconocidos de algo que, simplemente, se hace o no se hace, y pertenece al ámbito de tu vida privada.
Sólo es cuestión de conocerse uno mismo y sus posibilidades, e intentar hacer lo posible por aumentarlas, estudiando tu propio carácter, teniendo experiencias... Con paciencia y tiempo todo llega, y la mejor forma de estar preparado es, sencillamente, vivir con la cabeza en su sitio. Una de las cosas más importantes a controlar es el carácter. El carácter es, a la larga, el que nos hace triunfar o el que nos hunde en la más cochambrosa ruina. Los demás "defectillos", principalmente los físicos, ni se ven cuando tienes una personalidad definida y cauta (¿cuántas veces habremos escuchado eso de "está un poco p'alla, pero tiene muy buen fondo y le quiero."?) Añadiré que, si quieres comenzar con una persona en serio, o medio en serio, lo primero que tienes que hacer es darle un voto de confianza, ya que si esa persona quiere estar junto a tí, no la traicionará. Y si no quiere, pues sencillamente no te merece. Algo así le debieron decir al "cuatro-ojos" su madre y sus tías, porque las mujeres, al estar en el lado en el que pueden pararse a pensar, tienen algo más de sentido común. ¡Ojo, no todas!, porque las hay que quieren correr mucho y vivir muchas cosas en poco tiempo, y acaban peor que los chicos, porque la mayoría de las veces son más frágiles de lo que quieren mostrar. Esas muchachas no confían ni en sí mismas y se dejan llevar por la vida, tomando erróneamente el eslógan "lo que tenga que ser, será."
"Lo que tenga que ser, será", es una frase válida, pero tienes que situarlo dentro del contexto de tu vida normal. Tentar la suerte pensando que no te pasará nada porque "todo está escrito" es una necedad, como también lo es tratar a otra persona como si fuera un trofeo.
En fin. Es mi opinión.
EDITO: No he usado la Vista Preliminar para evitar la edición del mensaje, pero ha sido un descuido de primerizo. Es más sencillo contestar que exponer. Disculpad.
¿Por qué existe hoy, entre la juventud, un complejo de inferioridad tan grande, manifestado en un exhibicionismo sin escrúpulos y en una falta de confianza descomunal?
... Un exhibicionismo y una desconfianza en sí mismos y en los demás que no les permite progresar, ni intelectual ni socialmente, ya que parecen haber centrado su vida en unos objetivos ilusorios y/o ficticios (como el que lleva toda la vida soñando con un Mercedes y, cuando se lo compra, - porque ha tenido suerte con la Lotería o porque se ha hipotecado hasta el pubis - hace el capullo delante de todo el vecindario mostrando el coche, lo bien que pita y lo mucho que corre.) Bien, si esto lo haces con un objeto material, allá tú y tu vergüenza. El problema es cuando metes en ese saco a otro ser, generalmente humano y del sexo contrario, y pretendes que te valoren por la apariencia física de esa otra persona. Es ahí cuando realmente hay que ir con cuidado, porque es síntoma de que algo no funciona bien en tu cabeza.
Una persona que sea consciente de sus actos se comportará de una forma comedida, facilitando al máximo el acercamiento a su "objeto de deseo". Y lo hará analizando los "pros" y los "contras". Y verá si esa persona a la que se quiere acercar le corresponde. Y comprobará si encajan. Todo este proceso, según las intenciones, puede ser increíblemente rápido o más ralentizado (no me gusta hablar de tiempo: si algo ha de llegar, llega, pero siguiendo los cauces normales de tu vida, no arriesgando como un inconsciente...) Lo importante, por encima de las intenciones, son las formas: puede ser que sólo quieras echar un casquete, pero el hecho de que el(la) acepte ya merece un respeto, porque cuando se va a pegar un polvazo, se tienen que divertir los dos. El hecho mismo se convierte en algo más lúdico cuando el otro te demuestra que se lo está pasando tan bien como tú (o más), lo que ya sirve para alimentar tu ego, con el típico pensamiento ese de que ya "sirves para algo"...
Me he encontrado con casos en los que, tanto él como ella, querían impresionar a sus respectivas familias y amigos con su pareja, y acabaron dándose cuenta de que, al único que querían, era a su propio ombligo, pero se sentían tan bajos de moral que tenían que demostrarse a sí mismos (y - equivocadamente - a los demás) que eran capaces de ligar, el uno, con una chica increíble, y la otra, con un supuesto intelectual. Vamos, que no pegaban ni con cola y ni se entendían, pero allí estaba la morena macizorra y el "gayolo cuatro-ojos", representando un papel que era dificil de asumir por las respectivas familias, pero que rellenaba su maltrecho "yo".
Esa relación duró lo que tardó un "cachitas" en hacerle mimitos a la morena, porque ésta respondía a sus hormonas y caprichos. Y ya podeis haceros una idea del bajón que le vino al empollón. Todo por no pararse a ver lo que hacía.
Realmente, hoy en día veo muchos casos así. Gente que no se tiene la más mínima autoestima, quizás porque dependen mucho de "papá" y "mamá". He llegado a leer aquí incluso a uno que se enorgullecía de haber puesto su primera lavadora... Joder, no hay que ser tan patético, que seguro que somos muchos los solteros que sabemos llevar nuestra casa y NO HACE FALTA DECIRLO. Tu orgullo es para tí, para que te llene y te ayude a afrontar cada día con un poco más de conocimiento. No tiene sentido pavonearse ante desconocidos de algo que, simplemente, se hace o no se hace, y pertenece al ámbito de tu vida privada.
Sólo es cuestión de conocerse uno mismo y sus posibilidades, e intentar hacer lo posible por aumentarlas, estudiando tu propio carácter, teniendo experiencias... Con paciencia y tiempo todo llega, y la mejor forma de estar preparado es, sencillamente, vivir con la cabeza en su sitio. Una de las cosas más importantes a controlar es el carácter. El carácter es, a la larga, el que nos hace triunfar o el que nos hunde en la más cochambrosa ruina. Los demás "defectillos", principalmente los físicos, ni se ven cuando tienes una personalidad definida y cauta (¿cuántas veces habremos escuchado eso de "está un poco p'alla, pero tiene muy buen fondo y le quiero."?) Añadiré que, si quieres comenzar con una persona en serio, o medio en serio, lo primero que tienes que hacer es darle un voto de confianza, ya que si esa persona quiere estar junto a tí, no la traicionará. Y si no quiere, pues sencillamente no te merece. Algo así le debieron decir al "cuatro-ojos" su madre y sus tías, porque las mujeres, al estar en el lado en el que pueden pararse a pensar, tienen algo más de sentido común. ¡Ojo, no todas!, porque las hay que quieren correr mucho y vivir muchas cosas en poco tiempo, y acaban peor que los chicos, porque la mayoría de las veces son más frágiles de lo que quieren mostrar. Esas muchachas no confían ni en sí mismas y se dejan llevar por la vida, tomando erróneamente el eslógan "lo que tenga que ser, será."
"Lo que tenga que ser, será", es una frase válida, pero tienes que situarlo dentro del contexto de tu vida normal. Tentar la suerte pensando que no te pasará nada porque "todo está escrito" es una necedad, como también lo es tratar a otra persona como si fuera un trofeo.
En fin. Es mi opinión.
EDITO: No he usado la Vista Preliminar para evitar la edición del mensaje, pero ha sido un descuido de primerizo. Es más sencillo contestar que exponer. Disculpad.