Cannabis rebuznó:
A esos y a muchos sumillers de vinos, por no decir todos. Que no quiere decir que no pueden hacer un buen trabajo maridando, pero en la mayoría (totalidad?) de ocasiones, dependen de un restaurante, bodega o patrocinador y se ven empujados a destacar las maravillas de los caldos más caros.
Yo distingo la Coca Zero (que es la que me va y tengo las narices peladas de degustarla) de la normal (más dulzona) y de la light (asquerosa, con ese sabor metálico a sacarina). Pero esta última la puedo confundir con el brebaje de IKEA o la Chochocola del paki. Es cierto que hay diferencias en la cantidad de gas dependiendo del envase, pero unos grados arriba o abajo en la temepratura de servicio, influyen mucho más que una parte por millón más de sodio en el agua -que por otro lado, tratan antes de mezclar-.
Una buena prueba a ciegas les hacía yo (no se dejan, lo he intentado con alguno medio famosillo de Barcelona) y me la juego a que distinguirían como todo quisqui entre tipos de vino, los más narigudos entre tipo de uva (si no son mezclas complicadas), alguno entre categorías (crianza, reserva, gran reserva) siendo generoso y ninguno entre añadas. Y a más de uno y de 20 se le podrían meter vinachos de todo a 100 como joyitas y caerían como pardillos.
Mucho esnobismo es lo que hay. Aplicable a muchas cosas más.
Venga va, os cuento el anecdotón, que no se si ya habré contado hace siglos con otro nick.
Tengo un cuñado (no el que se muere, sino otro) que es multimillonario. Está casado con mi hermana, es alemán y aunque la fortuna le viene de familia y está familiarizado con la riqueza, es un poco tontín.
El caso es que de siempre se las ha dado de buen conocedor de vinos y, aunque es indudable que tiene una buena bodega en su casa, con vinos españoles, franceses e internacionales de mucho nivel y precio, y que alterna en los mejores restaurantes allí donde va, lo cierto es que su conocimiento sobre vinos es nulo.
Mi padre, que si que es un buen catador de vinos y que es de los que no se fija en los precios sino en la calidad también tiene una buena bodega y cada vez que va mi cuñado a su casa, le ofrece un buen vino en las comidas o cenas.
El caso es que un día mi cuñado llevó a mi padre un vino carísimo para cenar y tras probarlo, mi padre comentó que le parecía un vino regular. Mi cuñado se molestó un poco (pues seguro que compró el mas caro de la vinoteca del club del gourmet del corte inglés, que es donde compra siempre) y le retó a que le ofreciera un vino mejor para la cena del día siguiente.
Mi padre es un hombre serio, pero se tomó el reto con humor y sacó una botella vacía de Pingus que guardaba de recuerdo (para el que no entienda de vinos, es un vino que cuesta unos 800 € la botella) y la rellenó con un rioja de unos 4 euros (concretamente un Siglo botella de saco). El Siglo es un vino decente aunque barato.
El caso es que mi cuñado acabó la cena alabando el pedazo de vino con el que habían cenado y diciendo que el bouquet del Pingus era inigualable. Su vino favorito, vamos.
Estoy con Cannabis en que ni la décima parte de los que van de entendidos en un restaurante, sabría siquiera distinguir un reserva de un cosecha, y mucho menos el tipo de uva o la región de donde proviene. Conocen unas cuantas marcas tipo, con las que quedan bien si las piden, pero que si les dan cualquier otra, ni se enterarían.
FIN.