Laia
Nombre “artístico”: Laia
Nacionalidad: Catalana
Edad: veintitantos
Dirección: Gràcia, cerca de Lesseps
Teléfono: 638.246.044
Web:
https://www.loquo.com/ps/servicios/...-catalana-deliciosa-massatges-privats/7667469
¿Qué tal se aparca?: Fatal, la calle está en obras, y Lesseps también, ve en metro, my friend, ve en metro.
Fecha de la experiencia: mediados de febrero
Tarifas aplicadas: 90 con francés natural
Duración del servicio: 1h
Descripción física: Como una venus esteatopigica
¿Fuma?: Si, pero sólo en la cocina y con el estractor, ni ella ni la casa huelen a tabaco
Vestimenta: me abrió con una bata, que dejó caer al iniciar el masaje Ambientación: Piso pequeño, parece que sea su casa
Tatuajes: He leído que si, pero confieso que no me fijé.
¿Besa en los labios?: Si
Francés: La próxima vez...
Implicación: Total, en todo momento tuve la sensación de que mi placer y bienestar era su objetivo
Chica recomendable: Si, sin duda
Para repetir: Si, seguro
Andaba terriblemente necesitado de cariño, tenía poco tiempo y estaba en el centro. Laia estaba entre mis pendientes, todo lo que había leído era bueno, así que llamé, me dijo que podía atenderme si iba en aquel momento. Mientras me lo decía ya estaba levantado la mano para parar un taxi, así que, a los cinco escasos minutos, estaba en su puerta.
Me abrió en cuanto los obreros que están instalando el ascensor en la finca despejaron la escalera. Me cuenta que está haciendose nuevas fotos, porque alguien le ha dicho que una de las que tiene en los anuncios la hace parecer mayor. La primera impresión fue excelente, risueña y extrovertida, me hizo sentir cómodo enseguida. Me condujo a una habitación con un futón y una camilla.
No sé si sus movimientos eran deliberados, pero instintivos o premeditados, si que eran terriblemente sensuales, cada vez que se agachaba, me dejaba pasar o me daba la toalla, mi erección se consolidaba, es, sin duda, una mujer muy sexual.
Me ofreció ducharme, tras informarme de las tarifas. Le pago por adelantado a pesar de que ella me dice que pague al final. «¡Es que ya tengo el dinero en la mano, mujer!».
Salí de la ducha y me tumbé, mientras me coloco en la camilla ella se despojó de la bata, y descubrí entonces un cuerpo de Venus esteatopigica. Seguro que habéis visto en alguna ocasión esas Venus africanas de formas voluptuosas, pues esa feminidad tan acentuada parece que me conectó con algún instinto ancestral, y me excitó terriblemente.
Tras un buen rato de masaje me di la vuelta para que pudiera seguir con sus caricias. Sea por la visión de Venus africana, por sus besos tiernos, por como me pone los pezones en la boca, por lo quemao que ando últimamente,… sea por lo que sea me corro como un bendito en sus manos. Ella sigue con mimos y caricias, hasta que le pido volver a la ducha.
La próxima vez, ¡porque va ha haberla!, confío completar el servicio, pero no me arrepiento de haberme soltado en sus manos.
foto añadida por pulpoman