Jmiero
Forero del todo a cien
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- 2 Mar 2019
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Joder.Estaba cerca la ruptura. Así que yo no tenía muchas esperanzas en nada. Me dijo que me iba a preparar algo parecido a lo que yo hice con ella. Que, el lunes de la semana, al salir del trabajo, me bajase al bar que hay, que me gusta mucho, que me tenía una sorpresa. Yo esperaba que viniera ella o algo. La sorpresa fue dejarme pagado un menú, que está muy rico, junto a la compañía de mi soledad. Y, de regalo, unas palas de natación y una nota para que fuera a una cafetería que también me gusta mucho. Me dejó pagado allí un café.
Ella estaba en ERTE, así que no curraba. Aún así no vino. A los días me explicó el motivo: la que ahora es su novia había ido a mi casa a comer comida japonesa con ella.
Mi cumpleaños era un domingo. Huelga decir que no lo pasó conmigo, se fue con ella y yo me quedé sólo en casa comiendo ensaladilla rusa del bar de abajo.
Nada de esto se lo conté a nadie porque, sinceramente, me daba vergüenza y pena de mí mismo entonces.
Es la cosa más triste y lacrimógena que he leído en mucho tiempo sin caer en sentimentalismos absurdos.
Si hay suerte, dará con la horma de su zapato y se harán mierda entre ellas, que una pelea entre gatas suele ser tremenda y una siempre termina para enterrarla...