Capitán Hediondo rebuznó:
yo tuve uno hace unos años. perjudiqué el físico de un tío con el que intercambién golpes de puños.
Bueno, queridos seguidores de Hediondo, hoy venimos pisando fuerte.
En primer lugar, fíjense bien en la historia que les presento; una historia llena de violencia, de acción, con mucha intriga y, sobre todo, con un apoteósico final (con juicio injusto y trascendente en la vida de Hediondo incluido). Es decir, un relato con todos los ingredientes necesarios para atraer la ansiada atención del forero. Pero, perciba el perspicaz lector mi hábil jugada, pues no sólo consigo atraer la atención del lector (asunto no menor), también logro trasladar a la opinión foril un nuevo perfil hediondil, esto es, el perfil de una persona valiente, luchadora, impulsiva, fuerte, enérgica e impetuosa. Ya saben, vendiéndole al sector femenino del foro el prototipo de hombre que les va y de paso ganándome el respeto del sector masculino.
Capitán Hediondo rebuznó:
él quedó mal, yo tuve que pagarle más de mil euros y menos de cuatro mil
Aquí aprovecho para meter una de mis famosas gracias.
Fijaros bien, eludo decir la cantidad exacta que pagué al agredido, en vez de eso, doy un intervalo bastante amplio de cantidades monetarias, dando la impresión al lector de que me da vergüenza decir dicha cantidad por lo elevada que es. El emoticono sonrojado aumenta dicho efecto. Como ven, risas mil.
Capitán Hediondo rebuznó:
desde entonces me cuido muy mucho de no desmadrarme en las discusiones. no trae cuenta
Y ya por último, la moraleja de toda fábula.
Efectivamente, las historietas del Capitán Hediondo tienen que tener una labor pedagógica y de concienciación de la juventud. No podemos permitir bajo ningún concepto que Hediondo se convierta en un mal ejemplo para la chavalería. De esta manera, rematamos un fantástico mensaje y no lo convertimos en un “+1” del montón.