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Sí, en parte estoy de acuerdo en la mayoría de lo que dices, pero también hay que contar con el factor sorpresa, en virtud del cual a mí me gustó más la 1ª, luego la 2ª y luego la 3ª, que no considero mala para nada, simplemente los guionistas decidieron tomar ese rumbo de que todo pasara a un segundo plano en función de la aparición del magnate, pero es que eso es absolutamente coherente con la serie y con la realidad histórica retratada, y como tal lo valoro.
En las dos primeras temporadas se nos presentan unos personajes, sus historias, Deadwood con su drama, con su tragedia, con su comedia, con su épica. Se nos presenta Deadwood y se nos proporciona todo lo necesario para sumergirnos en ese escenario. En la última temporada se nos presenta el futuro, el progreso, la aplastante forma que éste tiene para controlar todo lo que anteriormente creíamos que era salvaje o independiente, todo aquello de lo que ya nos sentíamos parte, todo aquello donde nos habíamos cómodamente instalado y que sentíamos, en nuestra nostalgia -o lo que sea-, como nuestro, a través de la figura de Hearst, que deshumaniza todo lo que amábamos de la serie: las pequeñas historias, los secundarios, el carácter localista de las disputas, el hijoputismo de buen corazón -o no-, ese lirismo indómito... e impone su fría ley, la del capital por encima de las personas, de las historias mínimas, del individuo como tal.
Y aunque Hearst históricamente no palmara en Deadwood, no les costaba nada montar un final de traca para satisfacer nuestros instintos, hombre; al fin y al cabo es sólo cine ![lol :lol: :lol:](/images/rangos/UEsfajG.gif)
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