Alto ahí chavales.
Los principales consumidores de porno y/o prostitución somos los hombres porque cuando una mujer quiere sexo, para colmo, la invitan a chupitos.
Prácticamente todos los de mi generación hemos visto a más de una chupándosela enamoradas a un camarero por una copa. “Putero” es una palabra sexista. Por un gallifante: nombradme dos mujeres que conozcáis que en su juventud no se hayan liado con un camarero, portero de discoteca o chulazo DJ.
El día que reaccionemos y descubramos que la polla es nuestra y que forma parte de nuestro cuerpo y que las mujeres en su afán posesivo toman pertenencia de ella mediante el victimismo, el día que comencemos a cobrar vamos a ver clarito quién es más putero.
Las discotecas están llenitas de mujeres esperando, haciendo exactamente lo mismo que un putero… se engañan a sí mismas ocultándose que se van de putos. Pero al igual que a muchos de nosotros el irse de putas no las satisface. Nosotros también podemos follar en cuanto queramos. basta con pagar con dinero en vez de pagar bebida. Pero, por alguna extraña razón… no nos llena. A ellas follarse a un borracho tampoco. Bajadlas del pedestal en brazos porque si no, cuando se caigan, la ostia va a ser terrible. Hasta eso nos tendrán que agradecer algún día.
Cada vez que una mujer liberada se va a a la cama con un tío le dice al novio que no lo hizo por un ataque circunstancial de lubricidad, sino porque se ha enamorado. No es que ella se tenga que sentir culpable de nada, lo cual por otro lado es imposible, pero se siente más limpia. En cambio, cuando un tío se va de putas, la novia considera que lo hace movido por la lubricidad y eso la irrita, no es que se ponga celosa, simplemente le molesta que su novio sea tan vulgar y carnal. Él sí que se pone celoso cuando ella se acuesta con otro, pero es comprensible porque ella se enamora claro. ¿Qué escala aplican las tías para decidir que sus asuntos de cama son producto del amour y los nuestros de la lujuria?
Ellas son ellas mismas, lo cual lo justifica absolutamente todo, y no solamente él no es ella sino que encima es hombre, con toda la carga histórica que ello supone. Las mujeres lo niegan, aunque con los años terminan reconociendo más o menos claramente que en general unos y ambos se comportan de manera muy distinta. Pero no lo dicen porque sean generalizadoras, aunque casi todas terminan en la cuarentena con aquello de que "todos los hombres son unos cerdos". Quizás algunos no, pero la mayoría sí que lo son. Saben de lo que hablan, porque se han enamorado de muchos, y todos indefectiblemente, aunque lo adornen, ligan con ellas movidos por el afán de meterla en caliente. Proposición a la que ella ceden ocasionalmente porque, tienen que reconocerlo, desde pequeñas han sido enamoradizas como ellas solas y el amor las mueve de tal manera que, tan buen punto un tío bueno las agarra por la cintura, aunque abran la boca para decir que no, siempre les termina saliendo un sí.
Les van más las pollas que a un tonto un lapisero. Las revistas de los hombres tienen mujeres guapas, las revistas de mujeres tienen… mujeres guapas también! lo nuestro es porno, lo suyo es cotilleo… o placer sexual derivado del morbo. Lo único que hay aquí es falsedad, como siempre, y manipulación del entorno para jugar con algo de lo que son maestras, la culpa.
Vamos a ver, a más de uno de vosotros os habrán ofrecido parabienes en vuestra juventud a cambio de sexo, lo que pasa es que os lo tomásteis a cachondeo porque no os cabía en la cabeza. Evidentemente no os estoy hablando de una proposición directa y mercantil, ellas nunca actúan así, lo dejan caer con una sonrisita para escapar por la tangente si "las has interpretado mal". Os estoy hablando de invitaciones tan inocuas y sutiles como "vente el fin de semana a mi casa y te preparo las comidas", o "te vienes a mi pueblo y te pago la gasolina". ¿Me equivoco?
Pues dicen dicen... que entre broma y broma, la verdad asoma. No seáis tontos como yo, cobrad por sexo, ellas son tanto o más puteras que nosotros.