Sí, ese tipo de soluciones era muy común en la época donde los ordenadores o el CGI no existía. Mucho más mérito tiene hacer semejante acopio de mesas y de gente bajita para que pareciera que la oficina no terminaba nunca.
Hoy le dan a copiar y pegar y renderizar y se quedan tan anchos, y la gente se maravilla y hasta va a ver una peli "porque tiene unos efectos que te cagas", mientras que esto, muchísimo más meritorio, no se usa para vender la peli sino como anécdota.
Otra obra maestra. Me gustaría señalar una cosa de este ciclo que seguramente se aprecie también en esta peli. Todos, o casi todos nosotros, hemos visto por primera vez estos clásicos cuando los han echado por la tele. Recuerdo haber visto Annie Hall por primera vez en la tele 1991, y lo recuerdo porque me acuerdo de haberla hablado al día siguiente con un compañero que tuve en tercero de BUP. La imagen estaba recortada para que entrara en una pantalla 4:3, y los colores estaban lavados. La emisión del vídeo de la peli se había cargado la fotografía, el formato y hasta el sonido -menos importante- era una puta mierda. Aún así, no nos percatábamos, porque todas las pelis las veíamos así. Con El apartamento, tres cuartas de lo mismo. O con cualquier peli de los setenta, que en sus emisiones en televisión tenían unos colores rancios.
Uno las ve ahora bien de color y bien de formato y hostia qué cambio. Hostia que cambio la calidad de la emisión televisiva en los 80 y 90 con lo que hay ahora. Parecen películas nuevas, recién rodadas, y antes se veían viejas ya desde los créditos iniciales. Me pasa lo mismo ahora con Doctor en Alaska. Lo estoy viendo en un formato muchísimo mejor de calidad que en la que fue emitido en su día en la tele, el telecinado del original de 16mm que estoy viendo ahora es absolutamente brutal, mientras que el telecinado de 1992 en La 2 era mierda a su lado. Parece que la rodaron ayer y han pasado treinta años; con las pelis, lo mismo.
Pues sí. Pero es mucho mejor Annie Hall que La última noche de Boris Grushenko, que, siendo divertida y estupenda, no tiene la hondura que tiene Annie Hall.