Tiene que ser fallo mío.
Durante un tiempo pensaba que cuando no me enteraba de los marujeos de instituto era porque yo pasaba. Así me decía yo a mí mismo. Decía "yo paso de esas cosas".
Cambiaban la fecha de examen y yo no me enteraba, porque la cambiaba el núcleo duro de la clase con el profesor en petit comité y luego ya se corría la voz, voz que encontraba en mí el eslabón perdido. Ahí se quebraba la cadena.
Con mis amigos más de lo mismo. Marujeos, idas y venidas sin explicación, mujeres que lo liaban todo y yo ahí, viendo la vida pasar.
En la hunibersidad lo mismo con el aderezo que los mentideros empezaron a tomar forma de red social y yo siempre al margen.
Y ahora también vosotros, hijos de la grandísima puta, también vosotros estáis en paralelo a mí, con submundos desconocidos, con tramas ocultas.
Por qué no me queréis incluir en los marujeos? Pero yo qué os he hecho?
Edito: leo lo que escribo y ya sé lo que pasa, joder. Pasa que soy un lelo de manual. Un atontado incapaz de adaptarse al ritmo que requiere la vida.
De acabar en un campo de concentración moriría en la primera semana porque no me enteraría de cómo conseguir unos zapatos de lo talla, una ración extra de sopa o con quién hay que hablar para entrar en el mercado negro.
Bah