semete
Freak total
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Hola amigos überphorers.
Paso a compartir la penúltima causa de indignación en tuiter. Arden las redes y tal.
Pues resulta que un tuitero se queja amargamente en ese pozo de mierda infecto llamado tuiter de que entrando al alcampo (seguramente a comprar las camisas que compraba el Lider) ni mas ni menos que a las nueve cincuenta y nueve va un empleado y le dice que nones, que a esa hora ya no atienden. Y claro, el fulano pasa a compartir en la red social su indignación con semejante haragán que solo piensa en irse a casa a descansar o a cascársela en vez de disfrutar de la experiencia de venderle unos doritos mugrientos a cada uno de los innumerables bastardos gilipollas que hacen suyo aquello de "donde pago cago".
Para más mofa, el relaciones públicas de alcampo en su tuiter le pide disculpas para mayor indignación del gentío.
Se supone que al cliente hay que tenerlo contento pero en ocasiones creo que debería ser un derecho constitucional poder espetarle a un cliente tocahuevos que vas a enviarle a darkiano, a cenobita, a herbman y a cachondo puestos de mdma a su casa a pasarle la lengua por todos los rincones del cuerpo de su puta madre.
Claro que eso es menester en lo que yo tengo por una sociedad sana e idílica, un constructo del todo irrealizable debido a que un negocio debe de vender y mantener contento al consumidor, razón de ser de todo este entramado que nos hace tragar caca, agachar la cabeza y decir "si bwana" a la última impertinencia del cliente, no vaya a venir el jefe palillero con la carta de despido.
Hecha esta reflexión y dando por hecho que a vosotros os hace la compra vuestra madre o la panchita que os limpia y echa talco en los pliegos de las lorzas, ¿son de esa gente que vuelca su frustración vital con los que trabajan de cara al público o son suelen tener consideración con el que lleva horas detrás del mostrador con ganas de irse a su casa?
Discuss.
Paso a compartir la penúltima causa de indignación en tuiter. Arden las redes y tal.
Pues resulta que un tuitero se queja amargamente en ese pozo de mierda infecto llamado tuiter de que entrando al alcampo (seguramente a comprar las camisas que compraba el Lider) ni mas ni menos que a las nueve cincuenta y nueve va un empleado y le dice que nones, que a esa hora ya no atienden. Y claro, el fulano pasa a compartir en la red social su indignación con semejante haragán que solo piensa en irse a casa a descansar o a cascársela en vez de disfrutar de la experiencia de venderle unos doritos mugrientos a cada uno de los innumerables bastardos gilipollas que hacen suyo aquello de "donde pago cago".
Para más mofa, el relaciones públicas de alcampo en su tuiter le pide disculpas para mayor indignación del gentío.
Se supone que al cliente hay que tenerlo contento pero en ocasiones creo que debería ser un derecho constitucional poder espetarle a un cliente tocahuevos que vas a enviarle a darkiano, a cenobita, a herbman y a cachondo puestos de mdma a su casa a pasarle la lengua por todos los rincones del cuerpo de su puta madre.
Claro que eso es menester en lo que yo tengo por una sociedad sana e idílica, un constructo del todo irrealizable debido a que un negocio debe de vender y mantener contento al consumidor, razón de ser de todo este entramado que nos hace tragar caca, agachar la cabeza y decir "si bwana" a la última impertinencia del cliente, no vaya a venir el jefe palillero con la carta de despido.
Hecha esta reflexión y dando por hecho que a vosotros os hace la compra vuestra madre o la panchita que os limpia y echa talco en los pliegos de las lorzas, ¿son de esa gente que vuelca su frustración vital con los que trabajan de cara al público o son suelen tener consideración con el que lleva horas detrás del mostrador con ganas de irse a su casa?
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