Agüelo, te mereces un post bueno: no sé si es lo que quieres leer, pero es mi experiencia.
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Muy agradecido, muchas gracias, realmente interesante.
La mayor parte de las reacciones de las mujeres y de los hombres no me sorprenden. En todo caso hemos de tener en cuenta que hablamos de un subgrupo especial, el de los sumisos, por lo que, seguramente, habrá un sesgo de comportamiento que nos impide generalizar.
La mujer suele ser poco fetichista y mucho más sensible que el hombre a las caricias, además es más delicada.
La mayoría de las mujeres desean ser guiadas y "sometidas" a condición que sea con delicadeza y cariño por lo tanto no me sorprende que es sus sesiones sean dóciles y se abandonen.
(queridas señoritas no me asalten, buscar la protección del macho es algo que llevan en los genes, ustedes son menos fuertes y agresivas, tienen que proteger a las crías. No implica inferioridad, ni que una mujer no sepa lo que quiere, ni nada malo)
Le confirmo que hasta el pelo es excitable, en algunas mucho.
Me extraña que el hombre no quiera que usted haga gozar sexualmente a la mujer, al ser sumisos ver como posee usted a su pareja debería ser más de lo mismo.
Tampoco me sorprende que el hombre sea el que no quiera volver. Supongo que una cosa es tener las sesiones con usted, siendo el centro de la atención, y otra sacar del ámbito del desahogo momentáneo este sentirse humillado y elevarlo a la vida cotidiana (pérdida de estatus) además, igualmente grave, será perder el protagonismo.
Me imagino la mujer en casa diciendo "no te gustaba que te humillaran? pues por lo menos que sirva de algo, pasa el mocho y limpia los baños!"
Una vez que dejan de verla sospecho que o acudirán a otra ama, borrón y cuenta nueva, o tendrán que encontrar otra forma de satisfacción. Me decantaría más por la primera hipótesis.