De desayuno "menos bollos y más pollos" me decía mi personal trainer, un yonki que estaba delgado de caminar rápido, porque él era antidopaje, claro.
A todo esto, yo de la aguja siempre pasé. A mí de los yonkis es que no me gusta ni la forma de andar. Debe ser algo fisiológico, cuando andan están buscando droga -cuando se drogan es cuando están quietos- y si llevan mucho con el hábito al desaparecer la droga del corpus les dejará como una sensación de bichos caminando por dentro de la piel, por eso se rascan mucho y caminan rápido, les alivia la sensación, que es un pre-síndrome de abstinencia que va empeorando.
Y creo que lo mismo sucede con su forma de hablar. Depende de si están o no puestos. Bueno, si los escuchas hablar son como chavales del instituto. Muchos empiezan muy jóvenes y se quedan en ese estadío mental, la droga no les deja evolucionar, los para ahí y luego la plasticidad cerebral no es la misma, por eso siempre les queda esa tarita, no recuperan la mente al cien por cien. Como decía, cuando los escuchas hablar hablan de temas de recreo de instituto "eu non llo permito, xa lle dixen ti a min non me jodes. Flipas chaval". Así todo el día.
Eso que en mi pueblo aún safan, la gran mayoría van al mar y vienen el finde a ponerse tibios, luego algunos siguen trabajando y siguen solo con el hábito el finde, y otros caen y dejan el trabajo.
Me dan pena la mayoría. Luego hay cuatro que son malos. Malas personas desde siempre, vamos, antes de la droga ya lo eran.