Mi padre tenía el F6. Iba siempre cargado hasta los topes. Cajas de tomates, cebollas, patatas, maíz, espárragos, pimientos, tabaco, gasoil, guarros para la matanza, ladrillos para alguna chapuza, trastes, de todo. Se le hizo un socavón del tamaño de una pelota de baloncesto en el suelo de detrás y en el del copiloto. De últimas le sonaban todas las latas por los caminos. Atrás llevaba un cerrojo para cerrar la puerta, quedaba muy discreto.
Ahora veo la foto y sencillamente me parece preciosa el diseño del salpicadero. Minimalista, elegante, funcional, cómodo. Y encima es todo un clásico.