La muy cerda ya podía limpiarse las botas, que tienen más mierda que el palo de un gallinero.
Las mujeres de hoy: doscientos kilos de maquillaje, cejas perfiladas, manicura, mechas en el pelo, autendo sacado de Instagram y luego van sucias, las hijas de la gran puta. A estas me las conozco yo, no son guarras ni nada. Mucho cuidarse la cara pero luego miras para abajo y van con más mierda que un gitano rumano. Y si entráis en sus casas ya os cagáis por la pata abajo. Viven revueltas entre mierda y trapos tirados por todos lados. Qué puto asco de tías, de verdad.