El mayor problema que veo yo es la manipulación informativa siempre presente. Lo crea o no, no es que un porcentaje de la sociedad esté aborregada, sino que
casi todos opinamos, creemos y nos movemos en función de lo que nos imponen los medios. Yo, por ejemplo, ni me había enterado de la existencia de esa campaña hasta hoy, visualizando ya los resultados; sin embargo, el Plan Ibarretxe con la Consulta de los cojones hasta merendaba con él, viviendo en Madrid. Las hordas de la SER, la COPE y La Farola FM escupían a todo trapo opiniones para todos los gustos, normalmente, en Madrid, de un negacionismo lógico implícito. La posibilidad del referendum era patente, Ibarretxe era Lehendakari reinante y el tío Spock no lo decía de coña.
En Catapluña, la manipulación informativa es otro hecho palpable, como en cualquier otro sitio del mundo. Y el radicalismo, que en el fondo es lo que más llega porque nos entra directamente por los ojales, también. Pero mientras allí el españolismo extremo es vinculado con lo vetusto, lo retro y torrentiano, el catalanismo exacerbado tiene cierto aire moderno y neocool. Y acciones como derribar los toros de Osborne a pedradas, silbar la Marcha Real o incluir Valencia y Baleares en los partes del tiempo como parte de los Països, se ven más que con antipatía, como gamberradas de críos, algunas simpáticas. Que no digo que no merezcan otra condena (a mi me la sudan las provocaciones de las JERC en edad de la LOGSE), sino que no se tratan con la misma condescendencia las opiniones de los fachillas hispanos locales, son el elemento a combatir.
jejejeje
jejejeje
FAIL
Ante este panorama, y una campaña electoral eficaz ante una consulta legal y real, con repercusiones políticas, y no como ésta de COMANSI, hábilmente explotado el victimismo, la exageración y el narcisismo identitario, es como para echarse a temblar. Y tal y como dice Toneti, entiendo que a la mayoría de los catalanes no les quita el sueño la independencia ni la politica, pero arengar a las masas en el momento preciso es tarea sencilla, no sobreestimemos al ser humano, que es subnormal por Naturaleza.
Siempre saco a relucir, como ejemplo de poder, esas concentraciones multitudinarias de sevillanos que salieron a plañir mares de lágrimas por la muerte DE UN FUTBOLISTA. Nos incrustaron en vena en sesión 24h. el dramón del colapso de un joven deportista de élite, que sí, que da mucha pena y tal cual, pero que salga a la calle a llorarle suputamadre, decía yo. Y ya ven.