Usuario convencido y enamorado de
Netflix acabo de ampliar mi plan de suscripción. Tenía el paquete básico, que te permite tener un DVD sin límite de tiempo en casa hasta que decides cambiar de película y ver más de 12.000 películas bajo demanda desde el portátil. Ahora puedo tener dos DVD a la vez en casa lo que me ahorra los dos días que tardo en enviar una película y recibir la nueva en mi buzón. 14 dólares al mes.
¿Y esto a usted qué le importa? Pues probablemente nada, habida cuenta de que Netflix sólo puede usarse por ahora en EE.UU. y las iniciativas similares en España, como Mediaxpress, han terminado por hundirse. Netflix, sin embargo, me proporciona un último contacto con el mundo de los soportes físicos. Como no compro juegos, prácticamente todo lo que tengo en mi ordenador es contenido descargado de servicios online. Las películas de Netflix son los únicos discos que entran en casa.
Dentro de un año la compañía espera, sin embargo, ofrecer todo su contenido bajo demanda y en linea, así que será el momento de decir adiós definitivo al DVD.
Cuando hablo de esto con amigos
siempre salta el tema de los "extras". Yo no suelo verlos y lo cierto es que cada vez me parecen más excesivos e innecesarios. Tomemos por ejemplo la última película de Disney que ha salido en Blu-Ray, Pinocchio (edición 70 aniversario). La película viene en un disco, pero hay otros dos destinados únicamente a ofrecer 17 apartados de contenido adicional, desde juegos hasta cancones eliminadas de la versión original. Todo eso está muy bien, pero si se suma la cantidad de videos, comentarios y reportajes al estilo de "cómo-se-hizo" que acompañan a la película es posible que siente usted a su hijo con cinco años en el sofá y que cuando acabe de disfrutar de todo lo que viene en la caja ya tenga el título universitario.
Fox amenaza ahora con quitar los contenidos extra de los DVD destinados al mercado de alquiler. La idea, claro, es forzar a los usuarios a comprar la versión física, que llena los bolsillos más rápido.
Slumdog Millionaire, El Luchador y
Ultimátum a la Tierra serán las primeras películas en aparecer en los videoclubs "capadas" y el resultado, me temo, va a ser un número en ventas similar o menor pero muchos más usuarios cabreados (no creo que haga falta un traje, un maletín y una oficina en Hollywood para darse cuenta).
Hace tiempo que espero que los extras pasen a ser gratuitos y se separen de las películas. Que se ofrezcan en la red como parte de la promoción de las películas. Creo que tiene más sentido. Esta estrategia de Fox va en la dirección contraria pero a la larga puede forzar a los estudios a replantearse el negocio del alquiler y la venta.
En la misma línea, pero en un sector diferente,
este artículo de Michael Arrington (en inglés) explicando cómo las discográficas saben que el futuro de la música es la distribución gratuita pero que hasta el 2011 o 2013 seguirán tocando los mismísimos al personal. Si vas a caer, mejor caer sobre un colchón de billetes.