Famobilette
Forero del todo a cien
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- 13 Ene 2012
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La manera de andar.
Quizá, te hayas sentido, alguna vez, preso del pánico. O con ganas de echar a correr. No es algo triste, porque sobrevivir es un Mandamiento tan coherente que no hace falta ni mencionarlo, en unas Sagradas Escrituras. Sobrevives, y vives, y vives bien. Son tres escalones. Y hay una relación entre el saber, el tener y el poder. O sea, habilidades. En Roma, que fue un gran imperio, inteligencia era la capacidad para tener amigos. Y punto. Eres inteligente, porque unes a las personas. Y haces amistades variopintas. La manera de andar fue observada por el rey Salomón, como descriptora de una personalidad. Según andas, así eres. No hace falta que vayas en compañía de otras personas... " Dime con quién andas, y te diré quién eres... " No: Sino que Salomón veía los balanceos de cabeza, manos, rodillas, espalda, pies, y ropajes, como una danza que describe al sujeto. También, Sherlock Holmes, un detective londinense de ciencia-ficción, resolvía complejos crucigramas de corte psicológico, a fuer de mirar el aspecto externo de sus clientes. Averiguas cosas, por cómo te mira alguien. Entonces, puedes sentir cómo fluyes. Cómo caminas. Cómo sitúas tus pies, en el suelo. Qué zapatos te pones, o qué pantalones, o qué... En suma, puedes gustar, no sólo por tu cara bonita.
Quizá, te hayas sentido, alguna vez, preso del pánico. O con ganas de echar a correr. No es algo triste, porque sobrevivir es un Mandamiento tan coherente que no hace falta ni mencionarlo, en unas Sagradas Escrituras. Sobrevives, y vives, y vives bien. Son tres escalones. Y hay una relación entre el saber, el tener y el poder. O sea, habilidades. En Roma, que fue un gran imperio, inteligencia era la capacidad para tener amigos. Y punto. Eres inteligente, porque unes a las personas. Y haces amistades variopintas. La manera de andar fue observada por el rey Salomón, como descriptora de una personalidad. Según andas, así eres. No hace falta que vayas en compañía de otras personas... " Dime con quién andas, y te diré quién eres... " No: Sino que Salomón veía los balanceos de cabeza, manos, rodillas, espalda, pies, y ropajes, como una danza que describe al sujeto. También, Sherlock Holmes, un detective londinense de ciencia-ficción, resolvía complejos crucigramas de corte psicológico, a fuer de mirar el aspecto externo de sus clientes. Averiguas cosas, por cómo te mira alguien. Entonces, puedes sentir cómo fluyes. Cómo caminas. Cómo sitúas tus pies, en el suelo. Qué zapatos te pones, o qué pantalones, o qué... En suma, puedes gustar, no sólo por tu cara bonita.