Esto lo he leido en otro foro
Ahi fuera hay verdaderos luchadores y mientras los demas (incluido yo) no hacemos mas que preocuparnos porque perdio el Madrid o la gasolina esta cara. Cada cual tiene sus problemas y los antepone a los de los demas pero al leer esto se siente uno insignificante. Muy paradisíaca tiene que ser la vida eterna para que le merezca la pena a ese hombre haber pasado por este mundo.
He pasado toda una vida de continuo esfuerzo y sacrificio, en todos los sentidos. Un padre que no me quería -a mis hermanos tampoco- y al que le importaba tanto o menos como el ganador del campeonato local de dominó. Una familia desestructurada, un cambio de ciudad importante a una temprana edad con las implicaciones que conlleva, una ..., bueno, creo que tampoco necesitamos tantos detalles.
Trabajaba y no me ganaba la vida nada mal hacia finales de los 80 cuando sufrí un brutal atropello. Las múltiples operaciones, los 15 meses de baja, las largas sesiones de recuperación, la pérdida de la novia -me dejó por un amigo porque creía que no me iba a recuperar- que me abandonó cuando aún no podía ni salir de la cama del hospital, el dolor, ese sí era grande y me acompañaba cada día.
Pero fue pasando el tiempo y me recuperé, contento de reincorporarme al trabajo. Ahora me río pero en su momento fue un drama, ese primer día tras los 15 meses de baja, en que me entregaron la carta diciendo que estaba despedido.
La juventud todo lo puede (o eso se ha dicho siempre) y trabajé en varias empresas hasta principios de los 90, donde viendo venir la crisis que estaba por llegar decidí montar mi propia empresa. Menudo fracaso. Os aseguro que no saldrá nunca en ningún manual empresarial. Pero no me rendí y probé por segunda vez. En esta ocasión, aparte de todo el dinero que tenía también perdí a mi mejor amigo.
Como he sido perseverante y no pensé que los fracasos fuesen por mi mal hacer, vendí todo lo que tenía -que no era gran cosa desde luego- y empecé el tercer proyecto empresarial. Corría el año 94.
Como la cosa no funcionaba bien pero pensaba que sí podía funcionar, aproveché para casarme. Eso también salió mal. Dedicar 18 horas a la empresa es perjudicial para la salud, especialmente la matrimonial. Más aún, cuando esas horas las dedicas no para ganar más sino porque no te queda más remedio si no quieres irte a tomar viento y cerrar.
Pero coño, el proyecto se fue consolidando, ya tenía empleados y ganaba dinero suficiente para poder comprar un piso. Y como era previsible, me pidieron el divorcio (hará 7 años ahora). El juez, un gran tipo por cierto, dijo que el piso era para ella, así como una poco despreciable pensión (que sigo pagando a día de hoy, aunque pronto dejaré de hacerlo).
Mi vida fluctuaba, como la bolsa, pero volqué el esfuerzo en el trabajo. La empresa se hizo fuerte y rentable, hasta lo que es hoy en día, donde trabajamos 18 personas directas y 4 indirectas.
Hace 4 años conocí a la persona que es mi gran amor y actual mujer. No me equivoco al afirmar que han sido los 4 años más felices de mi vida. Especialmente este último porque hace 3 meses nos quedamos embarazados. Bueno, se quedó ella. Cuando nos enteramos, no se, simplemente fue increíble. Ambos tenemos prácticamente 40 años y las oportunidades de ser padres cada vez eran menores. Por fin lo habíamos logrado.
Todo iba bien. El desarrollo del feto correcto, mi mujer algo delicada y con molestias pero bien. Y hoy viernes (ayer por la hora ya), bueno, hoy le han diagnosticado un cáncer de mama que está hiper desarrollado y que está consumiendo su cuerpo por días.
Los médicos han dicho que con esa evolución del cáncer tiene una esperanza de vida de 3 meses y que el niño no sobrevivirá. Y yo no quiero llorar delante de ella, que lo sabe todo, porque creo que debo animarla en todo momento y estar a su lado.
Y estoy cansado, me siento muy cansado de luchar y luchar para cuando creo tener algo bueno me lo arrebaten así.
Ya no me queda nada por lo que seguir aquí. Voy a ser fuerte y permaneceré a su lado todos los días que le quedan en esta vida. Pero ya está, se acabó. Luego, me iré con ella a otro mundo, a otra vida, a donde sea, porque quienesquiera que haya allí no podrán ser tan despiadados.
Saludos
Ahi fuera hay verdaderos luchadores y mientras los demas (incluido yo) no hacemos mas que preocuparnos porque perdio el Madrid o la gasolina esta cara. Cada cual tiene sus problemas y los antepone a los de los demas pero al leer esto se siente uno insignificante. Muy paradisíaca tiene que ser la vida eterna para que le merezca la pena a ese hombre haber pasado por este mundo.