Cáncer de Colon rebuznó:
Pues la cosa ha mejorado, ahora están más domesticados. Mi teoría es que hace unos pocos años la cosa se desfasó y conocieron de primera mano el bello arte de la brutalidad policial. Ahora la cosa ha amainado un tanto, quizás son más sigilosos, más sam Fishers; no zurran, no sacan sirlas pero siguen afanando las maletas de los japoneses e intentan explicar "cómo se juega al futbol" a guiris y a borrachuzos. Pero lo dicho, antes era un desfase, el paraísodel moro en vida, antes de las vírgenes, con el doble de hash eincluso disolventes y ahora no.
Verdad eso que dices de la morisma, Cáncer. Aunque cabría distinguir entre marroquíes y argelinos, principalmente. Es el marroquí el morito fulero, silencioso y fumeta. El que se cuela por las rendijas, como el humo, y esconde posturas de mierda en las farolas, bajo los coches, tras las papeleras, en agujeros del pavimento... a ese no le trincan nunca con nada encima, y son legión, pues por cada uno que ves, hay seis o siete no muy lejos. Y vive LOL que yo también les he visto enseñar los trucos de Zidane a borrachos y turistos con una lata de Sprite. Suelen recordarme a cerillas ya usadas, el palito carbonizado, seco y renegrido. A su vez se distinguen entre bereberes, originarios del Atlas de toda la vida, y los procedentes de medio oriente, que los tratan con cierta condescendencia al ser estos mas negros y si acaso menos limpios también.
Y luego, ay luego... están los argelinos. Son chungos esos tipos. Macarras de los billares, de ojos globulosos inyectados en sangre, tejanos ajustados y mal beber. Si en algo coincido con su jodida religión, es en que se les aconseja pasar del trago. Son estos tipos mal encarados y de carácter violento, de beber vicioso y compulsivo y con un complejo de inferioridad con los europeos que les hace llevar el odio en la jeta. Mala barraca con estos.
Cáncer de Colon rebuznó:
Los africonegros quedan delante del Mc Donald's y se portan bien, llevan ropa rapera de 2Pac y 50Cent y gorras en posiciones grotescas que les cuestan lo que un mes de alquiler en donde quiera que vivan.
Así es como es. Y además la mayoría de estos son futbolistas a los que un hechizo del contrario, o de un compañero envidioso, porque también tienen sus facciones los morenos, un hechizo, decía, les hizo crecer una rótula en el tobillo y tuvieron que dejar la práctica profesional, que por eso vinieron a Europa, a probar por el Salamanca, o por el Hércules de Alicante. Así que ahora trabajan los que trabajan, y los que no, se follan a una gorda progresista que les da cobijo, calor y lo que ellos quieran. No saben nada los morenos. Menudos.
Cáncer de Colon rebuznó:
Los chinos van andando a toda prisa por el eixample hacia algún lugar y fumando tan ansiosamente qeue se pulen el cigarro en tres caladas. Poco a poco y silenciosamente van formando su Chinatown y cárgandose el pequeño comercio del catalufo votante de CiU de la zona. Son los más ariscos, sólo te dirigen la palabla cuando comercies con ellos y te tratarán bien.
A fe mía que son los orientales, y los chinos en particular, seres de otra pasta. Su orden de prioridades es otro, y su morfología física muy particular. Soy buen fisionomista y me suelo fijar en el cráneo de la gente. Son cráneos menudos y redonduelos los de los chinos. Generalmente de poca chicha salvo las bolsas de grasa acumuladas en los párpados. No beben alcohol estos, pero no por principios, sino porque su pequeño organismo no se lo demanda, como tampoco comen queso o se obsesionan por follar. No les pica mucho la polla. Por ahí nos tienen cogida ventaja y dominarán el mundo. Al tiempo.
Son nacidos para apostar, jugar a las tragaperras, los gadgets, la vida en la trinchera, carecen de empatía (como Ming el Despiadado). Y fuman. Fuman como chimeneas los pequeños cabrones. Nunca sabes lo que están pensando, ni cuantos caben en un cuarto, ni si un viejo resequillo te puede reventar la sien de un golpe maestro con alguna técnica ancestral. Al loro.
Cáncer de Colon rebuznó:
Y los sudacas, que hay de bastantes clases pero se esfuerzan en crear el estereotipo qque ya sabemos aunque se diferencian entre argentinos: hijosdeputa vagos quejicas, nostálgicos de su tierra que se cagan en los gallegos; ecuatorianos: hijosdeputa dementes que sólo piensn en prosperar págando el precio que sea y sus hijos con el coco lavado por raperos y bandas que hacen cosas raras con los deos. De hecho Toda el tema de moros, panchis depende mucho de la edad que tengan y de la gerneración 1º o 2º que lleven viviendo aquí pero no nosandemos por las ramas.
Digo amen a todo eso. Y digo más.
Tres clases de sudacas creo haber conocido, bueno, cuatro en realidad.
- Los del cono sur. Ni entre un argentino y un uruguayo sabrían distinguirse el acento, siendo el chileno, por mas europeizado y de hablar menos cantarín, tratado de poco listo y bastante mas trabajador. Vamos, la morralla del cono sur, la vergüenza. La mujer de un chileno nunca dará clases de yoga, o de meditación zen. No tienen onda estos chilenos. Che.
-El auténtico panchito del Perú, Ecuador, Bolivia y Paraguay. El payopony por antonomasia. Seres pequeños que meten a sus mujeres en un pantalón vaquero de mercadillo y las atiborran de golosinas hasta que o bien revientan las costuras, o asimilan el algodón como una segunda piel. Son duros y trabajadores los panchis. Pero no les den de beber, que les salen los demonios incas y te abren el pecho con un cuchillo ceremonial tumi. Yo les digos.
- Guayanas, Colombia, Venezuela, Suriman. Negros. Son negros en su mayoría, trigeños, mulatos, mestizos de acerados muslos y hercúleos torsos que me hacen sentir como un payopony. Aunque les digo que con la mujer de uno de esos y una bolsa de mercadona me lo pasaría yo pipa. Intentan destruir el mundo con su música, lo que compensan con sus drogas. Lo comido por lo servido. Vale.
- Brasileiros. O Brasil es una mini- sudamérica en si mismo, y se puede dividir en los mismos cuatro grupos, eso sí, teniendo todos el denominador común de una pereza aun mayor si cabe y cantidades exorbitadas de trabolos. Será cosa de los portugueses, digo yo.
Cáncer de Colon rebuznó:
Pero bueno, los pakis: compran un local, montan un badulake, trabajan 23 horas al dia ahí durante un año, luego traen a otros pakis que trabajen en su negocio y ellos montan otro badulake o un locutorio. Creo que ganan un montón de pasta, pero no los verás en playas ni en terracitas sino trabajando e hintentando mcerrar a la 1 mejor que a las 12. Hacen trabajar a sus hijos en el negocio cuando alcanzan los 7 u 8 años más o menos. Y trabajan más horas en un día que tú en nosecuántos. Algunos acaban desquiciaos y comprarles una lata y unos fritos resulta un show más bien gracioso.
Deben ahorrar para crear células porque desconocen la mitoosis y lleva dos tipos de peinado uno en forma de culo y otro que no.
Los pakis. Estos si que son unos perlas. Que digo perlas, unos notas, unos fulanos de cuidado. Pirámides. Pirámides económicas y micro-burbujas especulativas. Ese es su sistema. Nunca pierden estos, aunque de guarros nunca pasan tampoco. El verdadero dinero lo hacen alquilando viviendas y locales. Todo siempre cochambroso y siempre en negro. Y sus mujeres, mas bien parecen guerreros ninja. La primera vez que me crucé con una de esas en el descansillo, creí que había llegado mi hora e iba a morir con una estrella clavada en la frente. Pero ella siguió su camino, sigilosa y mirando al suelo. "Ah, puta..." pensé yo.
Cáncer de Colon rebuznó:
Son más simpaticos que los filipinos que también montan badulakes, pero son menos, y pocas veces dicen "hola" y "adios" aún hablando el castellano. Y tienen a sus retoños pululando por sus comercios y tienen peras y nabos gigantescos a la venta
Ah, los filipinos. No habrá mayores notas en el orbe que los filipinos.
Muy golfos los pequeños hispano-oceánicos. Pero muy profesionales en lo suyo. Si quieres algo "especial", vas a acabar preguntándoles a ellos. Si o si. Y sino, pregúntenle a Mayayo, que para el caso es lo mismo.
Cáncer de Colon rebuznó:
Y los hindús, los que menos, los más pobres son los más exóticos y sonríen, parecen los menos hijoputas.
Nainoná.
Grandes gentes los hindús, alegres y coloristas. En cierto modo son como los murcianos, vamos, que hay de "too" en la India, pero con buen rollo. Y las mujeres, bien peludas. Como en Murcia les he dicho.
Y ya.