No puedo dormir cuando bebo...
Os cuento, amigos. Ayer estuve pensando en lo que escribí y escribisteis, y como me gusta hacer experimentos, me propuse no pasar ningún filtro cuando hablase con las tías.
Anoche era la fiesta de psicología y nos invitaron a un piso donde no conocía prácticamente a nadie. Llegamos a las 8 de la tarde, pero ellos llevaban bebiendo desde las 5 o así. En un primer momento, todos comentamos que aquello era un monte de nabos; pero más o menos a las 10, empezaron a llegar tías.
Hable con casi todas, feas y guapas, de forma cordial, sin interés de folleteo por ninguna parte. De entre ellas, me fijé en una que estaba increíblemente buena, era rubia y muy alta. Hablé con ella como había hablado con las otras y curiosamente fue la que mejor conversación me ofreció. Hablamos mucho, la fiesta acabó, y cuando ya estaba en la calle caminando hacia los bares, me doy cuenta de que me he dejado el móvil en el piso. Un amigo se ofreció a acompañarme; llegamos, llamamos y estaba en la fregadera de la cocina, junto a los platos sucios (wtf?). Cuando volvimos a bajar ya no había nadie. Estábamos él y yo solos.
Javi es un fuera de serie, siempre tenía algo que decirle a todas las tías que nos encontrábamos por el camino. Cuando nos acercamos, me encuentro a la chica de la fiesta con sus amigas, estaban sacando dinero. Nos alegramos de vernos y le pregunto dónde van a ir. Me dicen que a un sitio que se llama la isla y nos ofrecen acompañarlas. El sitio es un cuchitril, pido una coctelera y no la pago (se lo insinué y parece que no le gustó así que le miento y le digo que sí la pagué) Seguimos hablando mucho, Javi me dice que está buenísima, que a qué espero; le cuento que estoy haciendo un experimento.
Después de un buen rato salen a la calle a fumar, tardan muchísimo en volver, nos aburrimos y decidimos irnos. Al encontrárnoslas en la puerta se lo comunicamos y no nos dejar irnos. Entre toda la confusión se me tira y me da un beso. Javi ve el percal y dice que se marcha, yo no se lo impido.
Después del beso seguimos hablando mucho, sin volvernos a besar. Me hace preguntas sonda y yo me sincero y le digo que me gusta bastante; le hablo de cómo soy y lo que me gusta de verdad. Me dice que soy un tío raro, muy raro: ella también es rara. Me intenta psicoanalizar constantemente, sacar conclusiones de mis extraños comportamientos porque según me dice, por las cosas que le cuento, piensa que le estoy vendiendo la moto, que ya tengo un discurso preparado que utilizo con todas. Le comento que es todo lo contrario, que nunca hago lo que estoy haciendo y que esta noche estoy siendo el antiligue, pero no se lo acaba de creer del todo.
Me apetece besarla y no paro de hacerlo, a ella también le gusta eso, no me importa parecer un pesado ni disimular que me gusta. Me aparta las manos cuando le toco el culo (

), llego a la conclusión de que lo hace por hacerse la difícil. Siempre hay un problema con las amigas, y una de ellas tiene nosequé lío con nosequé otra amiga. Está de bajón y mi amada se tiene que quedar acompañándola. Insiste en que nos veamos mañana (hoy), que quiere conocerme fuera, le intrigo.
Hoy quedaré con ella después de cenar. Estoy segurísimo de que comportarme como me comporté anoche no hubiera tenido resultado con ninguna otra, pero he dado con una tía extraña; es algo que a priori me gusta, aunque sin pasarse. Me gusta que sea diferente, pero no que sea una tarada obsesiva, tiene bastantes papeleras de serlo así que lo averiguaré en los sucesivos días.
Tampoco he sido transparente del todo. He utilizado tácticas de ligue casi instintivamente que no he podido reprimir, pero he distado mucho de lo que suelo hacer otros jueves.