Tengo esa sensación en infinidad de veces. Dar asco al follar es algo que reafirma la misoginia. Ahora en verano te pones a darles candela y como la zorra pone esa cara de asco no te corres ni para la hostia, pero claro, has pagado y no es plan de irse de allí sin desfogar. Por lo que empiezas a darle con saña. Golpes de pelvis fuertes, sudores que te corren por la frente y que le caen a la puta en la cara cuando haces el misionero, la cara de asco cuando le cae el sudor caliente en su rostro mientras le estás castigando el coño a base de embestidas en un chocho seco, eso amigos míos, eso no tiene precio. Bueno, sí, lo tiene, pero ya me entendéis.