El vomito es la salud. El vomito nos cuida.

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Cuando por 700º vez terminé de leerme las viñetas del gurù Constanza acabé por hacer parte de mi vocabulario habitual gran parte de sus ornamentos gramaticales. Tratos de culo, hacer la cata, montar un carrusel de hostias, olor a culo y a engaños, así como el siempre socorrido uso de las coñas sobre el consumo de leche de pantera* y la singularidad de saber leer mayúsculas. Todo ello enriqueció mi lenguaje y lo dotó de un aura de genialidad que el resto de la gente no podía mas que admirar.

Desgraciadamente no es un vocabulario apto para todo el mundo, pues aunque la gente muestre grata sorpresa al ser regalados con tan floridos términos no son capaces de captar la verdadera esencia de LOL contenida en las mentadas expresiones, como un vulgar campesino podría apreciar la belleza física del espejo mágico de la madrasta de Blancanieves, pero fuese totalmente incapaz de comprender el poder que contiene. Así, cuando yo introduzco "olor a culo y a engaños" en una frase, provoco risas un tanto desconcertadas en mis interlocutores, y luego, incapaces de coordinarse en el baile de mi conversación, impotentes ante el panorama de devolver una estocada que no es siquiera un ataque contra ellos sino un poco de pavoneo de la lengua (impostado, si), estropean la gracieta al responder con un " jaja ¿Pero, a que huelen los engaños?", en vez de dejarlo estar, asentir con la cabeza, en silencio, y continuar con la charla, que seria una reacción bastante mas elegante.

Porque esta claro que no hay una buena respuesta a "a que huelen los engaños", y el conversador poco fino lanza entonces la conversación fuera del alcance del compañero de diálogo, como si dos amigos pasasen el rato dando toques a un balón y uno de ellos tras recibir un pase perfecto lo mandase a tomar por culo de un patadón. No.



* Mis amigos desconocen que la Leche de Pantera era una bebida alcohólica de la España de los 70, por lo que cada vez que la nombro ríen, pues creen que realmente estoy hablando de la disparatada idea de beber auténtica leche ordeñada a una pantera, una hazaña solo al alcance de hombres muy bravos. Y la verdad que me gusta mas este trasfondo para la bebida, le da un toque de LOL muy bueno.
 
La bebida que citas es un sucedáneo. La leche de pantera auténtica era una bebida legionaria que contenía ginebra, leche y pólvora.
 
En algunos de los más sórdidos y filofascistas bares de Madrid debe seguir sirviéndose.
 
Oh oh ohh Vomito ees

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