Jose David
Clásico
- Registro
- 2 Jul 2006
- Mensajes
- 2.486
- Reacciones
- 18
Al final no he salido a ninguna parte, en la partida había uno que tiene la misma capacidad mnemotécnica que yo, no podía estar seguro de ganar. Así que me he quedado en casita. La chica no ha enviado mensaje (¿las amigas influyen eh?, o la han convencido para que no se los ponga al novio o, más probablemente, la han convencido para que sea yo quien la llame. Bueno, eso da igual, más tranquilito estoy.
El hecho es que he estado viendo una peli sobre una chica telépata, que por cierto es preciosa, y no paraba de darle vueltas al coco. Hasta que una frase contundente se ha formado, sin duda alguna: “Nos enamoramos de una imagen”. Ese es el catalizador que hace que nos enamoremos, al margen de todo lo demás.
Me explico. Una chica preciosa pero borde, o que nos desprecie, jamás merecería nuestro amor (viceversa para el sexo opuesto, durante todo el razonamiento), una chica preciosa y que tenga todas y cada una de las características que buscamos (o tan solo algunas), si que es candidata a ese amor. Pero… esas características, dadas en una chica con obesidad mórbida (pongamos por caso, 180 kg de peso), verrugas en la cara, sudoración con mal olor, etc… ya sabéis el resto. Esa chica nunca será objeto de nuestro amor, por muy compatible con nosotros que pueda ser.
Ahora vamos a jugar a las hipótesis. Nos enamoramos de esa chica preciosa que tiene absolutamente todo lo que buscamos en ella, incluido el que nos ame con locura. Somos todo para ella, y lo tiene todo. Es simpática, increíblemente cariñosa, inteligente, muy culta, preciosa, viciosa en la cama y comparte todas nuestras fantasías sexuales, y nosotros las suyas. Se enamora locamente y viceversa.
Un año de convivencia… la envídiaa de todos. Ahora sois uno, ella y tú. Una fantasía romántica convertida en realidad. Una vida perfecta, ella y tú.
Y de buenas a primeras… un desorden metabólico, empieza a engordar, es imposible que pueda controlar su apetito, su rostro empieza a deformarse por otra enfermedad ósea. Su sudor y emisiones de feromonas emiten ahora un desagradable olor. Ahora esa chica es la gorda de 180 kg, verrugosa, deforme, apestosa… pero dentro de su cabecita, sigue siendo la misma chica de la que te enamoraste, te sigue amando.
Haz un esfuerzo de imaginación, deja a un lado el romanticismo, y contesta, ¿pasarías tu vida con ella?, ¿vivirías con ella?, ¿la amarías?, en todas sus formas…. ¿La sigues queriendo?. ¿O era su imagen, su físico, lo que hacía posible el milagro?. Creo que ya lo he dicho todo.
Pero os diré más, no seguiríais con ella, no podríais. Lo sé, ha pasado muchas veces y seguirá pasando. La imagen no lo es todo, pero si es lo que hace posible todo lo demás. A más hermosa y atractiva y sexy, más amor, más intensos nuestros sentimientos hacia ella.
Lo curioso es que lo intenté, os juro que intenté, tiempo ha, amar solo por como es una persona en su interior, y encontré que es imposible amar o tan siquiera compartir íntimamente, con quien no tiene un físico adecuado. Y si yo fracasé, YO, que no tengo listón porque me parece repugnante medir a las personas por un baremo, ¿cómo podréis hacerlo vosotros?.
Así que esos nobles sentimientos que chicos y chicas hemos tenido, no es más que pura mierda cuando buscamos su trasfondo biológico. Estamos presos de la biología, de los instintos, y eso para un ser lo suficientemente racional, es patético.
Así que, ¿qué hacer?. Una solución quiero.
No quiero insultar a nadie, pero el que no se plantee esto, es poco más que un animal.
El hecho es que he estado viendo una peli sobre una chica telépata, que por cierto es preciosa, y no paraba de darle vueltas al coco. Hasta que una frase contundente se ha formado, sin duda alguna: “Nos enamoramos de una imagen”. Ese es el catalizador que hace que nos enamoremos, al margen de todo lo demás.
Me explico. Una chica preciosa pero borde, o que nos desprecie, jamás merecería nuestro amor (viceversa para el sexo opuesto, durante todo el razonamiento), una chica preciosa y que tenga todas y cada una de las características que buscamos (o tan solo algunas), si que es candidata a ese amor. Pero… esas características, dadas en una chica con obesidad mórbida (pongamos por caso, 180 kg de peso), verrugas en la cara, sudoración con mal olor, etc… ya sabéis el resto. Esa chica nunca será objeto de nuestro amor, por muy compatible con nosotros que pueda ser.
Ahora vamos a jugar a las hipótesis. Nos enamoramos de esa chica preciosa que tiene absolutamente todo lo que buscamos en ella, incluido el que nos ame con locura. Somos todo para ella, y lo tiene todo. Es simpática, increíblemente cariñosa, inteligente, muy culta, preciosa, viciosa en la cama y comparte todas nuestras fantasías sexuales, y nosotros las suyas. Se enamora locamente y viceversa.
Un año de convivencia… la envídiaa de todos. Ahora sois uno, ella y tú. Una fantasía romántica convertida en realidad. Una vida perfecta, ella y tú.
Y de buenas a primeras… un desorden metabólico, empieza a engordar, es imposible que pueda controlar su apetito, su rostro empieza a deformarse por otra enfermedad ósea. Su sudor y emisiones de feromonas emiten ahora un desagradable olor. Ahora esa chica es la gorda de 180 kg, verrugosa, deforme, apestosa… pero dentro de su cabecita, sigue siendo la misma chica de la que te enamoraste, te sigue amando.
Haz un esfuerzo de imaginación, deja a un lado el romanticismo, y contesta, ¿pasarías tu vida con ella?, ¿vivirías con ella?, ¿la amarías?, en todas sus formas…. ¿La sigues queriendo?. ¿O era su imagen, su físico, lo que hacía posible el milagro?. Creo que ya lo he dicho todo.
Pero os diré más, no seguiríais con ella, no podríais. Lo sé, ha pasado muchas veces y seguirá pasando. La imagen no lo es todo, pero si es lo que hace posible todo lo demás. A más hermosa y atractiva y sexy, más amor, más intensos nuestros sentimientos hacia ella.
Lo curioso es que lo intenté, os juro que intenté, tiempo ha, amar solo por como es una persona en su interior, y encontré que es imposible amar o tan siquiera compartir íntimamente, con quien no tiene un físico adecuado. Y si yo fracasé, YO, que no tengo listón porque me parece repugnante medir a las personas por un baremo, ¿cómo podréis hacerlo vosotros?.
Así que esos nobles sentimientos que chicos y chicas hemos tenido, no es más que pura mierda cuando buscamos su trasfondo biológico. Estamos presos de la biología, de los instintos, y eso para un ser lo suficientemente racional, es patético.
Así que, ¿qué hacer?. Una solución quiero.
No quiero insultar a nadie, pero el que no se plantee esto, es poco más que un animal.