Me he anotado en el calendario banear a Nueces tantas semanas como diputados le falten a Podemos para llegar a los noventa.
@Nueces, si tienes algo que decir a esto, dilo, porque como no te hayas retractado de tu fatua apuesta me parece que para el 29 de abril te vas a quedar sin foro cerca de un año.
En todo caso seréis vosotros los que os quedaréis sin
@Nueces para desasosiego general. Tampoco sería la primera (ni la segunda) vez que se me convierte en un baneat politic.
Si es que en realidad esto es muy simple: España es sociológicamente de centro izquierda y la izquierda tiende a sacar más votos que la derecha en las elecciones generales. Hay dos factores que hacen posible las victorias de la derecha: la abstención y el sistema electoral, que premia la concentración frente a la fragmentación, siendo la izquierda la que históricamente se ha presentado fragmentada en más partidos.
Ahora hay un escenario en el que por primera vez en la historia, de los partidos de ámbito nacional con opciones, hay más representantes de derechas que de izquierdas. La derecha ha perdido una de sus tradicionales ventajas.
Ya solo le queda la participación. Con menos de un 65%, victoria de la derecha. Con más de un 70%, victoria de la izquierda. Entre 65 y 70%, habrá que ver cada barrio, pero la pérdida de la ventaja del anterior párrafo augura victoria también de la izquierda.
La izquierda ha estado desmovilizada los últimos años, pero el retraso cognitivo del discurso de Casado los últimos meses, el fracaso de Colón y Vox están contribuyendo a movilizarla frente a la apatía de la pérdida de potencia de los programas y desgaste de los líderes de la izquierda.
Así que a medio día del 28 de abril será fácil especular quién ha ganado. Si la participación en ese momento es unos 3 puntos superior a la de 2016, victoria de la izquierda, con una probabilidad bastante alta de que la derecha se estrelle contra el sistema electoral facilitando una mayoría absoluta de PSOE y PODEMOS.
El tablero está dispuesto, los dados afilados y las cartas repartidas. Ya solo queda ver en qué escenario estamos.