Pocas fuerzas hay en la naturaleza tan destructivas como las madres propias, las madres de tus parejas y, sobre todo, las madres de tus parejas en modo protección de su hijo, si es el pequeño de la camada, cuando le tocas los cojones por cuñao y por gilipollas. Por este orden, diría yo.
Cuando uno se percata de que su madre está de atar, es cuando hay que poner pies en polvorosa. Y las jodidas lo saben hacer para que tardes en percatarte. Si por ellas fuera, estarías toda tu puta vida a su servicio, a su lado, en su cama, o donde toque. Y si no, se enfadan y no respiran. Pues esta es la clave, que no respiren y espichen.
Anda que no he visto parejas y matrimonios destruidos por las madres de la feliz pareja. Me faltan dedos en las dos manos. Anda que no conocemos todos a alguien, de edad mayor de 18, que vive bajo el sobaco de la mamá, enferma crónica, viuda llorosa, que atormenta al más débil de los retoños para que no abandone el nido nunca. Uno de estos pájaros me confiaba un día que básicamente, no había follado en su vida (con 30 años) sin pagar. El tipo tiene buena pinta, tipo culto, gana dinerillo..vamos, un tipo normal. También básicamente le vine a contestar que las chavalas son muy listas y que, como huelan que no ha habido destete, no se arriman.
Ya no somos amigos, ahora somos conocidos nada más.
Respecto al refrán, "parientes y trastos viejos, pocos y lejos".