"Escuchemos" al Gran Maestro Manetón...

Don Jaume

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2 Dic 2005
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Ahora que uno de tantos y tantos acaba de abrir un topic en esta Santa Puta Mierda de Foro -Véase "General"- profiriendo sandeces sobre su viaje a Egipto, dispóngome a abrir este otro hilo, como mínimo, infinitamente más interesante y cultivado. :pla

¡Ah, mes amis/es!; escuchemos al gran maestro Manetón (y, pasemos de la chusma que, por su contingente condición de "moderata", pretende se pase por alto que ni sabe ni quiere saber ni de !); ¿les parece? :lol: :lol: :lol: :twisted:

¿Saben?; a pesar de que algunos meritorios aprendices, apresurados e impacientes, ante la casi orfandad manetoniana respecto de estelicas y demás curro del grabado público, estarían tentados de elevar al maestro a la categoría de semi-leyenda, está fuera de toda duda razonable que el célebre autor, además, del "Libro de Sozis" y el "Libro Sagrado", del "Epítome de doctrinas físicas", de los "Apotelesmatiká", de un opúsculo de "Crítica" a la obra de Heródoto y de obras varias sobre festivales, rituales y culto, existió.

El maestro Spiegelberg -no el de Tiburón, no; otro-, en su clásico estudio sobre las fuentes (es decir, Plutarco, Sincelo, Eusebio, Jorge el Monje, Julio Africano, Josefo..; ya saben...), ya en 1928, sentencia para los restos que Amado de Toth (es éste el significado del nombre del maestro -de nada, de nada..; uno, que es así...-; aunque, cierto es que el profesor Waddell, hace poco más de veinte años, lanzó la digna de estudio hipótesis de que la deidad, en lugar de Toth, podría ser Neith...), indiscutiblemente miembro de lo más alto de la hereditaria clase clerical egipcia, ocupaba el cargo de Primer Sacerdote de la Verdad de Toth. Casi con seguridad fué natural de Sebennito (la actual Samannud). El profesor Bouché-Leclercq se muestra reticente..; pero, no deja de aceptar que, a tenor del famoso papiro del 241 a.C., parece indudable que llegó a una edad avanzada después de una prestigiosa carrera, digamos.., eclesiástica en la que destaca el especial encargo de Ptolomeo V de, junto con otros eruditos entre los que sabemos destacó el maestro Timoteo, sentar las bases de un culto sincrético (lo de Serapis, vaya...).

Ya de entrada (es decir, si uno no mira las cosas con orejeras o con juicios previos...), es palmario que cuesta tela trabajo imaginar a alguien que pudiera hallarse en MEJOR situación que el maestro Manetón (¡cuánta documentación que hoy se ha perdido tendría a mano!) para hacer una Historia de Egipto (sólo hay que consultar al maestro Heródoto -o, a Diodoro- para percatarse de la apabullante IMPORTANCIA de los kilométricos archivos egipcios, en sus vastísimas y numerosísimas bibliotecas; bien sûr...); pero, a la postre, resulta de cajón que NO tendriamos Historia de Egipto de recibo sin Manetón y el capital, revelador, definitivo documento llamado Papiro de Torino (no me resisto a comentar la edición de la primorosa hermosura de esta obra en bellísimo hierático de Farina -"Il papiro del Re restaurato"; Roma, 1938- que juzgo, ¡de calle!, la mejor y la ÚNICA de consulta de absoluto recibo para un/a estudioso/a que se precie de no pretender otra cosa que tener una honrada y publicitable opinión del thema).

Los puntuales errores del maestro (ergo, el tratamiento de la dinastía III -plenamente corregido ya por los profesores Drioton y Vandier-, su dinastía VII, sus etimologías hicsas -el profesor Pirenne hace una valoración muy acertada del thema, ya saben...-, las creativas cifras para la dinastía XXII, los orígenes de la dinastía XXIII...) son, ¡por favor!, nimias chuminás ante el OCÉANO de datos que nos proporciona y que el contraste ad hoc no ha hecho otra cosa que confirmar.

Si no hubiese estado el maestro Manetón (y el llamado Papiro de Torino, claro...), ¿qué?

Pues..; por ejemplo, estariamos como con los hititas (de los que, por cierto, hay bastantes estelicas y demás...).

Contariamos con 47 cartuchos reales (de los, parece, 58 que ab initio había...) con datos parciales, fragmentarios y confusos sobre la tradición del Bajo Egipto (ergo, lista real de Sakkara -hoy, en el museo cariota-); con dos listas tanto o más irregulares de cartuchos sobre la tradición del Alto Egipto (ergo, la lista real de Karnak -una cincuentena de cartuchos; hoy, en el Louvre-; y, la lista real de Abidos -76 cartuchos; está en el templo de Seti I en Abidos {hay un duplicado menos íntegro aún en el templo de Ramsés II también de Abidos}-) y con la socorrida y, por ello, hiper-famosa Piedra de Palermo (lo POCO que queda de ella, en el museo de esta ciudad); que, dicho sea de paso.., no es otra cosa que la confirmación, al fin y al cabo, de lo dicho por el maestro Manetón.

No nos aclarariamos (como, naturalmente, a falta de un maestro Manetón hitita, no pillamos de con los hititas -¡y, eso que se encuentran, aquí y allá, de cositas..!-).

¿Saben por qué?

Pues, porque es con el maestro Manetón con quien se coteja, es a partir de lo dicho por el maestro Manetón que se mide y se valora, es con el maestro Manetón con quien se cuenta (¡el reconocimiento a su primacia al caso es tal que jamás se ha cuestionado una EXTRAVAGANCIA formal tal como la a todas luces arbitraria y para nada científica célebre consolidadísima división dinástica..!; cherchez la femme, mes amis/es...).

Quizá deba decirles que existe, sí, algo así como una estela para el maestro: en la base de un busto de mármol hallado en las ruinas del templo de Serapis en Cartago está inscrito su nombre (de esto, damas y caballeros, me interesa, francamente, darles la bibliografía al caso -no vaya a ser que, por desconocimiento de tan capital inscripción, aún albergue alguien alguna duda sobre la existencia del maestro...-: Corpus Inscrip. Lat.; VIII, 1.007 -ya tienen, pues, la estela para sacar definitivamente al autor de la casi mítica "Historia de Egipto" de las endrinas brumas de lo indocumentado...-)..; ¿creen ustedes, de verdad, que es a partir de esta inscripción que hay que estudiar al maestro Manetón?

Pero, la pregunta del millón, al fin y al cabo, es otra: ¿creen ustedes que alguno de los maestros y profesores, de las auctoritas que he citado en esta nota (o, von Gutschmid, Scott, Pauly, Wissowa, Korll, Susemihl.., ¡o, tantos otros! {o, Grenfell, Hunt y otros para el caso del llamado Papiro de Torino}), antes de ponerse con el maestro Manetón -es decir, sumergirse en lo que, gracias a Dios Nuestro Señor, los demás nos han hecho llegar de él-, ha leido lo que los demás decían de lo que dice el maestro Manetón, ha hecho un sesudo trabajo de campo de la inscripción de marras y se ha hecho una chuleta de las listas reales citadas para llevarla y cotejar, ¡a partir de ellas!, lo que vale o no vale del maestro?

Lo IMPORTANTE, lo verdaderamente importante ¡no es que ustedes traten de elucubrar CUÁL es la praxis concreta de este o aquel investigador o estudioso!, lo, sin duda, crucial y definitivo es saber si ustedes, individualmente y al margen de presiones externas, CREEN que, por ejemplo, cualquiera de los citados, escaso de tiempo.., pasa de perfeccionar su griego al caso, se abstiene, por tanto, de los "Fragmenta Historicorum Graecorum", de los "Manethonis Sebennytae Reliquiae", de las "Fontes Historiae Religionis Aegyptiacae" y, por supuesto, incluso de la fundamental compilación del profesor Waddell, se mira la inscripción, consulta las traducciones de los cartuchos de marras de las, ¡faltaría más!, inscripciones epigráficas, se hace su composición de lugar con ayuda de fuentes de segunda mano escritas en alguna lengua que domine ya previamente (procura, noblesse oblige.., se trate, naturamente, de fuentes de recibo..; eso sí...), y a darle, como dicen los calós, a la mojá sobre el maestro Manetón y, puestos ya.., sobre la Historia de Egipto sin rubor, sin escrúpulos y sin temor a ningún tipo de insomnio por tanta y tanta, en mi opinión, reprensible EXTRAVAGANCIA.

Ya digo que, ¡olvídense de otro tipo de consideraciones!, lo verdaderamente importante es si ustedes CREEN que es así como lo hacen los que enseñan cómo se hacen las cosas...

Nada hay más importante.
 
Interesantes reflexiones, a la par que amenas.

Seguro que en el General podrán apreciarlas en todo su esplendor.
 
Oiga..; a ver, si por lo menos, ¡pretende usted dirigirse ni más ni menos que a alguien como yo!, aprende a leer, darling...

Lo que yo digo, lo que yo quiero decir, lo ÚNICO que, al caso, puede decirse es (me cito, sorry): "si no hubiese estado el maestro Manetón (y el llamado 'Papiro de Torino', claro...), ¿qué?". ESO es lo que yo digo ¡y, no lo que usted, imagino que sólo por no saber leer comme il faut.., torpemente dice yo he dicho!

¿Estamos, my dear?

Que, este hilo aspira a ser uno más de los hilos de recibo de los foros de la Casa; ¡y, NO, para nada, ni por el forro, una bazofia para chusma viciosa e ignorante como TODOS los hilos que, abusando de lo que éticamente permiten 50€ de alquiler, enguarra, v.g., quien va por la vida pataleando como una cucaracha panza arriba loquito porque, como si tal fuese posible.., nos traguemos que es o el Gran Maestro Yoda o un duce de aldea virtual o alguien, al menos, decente y que ni manipula ni MIENTE!

Sea como sea, al margen de tan notorio ¿precipitado lapsus quizá?, darling, debo decirle que algo me dice que sería un estúpido si no diera, digamos.., una segunda oportunidad a alguien como usted...

En la octava jornada de las tristes, tristísimas novemdiales por el Padre Santo, a.c.s., siempre, en cualquier caso, a su disposición; no lo dude.
 
Andrey rebuznó:
Oiga..; a ver, si por lo menos, ¡pretende usted dirigirse ni más ni menos que a alguien como yo!, aprende a leer, darling...

Lo que yo digo, lo que yo quiero decir, lo ÚNICO que, al caso, puede decirse es (me cito, sorry): "si no hubiese estado el maestro Manetón (y el llamado 'Papiro de Torino', claro...), ¿qué?". ESO es lo que yo digo ¡y, no lo que usted, imagino que sólo por no saber leer comme il faut.., torpemente dice yo he dicho!

¿Estamos, my dear?

Que, este hilo aspira a ser uno más de los hilos de recibo de los foros de la Casa; ¡y, NO, para nada, ni por el forro, una bazofia para chusma viciosa e ignorante como TODOS los hilos que, abusando de lo que éticamente permiten 50€ de alquiler, enguarra, v.g., quien va por la vida pataleando como una cucaracha panza arriba loquito porque, como si tal fuese posible.., nos traguemos que es o el Gran Maestro Yoda o un duce de aldea virtual o alguien, al menos, decente y que ni manipula ni MIENTE!

Sea como sea, al margen de tan notorio ¿precipitado lapsus quizá?, darling, debo decirle que algo me dice que sería un estúpido si no diera, digamos.., una segunda oportunidad a alguien como usted...

En la octava jornada de las tristes, tristísimas novemdiales por el Padre Santo, a.c.s., siempre, en cualquier caso, a su disposición; no lo dude.

Bueno..; eventualmente, vamos a dejarlo en que usted reconoce que NO había leído como toca y procede lo que, ERRANDO a más no poder, pretendía comentar; y, que, yo, en fin.., aplicando un rasero hiper-generoso a su obvio esfuerzo en la presentación formal de su redactado, digamos que estoy aún valorando si ha mandado o no su segunda oportunidad a freír gárgaras..; ¿le parece, darling (me refiero a quien está detrás del nick que reza "Luiso")?

Y, llevado de un elán caritativo (hay detalles que me emocionan mucho, sí...) que, para infinita desgracia de mi alma mil veces pecadora, es, se lo aseguro.., tan extraordinario como particularmente insólito, como plus le diré, my dear, que, si su body le pide, no sé.., así como buscar los tres pies al gato a, en este caso, mi modesta nota ab initio de este hilo, en puridad, lo ÚNICO que cabe decir (si no se quiere que, al decir otra cosa, se revele que, digamos.., NO se ha ajustado a la realidad exactamente decir que se había leído lo que se ha dicho se había leído..; esas cosas, ya sabe...) es que, con la inscripción a que aludo en tales mencionadas humildísimas líneas, lo ÚNICO que puede hacerse (dejando de lado, naturalmente, la ficción pseudo-historique para el entretetenimiento y tal y tal...) es insistir en el, al parecer, MUY importante papel que el maestro Manetón tuvo en la creación del culto de Serapis. Punto.

Naturalmente, todo quisqui sabe (usted también, ¿no?) lo que le dió de si el famoso "tutto a te me guida" de la como quien dice mártir Marie-Antoinette a todo un maestro como Zweig, por ejemplo..; pero, estará de acuerdo conmigo en que, al reverenciadísimo maestro que decidió alejarse de la existencia mortal en tierras brasileiras, ¡siendo quien es y representando lo que representa!, JAMÁS se le ha tenido por otra cosa que un lúcido, penetrante y genialmente clarividente NOVELISTA (el parangón en caso de plantearse, pues, sería, v.g., con el maestro Homero, ¡no, por ejemplo, con el maestro Heródoto!).

No, claro: una grabación epigráfica no es, ¡para nada!, ¡ni por el forro!, analógicamente un mínimo trozo de maxilar de cromagnonensis; y, sobre todo los/as confesos/as historiadores/as que hacen el RIDÍCULO en algunos foros de la Red deberían saberlo de oficio (como deberían saber que, para matizar siquiera subliminalmente como algunos/as ¡negro sobre blanco! pretenden hacer, por ejemplo, la famosísima y reverenciadísima "Historie du Culte des Divinités d'Alexandrie" que todo quisqui sigue, en allanamiento absoluto, desde 1844 se precisa algo más que indocumentada cortés displicencia -por ejemplo, se necesita otro bastón como la "Historie du Culte des Divinités d'Alexandrie"; ni más ni menos-).

Y, tampoco: como tales afortunados/as en tómbolas para el embrutecido populacho donde se reparten ¡títulos! SIN contenido deberían saber, hay quien como yo, noblesse oblige.., conoce estimo suficientemente el alcance de los campos semánticos de epigrafía, biografía y, sobre todo, egiptología...; ¡naturalmente que NO es el maestro Manetón el quid ni de esta modesta nota ni del hilo! (¿diría honradamente que no estoy legitimado a tener por altamente CHOCANTE que usted, insólitamente, aluda a sus intereses por el thema manetoniano cuando de lo que se habla es, evidentemente, de otra cosa que ab essentia NADA tiene que ver?).

Sin duda, no se equivocaría quien, en temas epigráficos y derivados, se abstiene de tenerme por más que dilettante... ¡Pero, algunos/as que osan usar cierto tipo de redactado y se atreven a intentar marear la perdiz a golpe de elán ensoberbecido risiblemente fuera de lugar, al menos por prudencia, no deberían olvidar que, si la Historia fuese lo que NO es (ergo, una taxonomía graduada en tanto importancia de cada disciplina al caso -TODO quisqui sabe que la Historia, en definitiva, es JUICIO; por mucho que se empeñen en lo contrario periodistas, crónistas y analistas que no están capacitados para llegar, queriendo sea como sea, más lejos-), la epigrafía se hallaría en los sótanos y, por ejemplo, la filología sería el umbral de la cima; que, el documento, darling, sería el empireo y la estela ¡jamás pasaría del villano polvo! En tal elán, está mi modesta nota; y, ¡no en historiar, por Dios bendito, al maestro Manetón!

Y, eso me lleva, burla, burlando.., al thema de la ASIMETRÍA...

¿De verdad alguien da por axioma que un diálogo asimetrico no puede conllevar la disposición de quienes dialogan a aprender de los/as demás de forma inter-activa? Perdóneme que le diga que tal idea es, además de toscamente maniquea, sospechosamente CLASISTA; y, para más inri, un planteamiento, en el mejor de los casos, simplista de la quaestio de FONDO: la previa disponibilidad a tal efecto de la PERSONA.

Mire, corto y claro: para que le digan a uno lo guapito de cara que es, lo hiper-inteligente que es, lo super, lo hiper, lo meta que es, ¿sabe?, uno ya tiene carne fresca y a mano que se lo dice de forma que da muchísimo más gusto que en la Red; ¿creía lo contrario?

Se equivoca del todo si es así, my dear.

En la octava jornada de las tristes, tristísimas novemdiales por el Padre Santo, a.c.s., siempre a su disposición.



post scriptum.- en cuanto a lo que, de forma tan meritoria como interesante, nos dice quien está detrás del nick que reza "Mirela" decirle.., decirle.., decirle.., dejémoslo sólo en que, por ejemplo, SIEMPRE han sido treinta las stricto sensu dinastías manetonianas. NO hay, NO ha habido nunca, my dear, ¡ni asomo de disputatio al respecto! El thema de las referencias a la dinastía XXXI (cosa que se arrastra, ¡vaya!, desde Eusebio y Africano..; no es de ahora, no...), o, por llamarlo con mayor propiedad, el thema de las referencias de la ÚLTIMA dinastía citada por quienes nos han transmitido la temporalización historique de Egipto del maestro Manetón, dejemos la palabra a los/as que saben.., "parece que NO se deben al maestro Manetón, sino que fueron añadidas para completar el material suministrado por él; con todo, cabe la posibilidad de que algunos de los datos provengan del mismo maestro Manetón" (César Vidal Manzanares; pág. 118 de su edición de la "Historia de Egipto" del maestro Manetón -Alianza Ed., Madrid, 1993-). En cualquier caso, la XXXI dinastía corresponde a los últimos monarcas persas usurpadores; y, es público y notorio que las taxonomías tipo "era tinita/Imperio Antiguo/,Primer Período Intermedio/Imperio Medio/Segundo Período Intermedio/Imperio Nuevo/era saíta", ¡no son ni por asomo del maestro Manetón! (tienen, además, como quien dice cuatro días...), y que NINGUNA (insisto: NINGUNA) de las auctoritas que nos han transmitido las preciosísimas palabras del maestro han hecho otra cosa que llamar dinastía I a la que el maestro llama dinastía I y dinastía II a la que el maestro llama dinastía II; y que, si bien hay algún problemilla por demás hiper-secundario en OTRAS dinastías, NUNCA, jamás de los jamases, NADIE ha osado hacer otra cosa que llamar dinastía I a la que el maestro Manetón llama dinastía I y llamar, allanadamente, dinastía II a la que el maestro llama dinastía II. No sé yo si me habré conseguido explicar con la exigible simpleza...
 
En tanto en cuanto el thema de la cronología y la transcripción onomástica, damas y caballeros, permítanme recordar a beneficio de inventario que los/as egipcios/as de la Antigüedad NO utilizaron jamás de los jamases sistema de cómputo continuo del tiempo alguno, sino que contaban sólo los años de reinado de cada monarca.

Sin duda, sin duda, sin duda..; en los archivos, mes amis/es, ¿cómo no iba a haber listas meticulosas y precisas de los años de reinado de los soberanos sucesivos?; pero, ¡ay!, las mismas o se han dramáticamente perdido o se conservan en un estado muy, muy, muy desesperadamente lacunario. A la hora de hacer cronologías absolutas, pues, tan sólo sirve a los/as esforzados/as egiptólogos/as de alguna ayuda las eventuales indicaciones referentes al ciclo sotíaco o a otras observaciones astronómicas, o bien los muy ocasionales sincronismos con acontecimientos bien fechados acaecidos en países cercanos al don del Nilo. En ¡esas circunstancias! es fácil comprender, damas y caballeros, las vacilaciones y hasta abiertas discrepancias incluso entre las mismísimas auctoritas en Egiptología; discrepancias que pueden ser ¡hasta de más de un siglo! en el llamado Imperio Antiguo para irse, lógicamente, reduciendo en el segundo y primer milenio hasta llegar a ser prácticamente insignificantes en la llamada Era Saíta.

Si bien, mes amis/es, las fechas que los/as egiptólogos/as manejan a partir del año 2000 a.C. deben ser ya muy cercanas a la realidad, no obstante las frecuentísimas y leves correcciones que imponen los/as especialistas acaban por ser, ciertamente, IRRITANTES a los ojos de cualquier no especialista, egiptólogo/a o no, sobre todo porque es obvio que faltan elementos para garantizar que cualquiera de las soluciones propuestas vaya a ser definitiva. Por consiguiente, hay quien, legítimamente, opta por, digamos.., tener en mente varias temporalizaciones al mismo tiempo...

Convencido, mes amis/es, de que tal solución no hace sino DESCONCERTAR y DESORIENTAR, por mi modesta parte he optado por la, sigamos diciendo.., solución salomónica de dar UNA sola fecha (en este caso, dejando de lado las, juzgo, hic et nunc superadas propuestas del maestro Pirenne, las propuestas por el profesor Josep Padró).

La cronología que, humildemente, les propongo, damas y caballeros, tengo el criterio de considerar tiene, como mínimo, la ventaja de ser la más meo quidem animo ACORDE con los sincronismos propuestos por los historiadores y cronógrafos classiques con respecto a la Historia griega.

En lo referente a la transcripción de los nombres propios egipcios a la bella lengua del maestro Cervantes, mes amis/es, oigan.., la anarquía es TOTAL; debido, claro.., a la total y absoluta falta de tradición egiptológica escrita en tal lengua y a la hiper-notoria falta de mínima competencia en la materia de la abrumadora mayoría de traductores/as de CUALQUIER obra extranjera al castellano.

Todo ello ha llegado hasta el extremo de dar carta de naturaleza, oigan.., ¡a ciertas formas, damas y caballeros!, pásmense.., ¡ni siquiera basadas en otra cosa que la fantasmona colosal ignorancia de las formas correctas!; o, de acostumbrar al vulgo a vacilaciones SIN justificación alguna.

¿Qué hacer, pues?

En fin..; teniendo en cuenta que en esto sí que NO es posible limitarme a copiar cualquier sistema extranjero (pues, como sabe el/la más iletrado/a, cada idioma tiene su propia manera de transcribir nombres propios de las lejanas civilizaciones antiguas...), me he servido, como base, de las páginas 107/204 del entiendo insustituible magistral trabajo de citado profesor Padró en torno a "la transcripción castellana de los nombres propios egipcios" (en nº 5 -1987- de "Aula Orientalis"); y, para el cotejo, de un classique como "Le Livre des Rois d'Égypte. Recuil de Titres et Protocoles Royaux, Noms Propres de Rois, Reines, Princes, Princesses et Parents des Rois" del maestro Gauthier (El Cairo, ED, 1916). Ambas obras se basan, esencialmente, en utilizar en principio las transcripciones griegas cuando existen y NO deforman excesivamente las formas originales; y, en caso contrario, transcribir convencionalmente los nombres propios egipcios, adaptándolos lo mejor posible a los recursos fonéticos del alfabeto latino (hago la salvedad de que, en este hilo, yo he decidido renunciar -cosa que, ¡naturalmente!, me reprocharían con, seguro.., mucha aspereza tanto el maestro Gauthier como el profesor Padró; sí...- al uso de signos diacríticos que casi nadie comprende y que, entiendo.., NO tienen justificación alguna en una modesta nota de contenido en modo alguno stricto sensu filológico).

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.

Post Scriptum:

Permítanme, damas y caballeros, arrojar pelín de luz en la obscuridad de algunos/as..; ¿hace?

Empezaremos, si les parece, ¿podría ser de otro modo?, por el alfa del thema; es decir, por la lamentable, trístemente perdida "Historia de Egipto" del maestro Manetón.

Para él, damas y caballeros, por si no lo sabían o estaban confundidos/as en torno a ello, el multimilenario continuum histórico egipcio era el siguiente:

-Período pre-dinástico

01) estirpe de los DIOSES. Duración: 13.900 años.

Hefesto
Helios
Sosis
Saturno
Osiris
Tifón
Horus I
Bites (el maestro Heródoto recoge la noticia -IV, 155- de que "los libios llaman a su rey Battos")

02) estirpe de los HÉROES. Duración: 1.255 años.

Horus II
Ares
Anubis
Heracles
Apolo
Amón
Titoes
Sosus
Zeus

03) estirpe de los SAGRADOS. Duración: 1.817 años.

04) estirpe de los MENFITAS santos. Duración: 1.790 años.

05) estirpe de los TINITAS santos. Duración: 350 años.

06) estirpe de los SHEMSHU HOR. Duración: 5.813 años.

-Período dinástico

dinastía I

Menes; que reinó 62 años.
Atotis I; que, reinó 57 años.
Kenkenes; que, reinó 31 años.
Uenefes; que, reinó 23 años.
Usafaidos; que, reinó 20 años.
Miebidos; que, reinó 26 años.
Semempses; que, reinó 18 años.
Bienekes; que, reinó 26 años.

dinastía II

Boetos; que, reinó 38 años.
Kaiecos; que, reinó 39 años.
Binotris; que, reinó 47 años.
Tlas; que reinó 17 años.
Setenes; que, reinó 41 años.
Caires; que, reinó 17 años.
Neferqueres I; que, reinó 25 años.
Sesocris I; que, reinó 48 años.
Keneres; que, reinó 30 años.

dinastía III

Nequerofes; que, reinó 28 años.
Tosortros; que, reinó 29 años.
Tyreis; que, reinó 7 años.
Mesocris; que, reinó 17 años.
Soyfis; que, reinó 16 años.
Tosertasis; que, reinó 19 años.
Aques; que, reinó 42 años.
Sefuris; que, reinó 30 años.
Kerferes; que, reinó 26 años.

dinastía IV

Soris (algunos/as lo llaman "Snefru"...); que, reinó 29 años.
Sufis I (algunos/as lo llaman "Kheops"...); que, reinó 63 años.
Sufis II (algunos/as lo llaman "Khefrén"...); que, reinó 66 años.
Menkeres I (algunos/as lo llaman "Mikherinos"...); que, reinó 63 años.
Ratoises; que, reinó 25 años.
Bikeris; que, reinó 22 años.
Seberkeres; que, reinó 7 años.
Tamftis; que, reinó 9 años.

dinastía V

Userkeres; que, reinó 28 años.
Sefres; que, reinó 13 años.
Neferqueres II; que, reinó 20 años.
Sisires; que, reinó 7 años.
Keres; que, reinó 20 años.
Ratures; que, reinó 44 años.
Menkeres II; que, reinó 9 años.
Tankeres; que, reinó 44 años.
Onnos; que, reinó 33 años.

dinastía VI

Otoes; que, reinó 30 años.
Fiós; que, reinó 53 años.
Metusufis; que, reinó 7 años.
Fiops (algunos/as lo llaman "Pepi II"...); que, "empezó a reinar a los seis años de edad y continuó haciéndolo hasta los cien".
Mentesufis; que, reinó 1 año.
Nitocris (la primera mujer que fué faraón, dicho sea de paso...); que, reinó 12 años.

dinastía VII

"...consistió en setenta reyes de Menfis que reinaron 70 días"

dinastía VIII

"...consistió en veintisiete reyes de Menfis que reinaron 146 años"

dinastía IX

"...consistió en diecinueve reyes de Heracleópolis que reinaron 409 años; el primero de ellos, el rey Actoes, al comportarse mucho más cruelmente que sus predecesores, provocó el lamento de todo Egipto..."

dinastía X

"...consistió en diecinueve reyes de Heracleópolis que reinaron 185 años"

dinastía XI

"...consistió en dieciséis reyes de Tebas que reinaron 43 años"

dinastía XII

Ammenemnes I; que, reinó 16 años.
Seconcosis; que, reinó 46 años.
Ammanemes; que, reinó 38 años.
Sesostris (algunos/as lo llaman "Sesostris III"...); que, reinó 48 años y al que "los egipcios consideraron sólo inferior en rango a Osiris".
Lacáres; que, reinó 8 años.
Ameres; que, reinó 8 años.
Ammenemnes II; que, reinó 8 años.
Skemiofris; que, reinó 4 años.

dinastía XIII

"...consistió en sesenta reyes de Tebas que reinaron 453 años"

dinastía XIV

"...consistió en setenta y seis reyes de Xois que reinaron 184 años"

dinastía XV (usurpadora: de "reyes pastores" -se les llama hicsos-)

Bnón; que, reinó 44 años.
Pacnán; que, reinó 61 años.
Staán; que, reinó 50 años.
Arcles; que, reinó 49 años.
Afofis; que, reinó 61 años.

dinastía XVI (usurpadora: idem. ant.)

"...fué también de reyes pastores en número de treinta y dos y reinaron durante 518 años"

dinastía XVII

"...fué de reyes (...) tebanos, cuarenta y tres en total; reinaron (...) 151 años"

dinastía XVIII

Amosis I; que, reinó 25 años.
Jebrós; que, reinó 13 años.
Amenoftís I (algunos/as lo llaman "Amenofis I"...); que, reinó 24 años.
Amensis (algunos/as la llaman "Hatshepsut"...); que, reinó 22 años.
Misafris (algunos/as lo llaman "Tutmosis III"...); que, reinó 13 años.
Misfragmutosis; que, reinó 26 años.
Tutmosis; que, reinó 9 años.
Amenofis; que, reinó 31 años.
Horus III (algunos/as lo llaman "Amenofis III"...); que, reinó 37 años.
Akerres I; que, reinó 32 años.
Ratos; que, reinó 6 años.
Kebres (algunos/as lo llaman "Tutankhamón"...); que, reinó 12 años.
Akerres II; que, reinó 12 años.
Armesis; que, reinó 5 años.
Rameses I; que, reinó 1 año.

dinastía XIX

Setos; que, reinó 51 años.
Rapsakes (algunos/as lo llaman "Ramsés II"...); que, reinó 61 años.
Ammeneftes; que, reinó 20 años.
Rameses II; que, reinó 60 años.
Ammenemnes III; que, reinó 5 años.
Tuoris; que, reinó 7 años.

dinastía XX

"...consistió en doce reyes de Tebas que reinaron 135 años"

dinastía XXI

Smendes; que, reinó 26 años.
Psunennes I; que, reinó 46 años.
Neferqueres III; que, reinó 4 años.
Amenoftís II; que, reinó 9 años.
Osojor; que, reinó 6 años.
Psinajes; que, reinó 9 años.
Psunennes II; que, reinó 14 años.

dinastía XXII

Sesocris II; que, reinó 21 años.
Osorton I; que, reinó 15 años.
Osorton II; que, reinó 6 años.
Sesocris III; que, reinó 1 año.
Sesocris IV; que, reinó 8 años.
Takelotis I; que, reinó 13 años.
Takelotis II; que, reinó 2 años.
Sesocris V; que, reinó 11 años.
Takelotis III; que, reinó 9 años.

dinastía XXIII

Petubates; que, reinó 40 años.
Osorton III; que, reinó 8años.
Psammus; que, reinó 10 años.
Zet; que, reinó 31 años.

dinastía XXIV

Bojjoris; que, reinó 6 años.

dinastía XXV

Sabacón; que, reinó 8 años.
Sebijos; que, reinó 14 años.
Tarcos; que, reinó 18 años.

dinastía XXVI

Stefinates; que, reinó 7 años.
Nejepsos; que, reinó 6 años.
Necao I; que, reinó 8 años.
Psamético I; que, reinó 54 años.
Necao II; que, reinó 6 años.
Psamético II; que, reinó 6 años.
Uafris; que, reinó 19 años.
Amosis II; que, reinó 44 años.
Psamético III; que, reinó 6 meses.

dinastía XXVII (usurpadora: persa)

Cambises; que, reinó 3 años.
Magos; que, reinó 7 meses.
Darío I; que, reinó 36 años.
Jerjes I; que reinó 21 años.
Artábano; que, reinó 7 meses.
Artajerjes; que, reinó 41 años.
Jerjes II; que, reinó 2 meses.
Sogdiano; que, reinó 7 meses.
Darío II; que, reinó 19 años.

dinastía XXVIII

Amirteos; que, reinó 6 años.

dinastía XXIX

Neferites I; que, reinó 6años.
Atotis II; que, reinó 13 años.
Psamético IV; que, reinó 1 año.
Neferites II; que, reinó 4 meses.

dinastía XXX

Nektenebef; que, reinó 18 años.
Tacos; que, reinó 2 años.
Nektorejbe (algunos/as lo llaman "Nectanebo II"...); que, reinó 18 años.

dinastía XXXI (usurpadora: persa)

Arses; que, reinó 3 años.
Darío III; que, reinó 4 años.

dinastía XXXII

Meriamón-Setepenre I (es decir, Alejandro III de Macedonia); que, reinó 11 años.
Meriamón-Setepenre II; que, reinó 6 años.
Haaibre-Setepenamón; que, reinó 13años.

dinastía XXXIII

Ptolomeo I; que, reinó 22 años.
Ptolomeo II {es el soberano que encargó al maestro Manetón la elaboración de su inmortal obra (*)}; que, reinó 37 años.
Ptolomeo III; que, reinó 25 años.
Ptolomeo IV; que, reinó 18 años.
Ptolomeo V; que, reinó 22 años.
Ptolomeo VI; que, reinó 36 años.
Ptolomeo VII; que, reinó 1 año.
Ptolomeo VIII; que, reinó 31 años.
Ptolomeo IX; que, reinó 18 años.
Ptolomeo X; que, reinó 19 años.
Ptolomeo XI; que, reinó 7 meses.
Ptolomeo XII; que, reinó 26 años.
Ptolomeo XIII; que, reinó 4 años.
Ptolomeo XIV; que, reinó 3 años.
Ptolomeo XV (algunos/as lo llaman "Cesarión"...); que, reinó 14 años.

Si no tienen inconveniente, seguiremos, ¡hay para tanto y tanto..!, con el thema, damas y caballeros...

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, repito.


(*) por tanto, como es lógico y natural, la continuación de la dinastía no es obra del maestro sino de, a toro pasado, los hiper-conocidos datos históricos al caso.
 
Breve teología para loco esta montada en el tercer piso de La fabrica ciudad cultural. En un espacio muy amplio, solo dos grupos de gradas y una hilera de sillas demarcan el espacio semicircular de la puesta.

Al ingresar a este espacio, la inmensidad de lo que parece ser un gran galpón nos sorprende. Somos varios pares de ojos que observan la variedad de objetos y cajas que no pertenecen a la escena pero que están ahí y su presencia no puede negarse. Los pisos gastados del trajín diurno de los trabajadores de IMPA, nos dicen todo el tiempo que estamos en una fábrica.

Hoy IMPA es una cooperativa de trabajadores del aluminio que conviven con el Centro Cultural La Fábrica Ciudad Cultural. A pesar de no ser un espacio previsto para espectáculos, un aire teatral impregna el ambiente, luces tenues, sonidos que emergen de lugares remotos y el resonar de murmullos de espectadores.

Mientras esperamos a que se completen las gradas leemos en el programa de mano una introducción a la obra que nos ofrece Luis González Bruno, dramaturgo, director y actor en Breve Teología..., (ver en obras).

Avidos de saber de que se trata leemos un breve texto donde se habla de: preguntas sin respuestas, indecisiones, elecciones, destino, azar, consecuencias grabadas en el cuerpo, la vida, la muerte, el movimiento, etc. Esto no nos deja muy tranquilos y seguimos indagando mientras los últimos espectadores se ubican. Repetimos una y otra vez, ¿Breve teología para locos?. La Teología es una ciencia que trata sobre Dios y el hombre, mediante la fe o la razón; breve es corto y loco es loco. ¿Hablará sobre Dios?.

breveteologia0.jpg


La escenografía no nos ayuda a atar cabos, hay libros y biblioratos en el piso y una gran estructura de caños, en forma de gran cajón, llena de papel y carpetas.
Desde que entramos, un pulso marca el tiempo, un ruido de fábrica, metálico y constante, con una cadencia un tanto lenta, es un sonido que estará solo al principio y al final de la obra pero parece quedar resonando en el aire.
Las luces bajan, el pulso cesa y comienza la obra.

Son tres los actores que juegan en escena, sumándose sobre el final la aparición de Luis González Bruno como el Sr. Kit.

La puesta se desarrolla a un ritmo monocorde y con el pasar del tiempo este parece dilatarse cada vez más. Nada insinúa perturbar la monotonía, mientras las actuaciones se desarrollan sobre un mismo matiz. Solo Lisa (Bibiana Aflalo) tiene unos instantes de arranques súbitos que nos movilizan y sacan de este estado. Por su parte, tanto Greene (Pablo Caramelo) como Nashe (Analía Aristegui) mantienen durante toda la obra una misma actitud: están al servicio del Sr. Kit, responden a sus pedidos, llevan y traen un carro mientras manipulan a Lisa que parece ser un animalito de laboratorio sobre el que experimenta el Sr. Kit.

El espacio, el tiempo y el texto han tomado la obra por asalto ocupando los lugares protagónicos. Pero esto no beneficia a la obra.

La inmensidad del espacio y los limites escenográficos indefinidos que propone la puesta, generan mayor incertidumbre y potencian los momentos muertos que se perciben desde la actuación. Esta propuesta espacial no logra contener o amparar a los actores que por momentos quedan perdidos en escena.

El texto parece ser la herramienta que utilizan los actores para llenar este espacio, ofreciendo a los espectadores un texto en exceso largo y repetitivo. Esta claro que se intenta jugar con los recursos que actualmente utiliza la nueva dramaturgia: no explicar todo, dar cosas por entendidas, jugar con el lenguaje y llenar el texto de metáforas. Pero lograr esta forma tiene un alto riesgo: caer en un hermetismo incomprensible. Breve Teología... queda atrapada allí, donde parece que se nos quiere hablar de algo pero se elude el tema, o se lo metaforiza tanto que se nos aleja.

Finalmente, estas fallas se depositan en un tiempo extendido y dilatado donde las escenas están cargadas de palabras.

La puesta propone algunos recursos interesantes pero la forma en que están utilizados hace que pierdan potencia al no cumplir una función dramática que les otorgue sentido.

Tanto el juego de los actores trepados a la estructura de hierro, como el momento donde Liza es colgada de un arnés, aparecen arbitrariamente, no tienen continuidad en la obra y fundamentalmente no generan ningún juego o imagen que desencadene conflictos o cierre ideas o abra interrogantes, es decir, ninguno logra potenciar dramáticamente la obra.

La estructura de hierro, en el fondo de la escena pierde función, quedando durante toda la obra inclinada sobre dos de sus cuatro patas, sostenida por una soga a modo de tensor, haciendo equilibrio. ¿Para qué? No queda claro, quizás para decirnos metafóricamente que estamos desestabilizados, pero tanta metáfora vuelve el sentido tan obvio que lo anula.

Algo similar sucede cuando a Lisa se la cuelga del arnés en el medio de la escena. ¿Para qué? ¿Por qué?. Seguimos sin comprender. Lisa queda suspendida a un metro del piso, altura que lograría subida a una mesa, por ejemplo. Y el texto que dice desde allí no modifica nada, ni en la actriz, ni en el personaje, ni en la escena.
Finalmente, la voz en off del Sr. Kit (Luis González Bruno) que dialoga durante toda la obra con los personajes, aparece sobre el final, de carne y hueso en escena, y nada cambia, lo monocorde permanece y es otro recurso que desaparece.

Breve teología... tiene fallas que no se logran superar en el transcurso de la obra.
La falencia parece situarse en la dirección. La obra no tiene ritmo, los personajes no terminan de definirse, los recursos utilizados en la puesta se anulan, no se desarrollan pequeños momentos que se consiguen generar, sino todo lo contrario, se nos distancia al agotar nuestra capacidad de escucha y de esfuerzo por comprender “de que se esta hablando”.

Vale aclara, que lo monocorde y el hecho de que no pase nada en escena no esta funcionando como un recurso que potencie dramáticamente la obra, no esta buscado con la intensión de generar esto, simplemente esta allí y se impone de tal forma que termina apocando la obra, sumado a que era la función de estreno y los nervios jugaron malas pasad
 
Don Jaume rebuznó:
Ahora que uno de tantos y tantos acaba de abrir un topic en esta Santa Puta Mierda de Foro -Véase "General"- profiriendo sandeces sobre su viaje a Egipto, dispóngome a abrir este otro hilo, como mínimo, infinitamente más interesante y cultivado. :pla

¡Ah, mes amis/es!; escuchemos al gran maestro Manetón (y, pasemos de la chusma que, por su contingente condición de "moderata", pretende se pase por alto que ni sabe ni quiere saber ni de !); ¿les parece? :lol: :lol: :lol: :twisted:

¿Saben?; a pesar de que algunos meritorios aprendices, apresurados e impacientes, ante la casi orfandad manetoniana respecto de estelicas y demás curro del grabado público, estarían tentados de elevar al maestro a la categoría de semi-leyenda, está fuera de toda duda razonable que el célebre autor, además, del "Libro de Sozis" y el "Libro Sagrado", del "Epítome de doctrinas físicas", de los "Apotelesmatiká", de un opúsculo de "Crítica" a la obra de Heródoto y de obras varias sobre festivales, rituales y culto, existió.

El maestro Spiegelberg -no el de Tiburón, no; otro-, en su clásico estudio sobre las fuentes (es decir, Plutarco, Sincelo, Eusebio, Jorge el Monje, Julio Africano, Josefo..; ya saben...), ya en 1928, sentencia para los restos que Amado de Toth (es éste el significado del nombre del maestro -de nada, de nada..; uno, que es así...-; aunque, cierto es que el profesor Waddell, hace poco más de veinte años, lanzó la digna de estudio hipótesis de que la deidad, en lugar de Toth, podría ser Neith...), indiscutiblemente miembro de lo más alto de la hereditaria clase clerical egipcia, ocupaba el cargo de Primer Sacerdote de la Verdad de Toth. Casi con seguridad fué natural de Sebennito (la actual Samannud). El profesor Bouché-Leclercq se muestra reticente..; pero, no deja de aceptar que, a tenor del famoso papiro del 241 a.C., parece indudable que llegó a una edad avanzada después de una prestigiosa carrera, digamos.., eclesiástica en la que destaca el especial encargo de Ptolomeo V de, junto con otros eruditos entre los que sabemos destacó el maestro Timoteo, sentar las bases de un culto sincrético (lo de Serapis, vaya...).

Ya de entrada (es decir, si uno no mira las cosas con orejeras o con juicios previos...), es palmario que cuesta tela trabajo imaginar a alguien que pudiera hallarse en MEJOR situación que el maestro Manetón (¡cuánta documentación que hoy se ha perdido tendría a mano!) para hacer una Historia de Egipto (sólo hay que consultar al maestro Heródoto -o, a Diodoro- para percatarse de la apabullante IMPORTANCIA de los kilométricos archivos egipcios, en sus vastísimas y numerosísimas bibliotecas; bien sûr...); pero, a la postre, resulta de cajón que NO tendriamos Historia de Egipto de recibo sin Manetón y el capital, revelador, definitivo documento llamado Papiro de Torino (no me resisto a comentar la edición de la primorosa hermosura de esta obra en bellísimo hierático de Farina -"Il papiro del Re restaurato"; Roma, 1938- que juzgo, ¡de calle!, la mejor y la ÚNICA de consulta de absoluto recibo para un/a estudioso/a que se precie de no pretender otra cosa que tener una honrada y publicitable opinión del thema).

Los puntuales errores del maestro (ergo, el tratamiento de la dinastía III -plenamente corregido ya por los profesores Drioton y Vandier-, su dinastía VII, sus etimologías hicsas -el profesor Pirenne hace una valoración muy acertada del thema, ya saben...-, las creativas cifras para la dinastía XXII, los orígenes de la dinastía XXIII...) son, ¡por favor!, nimias chuminás ante el OCÉANO de datos que nos proporciona y que el contraste ad hoc no ha hecho otra cosa que confirmar.

Si no hubiese estado el maestro Manetón (y el llamado Papiro de Torino, claro...), ¿qué?

Pues..; por ejemplo, estariamos como con los hititas (de los que, por cierto, hay bastantes estelicas y demás...).

Contariamos con 47 cartuchos reales (de los, parece, 58 que ab initio había...) con datos parciales, fragmentarios y confusos sobre la tradición del Bajo Egipto (ergo, lista real de Sakkara -hoy, en el museo cariota-); con dos listas tanto o más irregulares de cartuchos sobre la tradición del Alto Egipto (ergo, la lista real de Karnak -una cincuentena de cartuchos; hoy, en el Louvre-; y, la lista real de Abidos -76 cartuchos; está en el templo de Seti I en Abidos {hay un duplicado menos íntegro aún en el templo de Ramsés II también de Abidos}-) y con la socorrida y, por ello, hiper-famosa Piedra de Palermo (lo POCO que queda de ella, en el museo de esta ciudad); que, dicho sea de paso.., no es otra cosa que la confirmación, al fin y al cabo, de lo dicho por el maestro Manetón.

No nos aclarariamos (como, naturalmente, a falta de un maestro Manetón hitita, no pillamos de con los hititas -¡y, eso que se encuentran, aquí y allá, de cositas..!-).

¿Saben por qué?

Pues, porque es con el maestro Manetón con quien se coteja, es a partir de lo dicho por el maestro Manetón que se mide y se valora, es con el maestro Manetón con quien se cuenta (¡el reconocimiento a su primacia al caso es tal que jamás se ha cuestionado una EXTRAVAGANCIA formal tal como la a todas luces arbitraria y para nada científica célebre consolidadísima división dinástica..!; cherchez la femme, mes amis/es...).

Quizá deba decirles que existe, sí, algo así como una estela para el maestro: en la base de un busto de mármol hallado en las ruinas del templo de Serapis en Cartago está inscrito su nombre (de esto, damas y caballeros, me interesa, francamente, darles la bibliografía al caso -no vaya a ser que, por desconocimiento de tan capital inscripción, aún albergue alguien alguna duda sobre la existencia del maestro...-: Corpus Inscrip. Lat.; VIII, 1.007 -ya tienen, pues, la estela para sacar definitivamente al autor de la casi mítica "Historia de Egipto" de las endrinas brumas de lo indocumentado...-)..; ¿creen ustedes, de verdad, que es a partir de esta inscripción que hay que estudiar al maestro Manetón?

Pero, la pregunta del millón, al fin y al cabo, es otra: ¿creen ustedes que alguno de los maestros y profesores, de las auctoritas que he citado en esta nota (o, von Gutschmid, Scott, Pauly, Wissowa, Korll, Susemihl.., ¡o, tantos otros! {o, Grenfell, Hunt y otros para el caso del llamado Papiro de Torino}), antes de ponerse con el maestro Manetón -es decir, sumergirse en lo que, gracias a Dios Nuestro Señor, los demás nos han hecho llegar de él-, ha leido lo que los demás decían de lo que dice el maestro Manetón, ha hecho un sesudo trabajo de campo de la inscripción de marras y se ha hecho una chuleta de las listas reales citadas para llevarla y cotejar, ¡a partir de ellas!, lo que vale o no vale del maestro?

Lo IMPORTANTE, lo verdaderamente importante ¡no es que ustedes traten de elucubrar CUÁL es la praxis concreta de este o aquel investigador o estudioso!, lo, sin duda, crucial y definitivo es saber si ustedes, individualmente y al margen de presiones externas, CREEN que, por ejemplo, cualquiera de los citados, escaso de tiempo.., pasa de perfeccionar su griego al caso, se abstiene, por tanto, de los "Fragmenta Historicorum Graecorum", de los "Manethonis Sebennytae Reliquiae", de las "Fontes Historiae Religionis Aegyptiacae" y, por supuesto, incluso de la fundamental compilación del profesor Waddell, se mira la inscripción, consulta las traducciones de los cartuchos de marras de las, ¡faltaría más!, inscripciones epigráficas, se hace su composición de lugar con ayuda de fuentes de segunda mano escritas en alguna lengua que domine ya previamente (procura, noblesse oblige.., se trate, naturamente, de fuentes de recibo..; eso sí...), y a darle, como dicen los calós, a la mojá sobre el maestro Manetón y, puestos ya.., sobre la Historia de Egipto sin rubor, sin escrúpulos y sin temor a ningún tipo de insomnio por tanta y tanta, en mi opinión, reprensible EXTRAVAGANCIA.

Ya digo que, ¡olvídense de otro tipo de consideraciones!, lo verdaderamente importante es si ustedes CREEN que es así como lo hacen los que enseñan cómo se hacen las cosas...

Nada hay más importante.
 
Eso, siga tirando de clones para inflar el hilo, gañán.

Lo de gañán lo digo porque su ratio entre conocimiento poseído y transmitido es tan baja que consituye una auténtica plusmarca.

https://www.educahistoria.com/foro/viewtopic.php?t=355

Supongo que el Copy and paste será de un artículo suyo.

La firma cuanto menos, resulta curiosa

Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-

Ale siga ilustrandonos bizconde

Y uds. no me sean de esos cabrones que se dedican a fisgar en la red el correo y los datos personales de un tipo de Tortosa que postea en foros de historia.
 
Juvenal rebuznó:
Eso, siga tirando de clones para inflar el hilo, gañán.

Lo de gañán lo digo porque su ratio entre conocimiento poseído y transmitido es tan baja que consituye una auténtica plusmarca.

Y uds. no me sean de esos cabrones que se dedican a fisgar en la red el correo y los datos personales de un tipo de Tortosa que postea en foros de historia.

En este foro no hacemos esas cosas.


:137 :137 :137





Tonto,%20Husky,%20springt%20hoch.JPG
 
pepi_juani rebuznó:
Don Jaume rebuznó:
Ahora que uno de tantos y tantos acaba de abrir un topic en esta Santa Puta Mierda de Foro -Véase "General"- profiriendo sandeces sobre su viaje a Egipto, dispóngome a abrir este otro hilo, como mínimo, infinitamente más interesante y cultivado. :pla

¡Ah, mes amis/es!; escuchemos al gran maestro Manetón (y, pasemos de la chusma que, por su contingente condición de "moderata", pretende se pase por alto que ni sabe ni quiere saber ni de !); ¿les parece? :lol: :lol: :lol: :twisted:

¿Saben?; a pesar de que algunos meritorios aprendices, apresurados e impacientes, ante la casi orfandad manetoniana respecto de estelicas y demás curro del grabado público, estarían tentados de elevar al maestro a la categoría de semi-leyenda, está fuera de toda duda razonable que el célebre autor, además, del "Libro de Sozis" y el "Libro Sagrado", del "Epítome de doctrinas físicas", de los "Apotelesmatiká", de un opúsculo de "Crítica" a la obra de Heródoto y de obras varias sobre festivales, rituales y culto, existió.

El maestro Spiegelberg -no el de Tiburón, no; otro-, en su clásico estudio sobre las fuentes (es decir, Plutarco, Sincelo, Eusebio, Jorge el Monje, Julio Africano, Josefo..; ya saben...), ya en 1928, sentencia para los restos que Amado de Toth (es éste el significado del nombre del maestro -de nada, de nada..; uno, que es así...-; aunque, cierto es que el profesor Waddell, hace poco más de veinte años, lanzó la digna de estudio hipótesis de que la deidad, en lugar de Toth, podría ser Neith...), indiscutiblemente miembro de lo más alto de la hereditaria clase clerical egipcia, ocupaba el cargo de Primer Sacerdote de la Verdad de Toth. Casi con seguridad fué natural de Sebennito (la actual Samannud). El profesor Bouché-Leclercq se muestra reticente..; pero, no deja de aceptar que, a tenor del famoso papiro del 241 a.C., parece indudable que llegó a una edad avanzada después de una prestigiosa carrera, digamos.., eclesiástica en la que destaca el especial encargo de Ptolomeo V de, junto con otros eruditos entre los que sabemos destacó el maestro Timoteo, sentar las bases de un culto sincrético (lo de Serapis, vaya...).

Ya de entrada (es decir, si uno no mira las cosas con orejeras o con juicios previos...), es palmario que cuesta tela trabajo imaginar a alguien que pudiera hallarse en MEJOR situación que el maestro Manetón (¡cuánta documentación que hoy se ha perdido tendría a mano!) para hacer una Historia de Egipto (sólo hay que consultar al maestro Heródoto -o, a Diodoro- para percatarse de la apabullante IMPORTANCIA de los kilométricos archivos egipcios, en sus vastísimas y numerosísimas bibliotecas; bien sûr...); pero, a la postre, resulta de cajón que NO tendriamos Historia de Egipto de recibo sin Manetón y el capital, revelador, definitivo documento llamado Papiro de Torino (no me resisto a comentar la edición de la primorosa hermosura de esta obra en bellísimo hierático de Farina -"Il papiro del Re restaurato"; Roma, 1938- que juzgo, ¡de calle!, la mejor y la ÚNICA de consulta de absoluto recibo para un/a estudioso/a que se precie de no pretender otra cosa que tener una honrada y publicitable opinión del thema).

Los puntuales errores del maestro (ergo, el tratamiento de la dinastía III -plenamente corregido ya por los profesores Drioton y Vandier-, su dinastía VII, sus etimologías hicsas -el profesor Pirenne hace una valoración muy acertada del thema, ya saben...-, las creativas cifras para la dinastía XXII, los orígenes de la dinastía XXIII...) son, ¡por favor!, nimias chuminás ante el OCÉANO de datos que nos proporciona y que el contraste ad hoc no ha hecho otra cosa que confirmar.

Si no hubiese estado el maestro Manetón (y el llamado Papiro de Torino, claro...), ¿qué?

Pues..; por ejemplo, estariamos como con los hititas (de los que, por cierto, hay bastantes estelicas y demás...).

Contariamos con 47 cartuchos reales (de los, parece, 58 que ab initio había...) con datos parciales, fragmentarios y confusos sobre la tradición del Bajo Egipto (ergo, lista real de Sakkara -hoy, en el museo cariota-); con dos listas tanto o más irregulares de cartuchos sobre la tradición del Alto Egipto (ergo, la lista real de Karnak -una cincuentena de cartuchos; hoy, en el Louvre-; y, la lista real de Abidos -76 cartuchos; está en el templo de Seti I en Abidos {hay un duplicado menos íntegro aún en el templo de Ramsés II también de Abidos}-) y con la socorrida y, por ello, hiper-famosa Piedra de Palermo (lo POCO que queda de ella, en el museo de esta ciudad); que, dicho sea de paso.., no es otra cosa que la confirmación, al fin y al cabo, de lo dicho por el maestro Manetón.

No nos aclarariamos (como, naturalmente, a falta de un maestro Manetón hitita, no pillamos de con los hititas -¡y, eso que se encuentran, aquí y allá, de cositas..!-).

¿Saben por qué?

Pues, porque es con el maestro Manetón con quien se coteja, es a partir de lo dicho por el maestro Manetón que se mide y se valora, es con el maestro Manetón con quien se cuenta (¡el reconocimiento a su primacia al caso es tal que jamás se ha cuestionado una EXTRAVAGANCIA formal tal como la a todas luces arbitraria y para nada científica célebre consolidadísima división dinástica..!; cherchez la femme, mes amis/es...).

Quizá deba decirles que existe, sí, algo así como una estela para el maestro: en la base de un busto de mármol hallado en las ruinas del templo de Serapis en Cartago está inscrito su nombre (de esto, damas y caballeros, me interesa, francamente, darles la bibliografía al caso -no vaya a ser que, por desconocimiento de tan capital inscripción, aún albergue alguien alguna duda sobre la existencia del maestro...-: Corpus Inscrip. Lat.; VIII, 1.007 -ya tienen, pues, la estela para sacar definitivamente al autor de la casi mítica "Historia de Egipto" de las endrinas brumas de lo indocumentado...-)..; ¿creen ustedes, de verdad, que es a partir de esta inscripción que hay que estudiar al maestro Manetón?

Pero, la pregunta del millón, al fin y al cabo, es otra: ¿creen ustedes que alguno de los maestros y profesores, de las auctoritas que he citado en esta nota (o, von Gutschmid, Scott, Pauly, Wissowa, Korll, Susemihl.., ¡o, tantos otros! {o, Grenfell, Hunt y otros para el caso del llamado Papiro de Torino}), antes de ponerse con el maestro Manetón -es decir, sumergirse en lo que, gracias a Dios Nuestro Señor, los demás nos han hecho llegar de él-, ha leido lo que los demás decían de lo que dice el maestro Manetón, ha hecho un sesudo trabajo de campo de la inscripción de marras y se ha hecho una chuleta de las listas reales citadas para llevarla y cotejar, ¡a partir de ellas!, lo que vale o no vale del maestro?

Lo IMPORTANTE, lo verdaderamente importante ¡no es que ustedes traten de elucubrar CUÁL es la praxis concreta de este o aquel investigador o estudioso!, lo, sin duda, crucial y definitivo es saber si ustedes, individualmente y al margen de presiones externas, CREEN que, por ejemplo, cualquiera de los citados, escaso de tiempo.., pasa de perfeccionar su griego al caso, se abstiene, por tanto, de los "Fragmenta Historicorum Graecorum", de los "Manethonis Sebennytae Reliquiae", de las "Fontes Historiae Religionis Aegyptiacae" y, por supuesto, incluso de la fundamental compilación del profesor Waddell, se mira la inscripción, consulta las traducciones de los cartuchos de marras de las, ¡faltaría más!, inscripciones epigráficas, se hace su composición de lugar con ayuda de fuentes de segunda mano escritas en alguna lengua que domine ya previamente (procura, noblesse oblige.., se trate, naturamente, de fuentes de recibo..; eso sí...), y a darle, como dicen los calós, a la mojá sobre el maestro Manetón y, puestos ya.., sobre la Historia de Egipto sin rubor, sin escrúpulos y sin temor a ningún tipo de insomnio por tanta y tanta, en mi opinión, reprensible EXTRAVAGANCIA.

Ya digo que, ¡olvídense de otro tipo de consideraciones!, lo verdaderamente importante es si ustedes CREEN que es así como lo hacen los que enseñan cómo se hacen las cosas...

Nada hay más importante.


:eek:
 
Don Jaume , deleitenos con otro micro-relato.
 
Que mierda es esta? y tu don Jaume ¿quien coño eres?
 
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