Anecdotón.
Una vez ganamos un asunto complicado y el que nos lo encargó, dominicano, nos invitó a unas viandas en Las Rozas al ruso y a mí. Estábamos el dominican este, su mujer y su hija de 1 año, que ante nuestro estupor comía chorizo frito y todas las tapas que iban cayendo con una ansiedad fuera de lo normal, que me decía el ruso que a la niña le iba a dar algo. Comió chorizo, calamares, queso de cabrales... Más que todos ahí comía la minizampabollos.
Pues bien, al irnos en el coche va el ruso y me da una bolsita del tamaño de una mandarina y me dice: mira, me ha dado esto. Yo pensé que era marijuana, pero al tocarlo noté que no. Lo abrí, vi que era cocaína, abrí la ventana del coche y lancé la bolsa. Me daba pánico que se enganchara él, que era muy arrebatado (yo es una droga que rechazo visceralmente de siempre) y sobre todo que nos pararan en la carretera y creyeran que éramos traficantes o yo qué sé. Te hacen análisis ven que no tienes cocaína en sangre y ya ni autoconsumo ni nada, y el ruso era proclive a los líos.
Al forero le recomendaría que no se acercara a ese veneno. Roba el alma a las personas.