Pues yo estuve currando a mis 19 años en una mierda de cadena que pretendía hacer la competencia a Starbucks y la hostia fue terrible.
El sitio en si era una putísima mierda, con sillas hechas para un fakir, más duras que las piedras, tés a dos euros y cafés a más precio. La bollería nos llegaba chuchurría en un camión y se inflaba en el horno, calidad superior vamos. Poníamos menú del día a precio de 10,95 en platos de plástico y que venía en bandejas gigantes que metíamos al microondas, Zumo natural que yo compraba personalmente en un eroski, cerveza servida en vaso de plástico de estos de fiesta que la gente se quedaba loca cuando se lo dabas.
No duraban ni 6 meses los pobres franquiciados hasta que abandonaban el proyecto.