Por primera vez en mi vida me he tragado un bodrio de estas características viendo anoche la gala final para la selección del candidato de España (una cubana, por cierto). Por un lado, las pavas gallegas estas que desataron la polémica me parecían un coñazo e inicialmente también Rigoberta, aunque tras varias escuchas y profundizar en el restos de sus trabajos consiguió mi simpatía (y sobre todo sabiendo que se la folla y la preña Esteban de los Venga Monjas). La canción de Rigoberta, si hubiese llegado a la gala de Eurovisión no sé si habría ganado pero quizá nos hubiese dejado en la mejor posición de los últimos ¿? (muchos) años. Pero el lobby musical es grande y cada vez menos musical y la tal Chanel que ha ganado es, una vez más, una apuesta pagada por una gran multinacional discográfica. Así con todo.