Joder me acabo de despertar de una siesta con un sueño-pesadilla.
Mi familia hacía una cena de navidad en una especie de casa lujosa donde había un cristal que separaba una especie de jardín con fauna salvaje como por ejemplo una especie de león. A la cena acudía un amigo de popo que lleva criando malvas 10 años, y yo cuando le veía me hacía el sorprendido (que cosas), pero el tío solo acertaba a darme la mano, como si fuera un maniquí lobotomizado.
Luego aparecía por ahí una prima lejana morena de rizos que no me acordaba de ella, de unos veintitantos, que me hacía tilín, y era muy simpática. Decidimos dar un paseo por el jardín prohibido (jeje que tontos), noto que está a gusto. De repente aparece esa especie de león que mas parece un jaguar o un lince salvaje. Lógicamente nos asustamos, pero yo encaro con frialdad la sorpresa, le digo que vaya hacía atrás y ande muy rápido, pero sin correr para no alarmar a la fiera. Cuando vamos andando hay un coche que no se de donde sale y nos separa porque la conductor/a abre la puerta que casi toca la pared y ella ya había pasado y yo no. Le digo que siga el camino.
Nos hemos quedado la fiera (que se había meado) y yo, que no me ataca pero se queda al lado mío, de repente me doy cuenta que tengo una tostada de aceite en la mano, asi que nos vamos a otro rincón y decido darle trozos que se empieza a comer tan ricamente, como si fuera un filete de cebra, hasta que se la termina toda, en ese momento me despierto.