La ilusión de la libertad de elección que vivimos me parece brutal. Estoy empezando a estar hasta la polla de Noruega. Ayer me levantaba leyendo la noticia de la lista de los hombres más ricos del país, gente que a la que hace dinero, sea explotando recursos naturales del país como el petroleo o el salmón, mueven sus empresas a Chipre para pagar cuatro duros, o gente que en conveniencia con el gobierno tienen montados unos monopolios cojonudos donde la competencia es inexistente. Como te atrevas a criticar esta situación saltan siempre con lo mismo, "si no te mola no se que haces aquí" o el cortocircuito cerebral tipico heredado de crecer en un ambiente muy chauvinista-nacionalista donde este país es el mejor del mundo y no hay discusión posible sobre ello porque todo es LO MEJOR.
Un antojo de ñoquis que tuve ayer, unos putos ñoquis. Recorrimos cinco supermercados diferentes y en ninguno no es que no lo tuvieran, es que ni sabían que eran. Esos cinco supermercados abastacen al 100% de la población y TODOS pertenecen al mismo grupo empresarial. Vamos que tienen el mismo puñetero dueño, que este año se ha estrenado como billonario. Estoy empezando a entender la razón de porque Noruega es tan caro en comparación, mires donde mires no existe competencia de mercado, son todo monopolios que fijan el precio que les sale de los huevos al que hay que añadir al estado llevandose su mordida en forma de impuesto. Cuatro listos ganando, un país entero perdiendo, pero eso si, bien envueltos en su bandera creyendose los mejores en todo y con una oferta de comida absolutamente ridícula.