Estoy en el metro, en el andén. Tenía al lado a 3 pijazas rusas de metro ochenta cada una. Vestidas súper elegantes, una de ellas con una minifalda que se te caen los cojones, las otras dos un estilo recatado, clásico y sobrio. Las 3 de negro, las 3 guapísimas.
Ha llegado un tren, y dos de ellas se han subido. Pues se han despedido todas con un pico en los labios. Pico a una, pico a la otra y pa casa.
Desde hace un tiempo creo que me va tocando largarme de Europa, esto es una mierda que no hay quien lo aguante y además es aburridísimo. No me había planteado Rusia, pero visto lo visto igual no es mala opción.
jejeje