Fucked de la vida
Muerto por dentro
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Cómo tiene que follar la hermana del drogata de spizo, la virgen santa. Ese cuerpino con esas tetas redonditas, se tiene que mover como una culebrilla. En mi insti había una a la que le llamaban la culebrilla, mote que se ganó por su aptitud y viveza mientras realizaba el acto sexual. Se la follaron todos los alfas y acordaron motearla así. Qué pajas me hacía yo con la culebrilla y con la leyenda que la rodeaba.
Tiene cara de conejo, más que sonreír parece que no puede cerrar la boca del toco y no la queda más remedio que enseñar los piños, como el Chicle. Y eso pelo a tope de mascarilla, y tan mona con ese peinado de pelu. La piel le brilla y me apuesto lo que queráis que todas las noches antes de dormir, como ya hiciera Cleopatra con los baños de leche de burra, se da crema por todo el cuerpo para hidratarse o exfoliarse, ¿qué sabemos nosotros? Pero debe de tener la piel como el culito de un bebe. Y huele a perfume, a una fragancia algo dulzona; es una flor en plenitud y quiere atraer a los polinizadores con su meloso aroma.
Pero hay tristeza en su mirada, lo disimula delante de sus amigas porque no va a salir ella seria en la foto, pero sus ojos no engañan. El joven médico al que visita cada 15 días por las tardes en su consulta particular no le da bola o es bobo, y le está costando las perras. Y el futbolista no acaba de fichar por otro club que no sea de segunda regional. Siempre tendrá ahí a Raulito, que es abogado pero no acaba de colocarse y está ayudando a su padre en el bar del polígono, no tiene suficiente maldad como para ganar dinero con los pleitos y aunque tenga estudios no se augura un porvenir halagüeño.
Sabe que se la pasa el arroz y ya tendría que haberse casado con un teleco y tener un chalet en bienes gananciales, un suv para ella de color negro que combina muy bien con su rubio de bote y las imprescindibles gafas de sol de conducir, y el facebook lleno de fotos de los lugares más icónicos del mundo.
Pero el tiempo pasa y no acaba de pescar al pez gordo que ella merece, menos mal que en la foto hay una muy fea y desaliñada que siempre le irá peor y por lo menos le sirve de consuelo.
Tiene cara de conejo, más que sonreír parece que no puede cerrar la boca del toco y no la queda más remedio que enseñar los piños, como el Chicle. Y eso pelo a tope de mascarilla, y tan mona con ese peinado de pelu. La piel le brilla y me apuesto lo que queráis que todas las noches antes de dormir, como ya hiciera Cleopatra con los baños de leche de burra, se da crema por todo el cuerpo para hidratarse o exfoliarse, ¿qué sabemos nosotros? Pero debe de tener la piel como el culito de un bebe. Y huele a perfume, a una fragancia algo dulzona; es una flor en plenitud y quiere atraer a los polinizadores con su meloso aroma.
Pero hay tristeza en su mirada, lo disimula delante de sus amigas porque no va a salir ella seria en la foto, pero sus ojos no engañan. El joven médico al que visita cada 15 días por las tardes en su consulta particular no le da bola o es bobo, y le está costando las perras. Y el futbolista no acaba de fichar por otro club que no sea de segunda regional. Siempre tendrá ahí a Raulito, que es abogado pero no acaba de colocarse y está ayudando a su padre en el bar del polígono, no tiene suficiente maldad como para ganar dinero con los pleitos y aunque tenga estudios no se augura un porvenir halagüeño.
Sabe que se la pasa el arroz y ya tendría que haberse casado con un teleco y tener un chalet en bienes gananciales, un suv para ella de color negro que combina muy bien con su rubio de bote y las imprescindibles gafas de sol de conducir, y el facebook lleno de fotos de los lugares más icónicos del mundo.
Pero el tiempo pasa y no acaba de pescar al pez gordo que ella merece, menos mal que en la foto hay una muy fea y desaliñada que siempre le irá peor y por lo menos le sirve de consuelo.