Toneti rebuznó:
Pionono cuentanos que tal. Si estás vivo y eso.
Pues hace como hora y media que llegué a casa, después de los tres días de la Volcat, 600 km de coche pal cuerpo. Magnífico.
Que soy Pionono, por si no había quedado claro, a todo esto.
Primero las cifras: 185 km de BTT divididos en tres etapas, 5500 desnivel positivo acumulado, aunque 2900 de ellos sólo en la segunda etapa de ayer, 9800 calorías, agotamiento físico extremo y reforzamiento mental brutal. Y ahora me explayo en la crónica, jejeje.
Llego el jueves a Vilanova i la Geltrú, y ya al recoger el dorsal, me empiezo a acojonar más aún. Furgonetas de equipos, pepinacos por todas partes, rodillos para calentar, Claudia Galicia por allí, Tiago Ferreira por acá, flipas. Carrera UCI, 450 profesionales y 125 descerebraos amateur. ¿Pero dónde cojones me he metido? De esos 125 amateur, algunos que andan lo mismo o más que algunos pros, os lo puedo confirmar. Venga, con dos cojones, yo en la primera fila en el briefing. A mi lado, un pavo, director de equipo, que tiene varios dorsales, entre ellos el número 1. Estoy sentado con el tío que entrena al que ganó el año pasado. Fantástico. Ou yeah, yo todo digno ahí. Se nota que estoy en tierras catalanas, porque me cago en la hostia qué agarraos con la bolsa del corredor, tres bridas para el dorsal, 4 imperdibles para el de la espalda, un minibote de cerámica para la cadena y un par de panfletos de propaganda. La pela es la pela.
Primer día. 55 km y +1400m. Voy tranquilo para reservar fuerzas para el día siguiente que nos tiene a todos acojonados. Desde el primer momento saliendo del pueblo esto es un desmadre, se va a toda hostia y decido que esa no es mi guerra y que aquí cada uno a lo suyo, lo mío es sobrevivir a los 3 días. La etapa es dura pero soportable y técnicamente fácil, mucha pista y sendero y sólo un par de trialeras, sobre todo una para alucinar. Me pregunto todo el rato cómo es posible que por allí bajen los pros tó chuscaos. Llego un juez mu majete me dice que ha abandonado bastante gente. Tampoco me ha parecido tanto, pero bueno, allá cada cual, yo creo que mucha peña se flipó al inicio y petaron a los 25 ó 30 km que es donde estaba la subida más dura. Las sensaciones buenas y no noto demasiado cansancio.
Segundo día. 85 km y +2900m. Se respira tensión en la salida, aunque el paso del día y los km hará que nuestros pronósticos no se cumplan, va a ser mucho más duro de lo que temía. Casi a balón parado saliendo de La Pobla de Claramont una subida de 7 km con porcentajes bestiajos que hacen que en el km 7,5 ya llevemos más de +600m de desnivel. Yo no había vivido nada igual. No quedaba nada, la virgen... Voy a saco, la idea era ir fuerte y ver cuánto aguantaba y ya sobrevivir hastal el final, calculando como final unos 5 ó 10 km. Y subía. Y subía. Y subía... Uno busca en su cabeza cosas positivas dentro del sufrimiento. Que al menos técnicamente no es complicado salvo un par de sitios, que los paisajes y los parajes son la hostia (la etapa más bonita que he hecho en BTT, eso seguro), que si el sol, que si vaya putas bestias los que por aquí van rápido, bla bla bla. Cualquier cosa que te haga distraer la mente del calvario que estás subiendo, aunque lo cierto es que son placebos, vas jodido y lo sabes. Así hasta el km 50, donde empiezo a notar que voy mal, mal. De ahí al km 60 un viacrucis a peor. Iba comiendo y bebiendo, pero el sobreesfuerzo de antes me ha hecho petar, y todavía quedan 25 km y +900m según el GPS... Al parar en el avituallamiento, me replanteo la estrategia de carrera. Intento subir alguna rampa del 15-20% pero los cuádriceps se bloquean y desisto. Ya no tengo fuerza explosiva ni un puto pimiento, así que pienso que lo mejor va a ser subir las pendientes razonables aguantando mecha como pueda y las más duras bajarme de la bici para no reventarme del todo y tener que retirarme. Así en el km 65 el cuerpo empieza a responder de nuevo, aunque no como antes, pero esto ya es más mental que otra cosa. Me pasan algunos corredores que hacía km que había dejado atrás, señal inequívoca de que voy lento, pero esas cosas no me afectan, estaba previsto aunque no a estas alturas. Paro en el último avituallamiento de risas con los chavales de asistencia, porque aunque voy fundido me lo voy tomando todo a coña, no queda otra. Me dicen que quedan unos 7 km más o menos llanos (una polla como una olla como vería después) y un par hacia abajo. Sobrevivo las rampas de esos 7 km y los dos últimos voy con cuidado porque hay una trialera corta pero jodida y la llegada al pueblo. Llegué. Noto muchas cosas, pero sobre todo una sensación que no se describir y, por supuesto, un hambre atroz, voy vacío del todo.
Pequeño inciso para la post-etapa. Que llegué reventado lo tenía claro. Pero no sabía qué le pasaba a mi cuerpo. Esa sensación rara de la que hablaba. Pasadas las horas, ya en la habitación del hotel, noté calor. Qué cojones calor, que tenía fiebre. O sea, el cuerpo completamente descompensado. Medias compresivas, masaje, contrastes frío calor en la ducha, cenar bien, etc. Pero me costó dormirme la misma hostia y apenas duré 4 horas de sueño, me desperté con temblores de la fiebre. Está claro, que la tercera etapa iba a ser muy divertida...
Tercer día. 45 km y +1100m. Me levanto y bajo a desayunar, aunque no se por qué no tengo hambre. Me obligo a desayunar normal, me tomo las vitaminas y los carbohidratos rápidos ya en el sitio de la salida, que sea lo que LOL quiera. El perfil de la etapa no ayuda, empezamos con 10 km de subida, espero que no sea dura. Nah, al minuto de salir ya me doy cuenta que voy vacío. Pero vacío del todo, ni un gramo de fuerza. Como era de esperar, es la primera vez en mi vida que hago algo así y el cuerpo no ha recuperado ni de coña. Peeeeero, pienso que más o menos era el plan, y lo de esta tercera etapa va a ser un entrenamiento puramente mental. Por mis cojones que voy a llegar tarde lo que tarde. La primera hora, esos 10 km de subida, un suplicio. Objetivamente veo que no tiene rampas duras salvo un par que tampoco es que sean la hostia, pero a mí cualquier cosa superior al 1% me parece el puto Tourmalet. Tras esa hora y pico paro, por supuesto, en el primer avituallamiento y me echo unas risas con los chicos de la organización. Uno de ellos me dice que me conoce del blog, tócate los cojones. "Pues te acabo de joder el mito" le digo.
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El cuerpo empieza tímidamente a dar signos de reacción, aunque sea un pimiento, pero cuando vas a cero patatero un pimiento de recuperación te parece un mundo. Cabeza fría y a no fliparme, porque esto va de aguantar. Van pasando los km y disfruto de un recorrido muy bonito, el más técnico de los 3 días que a mí me la suda porque voy en plan Verano Azul. Un par de rampas duras en el km 30 más o menos que pruebo y aunque duelen las piernas a rabiar al menos aguantan y no se bloquean. En el km 40, a 5 de meta, la trialera más chula de los 3 días que hago con mucho cuidado, bajándome de la bici en las zonas más complicadas porque no hay necesidad de arriesgar. Noto que voy mucho mejor, de hecho hay como 3 km de llano que aprovecho para acelerar y voy follao, tanto que adelanto a un par de corredores. Me cago en la puta, no me lo podía creer. Qué subidón más patético, pero coño a mí me viene mentalmente de narices.
Y llegada. Justo cuando empieza el Eliminator, que ha sido muy chulo verlo como público mientras zampaba una fideua, galletas de chocolate y coca cola a mansalva. Sólo cuando haces algo como esto entiendes cosas, valoras otras y admiras muchas... porque has pasado muchas horas hablando contigo mismo, en la soledad del ciclista, en el silencio sólo roto por tu propia respiración, con esos pensamientos derrotistas que a todos nos han aflorado alguna vez y que rápido les expulsas de tu cabeza, no sin antes crearte dudas sobre tu preparación, entereza física, mental, sobre ti mismo y sobre que haces allí sobre una bicicleta, sobre tu adiccion a este deporte... un deporte que un día te hunde y otro encumbra... estos días has conocido el sufrimiento en su más pura esencia sobre todo mental. ¡Ahora a por la Titan!