Según el diccionario Oxford, la posverdad es aquella situación en la que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamados a la emoción y a las creencias y prejuicios personales. La posverdad está nutrida por una mezcla de mentiras simples, generalizaciones acríticas, teorías conspirativas extrañas y rumores. Se puede decir cualquier cosa, y cuando alguien contradice con alguna evidencia no hay que refutar, basta con calificarla de ser conspiratoria, 'fake news'. El rumor adquiere dimensiones muy grandes con las redes sociales. Crece exponencialmente porque ofrece explicaciones plausibles y porque se monta en la indignación y el crispamiento, que se convirtieron en las emociones dominantes.