Marqués se movió por todo el campo, regateó, asistió a sus compañeros y también se precipitó, pero sobre todo, trató de jugar a otro ritmo, acelerar el cansino paso de un equipo previsible, rebajado por la apurada reaparición del argentino Ariel Ibagaza, por el mal momento de su compatriota Martín Galletti o por el insustancial juego del búlgaro Martin Petrov, al que de poco le ha servido la "jornada de reflexión" que le impuso Pepe Murcia ante el Espanyol.
La movilidad de Marqués y un par de internadas de Fernando Torres que, demasiado generoso en su partido 200 como rojiblanco, prefirió pasar a intentar el disparo, fueron todo el peligro que creó el equipo rojiblanco a un Athletic que, al contrario, gozó de la mejor ocasión para adelantarse en el marcador (m.38). El conjunto de Javier Clemente, que a menudo recurrió a los balones largos hacia Ismael Urzaiz, no llegó al descanso en ventaja por dos buenas intervenciones de Leo Franco ante sendos disparos a bocajarro de Urzaiz.