Y lo mio es más complicado, a mi me gusta el cafe que se pueda cortar con un cuchillo, y eso es dificil de pedir porque como te atienden camareros de todas las zonas del planeta, lo que para uno es un expresso para otro es un solo, para otro un cargado y para otro vete tu a saber, otra cosa es que yo le dijera al camarero como parece que indica tu post "oye esta mierda aguachinada se la das a un guiri que no sabe lo que es un puto café y a mi me lo pones bien".
Lo mío es tomarme una cerveza y estar ya empachado, de modo que, mientras me sirven la segunda, pido que no me insista con la presión, que con la tirada ya va bien, que no se tome más molestia, y encontrarme con que no sólo se hacen los sordos hasta que la caña ya está jodida otra vez, sino que encima luego hay que aguantar que te digan que no sabes cómo se tira una caña y que si aquí todo el mundo la quiere así es que el equivocado soy yo.
El ir a un antro nocturno y que te sirvan veneno ya me parece motivo más que suficiente para pedir la hoja de reclamaciones, pero como de algo hay que morir y yo todo me lo tomo a risa, alguna vez he vuelto a por la segunda copa pidiendo en esa ocasión una ración del garrafón genérico, lo que echan de verdad, vamos. Todo esto con una sonrisa en la boca, porque es cuando menos irónico que me queje de lo malo que es pero pida más. Tonto de mí por esperar una respuesta simpática ante una situación que no pretende ofender a nadie. Tonto de mí por pensar que sería como aquella otra vez a 10 km de mi casa, cuando por decir lo mismo me regalaron la copa (en realidad sólo el contenido, no la copa en sí).
Sobre lo de que te cobren en una discoteca, quizás lo he dejado sin contexto. A mí me gusta (espero no tener que decir gustaba después de este verano) mucho Madrid en vacaciones. La gente huye como ratas y todo está bastante más tranquilo. Es en esos días cuando la discoteca no se llena a ninguna hora, cobren o regalen la entrada. Y en esos días flojos, los únicos que entran son críos, con los que se hace la vista un poco más gorda y se les despluma. Hasta ahí bien, todo muy normal. Lo que no puede ser es que llegue un grupo con una media de 28 años de edad y se les ponga el mismo filtro que a los niñatos que llevan dentro desde las 22:00: las chicas gratis pero vosotros 20 euros. Esto pasa por lo que bien comentas,
Gordo Cabrón, porque se delega en gente que no tiene ni puta idea, a la que se ha metido cuatro reglas en la cabeza y de ahí no se mueve, porque no sabe. Cualquiera que tenga algunas noches a las espaldas sabe bien qué tipo de clientela merece la pena tener y que no se puede tratar a todo el mundo por igual, porque algunos te hacen rico y otros te arruinan.
Este tipo de cosas pasan en muchas ciudades, cierto es, pero en Madrid no deja de ser verdad que también hay mil idiotas más dispuestos a pasar ese filtro insultante para un buen cliente, mientras que en una ciudad mediana, esas actitudes llevan a que a los dos meses no quede ni un buen bebedor que quiera pisar el antro, se llena la sala de niñatos que vienen del botellón y, si bien alguna se mantiene con las entradas, el beneficio se divide al menos por dos. Extiéndase el caso de las discotecas a todo aquello que puede implicar relación entre el cliente y algún tipo de servicio y tenemos lo que viene siendo morirse de asco y encima pagar por ello.