La madre que os trajo
Si hablamos de rendimiento deportivo OLVIDAD todo lo que os hayan explicado antes sobre nutrición. Olvidad esa memez de la pirámide alimenticia de kellogs en la cual la carne y los huevos están en la cima y los cereales refinados, casualmente, en la base.
Olvidad el canto de sirena de la fruta y la verdura. Es bueno tomarlas si se sabe cómo y para qué, actualmente la mayoría de frutas no son más que azúcar con un envoltorio bonito. Nunca os refiéis de completar vuestras demandas vitamínicas por el hecho de tomar fruta, menos si no sabéis de dónde procede. Suplemento vitamínico, huevos y bistecs a punta pala. La grasa es muy importante para ser fuerte. Si algo contiene colesterol comedlo, y repetid luego.
Para definir lo que hay que hacer es bajar gradualmente la cantidad de hidratos de carbono, porque si empiezas de un día para otro con una dieta de definición tu lastre en el rendimiento puede ser brutal. Por eso el descenso es muy gradual. Al final, las dietas de definición puras son muy parecidas a los preceptos de lo que sería una dieta paleolítica: antes de comer algo, pensad si los cavernarios lo hubieran tenido a su disposición. Si la respuesta es sí, adelante. La carne roja y los huevos, la carne de ave, el pescado y el cerdo sin tratar están claramente dentro. Son la base. Los frutos secos ocupan el segundo lugar. Las hortalizas, la fruta, las legumbres y las verduras están dentro con mucha moderación, cada vez más restringidas según la semana. Los bulbos que no se digieren crudos y los derivados de los cereales (que constituyen el 70% de la dieta occidental moderna), cualquier clase de alimento susceptible de ser refinado, tratado, procesado y en general envasado, exceptuando quizás el atún al natural, quedan fuera.
En cuanto al cardio de larga duración, es un mito como una catedral. Eso de que se empiezan a mobilizar las reservas de grasa a partir de los 50 minutos de ejercicio es cierto pero parcialmente, sólo es válido en el supuesto que lo que te interese sea mejorar tu rendimiento aeróbico y quieras ser así.
Un atleta de fuerza a la hora de definir no se plantea cómo movilizar reservas de grasa durante su entreno, porque por definición para llegar a ese punto hay que haber estado haciendo un trabajo aeróbico. Los trabajos anaeróbicos no permiten la movilización de grasa porque terminan mucho antes. A un atleta de fuerza lo que le interesa es incrementar su tasa metabólica para que el organismo acuda a las reservas adiposas mientras está en descanso, porque cuando entrena utiliza las reservas de glucógeno, las últimas posibles en un entreno anaeróbico. Por eso resulta mucho más interesante lo que en usamericano llaman el conditioning, los ejercicios de alta intensidad y corta duración. El entreno de fuerza mismo, sprints, burpees, entreno funcional de cualquier clase, HIIT, son los sistemas indicados. El cardio sostenido de larga duración no sólo no os servirá para nada sino que os resultará contraproducente, y el cardio sostenido de duración reducida os ayudará a ganar resistencia muscular y aportará beneficios cardiovasculares, pero no tendrá incidencia en la definición.